domingo, mayo 22, 2011

El ABC tenía un precio

En la década de los sesenta, los españoles no podíamos hablar de política; hasta la asignatura conocida por este nombre se llamaba oficialmente Formación del Espíritu Nacional. Así pues, no era anormal que estuviera acabando el bachiller elemental cuando oí por primera vez la palabra “huelga”, y la oí hablando de los estudiantes de Medicina. No sé qué demonios había pasado pero parece ser que los delegados de facultad, reunidos en Madrid, habían acordado ir a la huelga en todas las universidades de España. Llegados cada uno a su ciudad, los estudiantes de Granada fallaron al resto y continuaron yendo a clase. Sotto voce se decía que desde Barcelona habían enviado al delegado de la Facultad de Medicina de Granada una gallina (muerta) y una cesta de huevos.

Esta anecdotilla fue lo primero que me vino a la mente cuando leí la columna de Alenvedi en a:Ditoday, “Que viene el coco”. Mientras en Barcelona nos deshicieron porque nos negamos a vender algunas publicaciones con el tema de fondo de los “cargos por servicios auxiliares”, en Sevilla actúan de forma parecida para pedir los mismos márgenes de Madrid y Barcelona y las distribuidoras toman medidas semejantes: establecimiento de un frente común y corte del servicio a los quioscos. Por vía civil, los quiosqueros sevillanos luchan contra estas medidas y, contra viento (mucho viento) y marea (mucha marea), obtienen un veredicto que marca jurisprudencia. No es la igualación de descuentos lo que consiguen sino el reconocimiento de un derecho y la señalización de un abuso.

Abuso:
Estamos en un mercado en el que […las…] empresas distribuidoras de prensa […] comercializa[n] su propio fondo editorial en exclusiva. Así, cada distribuidora lo es de determinadas publicaciones que no distribuyen las otras […], lo que hace que cada una de aquéllas sea monopolista de hecho de su fondo respectivo.

Derecho:
El Tribunal estima que […] es correcta la consideración del Servicio, según la cual la actuación concertada de los Quiosqueros apreciada en el expediente […] es una reacción defensiva de los primeros, en la desigual relación entre unos y otras, ante el frente común previamente establecido por los […] monopolistas.

Por un momento pensé que la gallina (muerta) y la cesta de huevos habían invertido el camino casi 50 años después y viajaba de Andalucía a Cataluña. Y así es en parte. Sólo que no hay motivo para enviarlas a los delegados de la Facultad de Quiosqueros de Barcelona (asociaciones) sino al decano (si lo hay) de sus jueces que, hasta ahora, se han plegado al poder de los más poderosos y han fallado que éstos no actúan en régimen de monopolio, dado que cualquier quiosquero de Barcelona puede cambiar de distribuidora y comprarle, por ejemplo, al distribuidor de La Coruña.

Casualmente y por estas fechas, ABC ha decidido servir el suplemento dominical ya encartado y ahorrarse un 5% en el coste de distribución de la tirada del domingo. Casualmente, AVUI ha tomado la misma medida unas semanas después. EL PUNT, más madrugador, llevaba tiempo ahorrándose ese 5%; al menos desde hace 7 años, que es el tiempo que hace que yo conozco la publicación. Los quiosqueros se han enfadado por esa medida. No tienen razón. Aunque la derogada/no derogada (según convenga a los monopolistas) norma de abril de 1972 diga de se ha de pagar el 5% por encarte, sin que explícitamente indique que éste deben hacerlo los quiosqueros, cada editor o distribuidor es libre para determinar cómo envasa su mercancía y qué precio le pone. Como los quiosqueros todavía no han definido sin son comerciantes libres o mamporreros de las distribuidoras, no están en situación de fijar el precio de los productos que venden y, por tanto, deben quedar a verlas venir, es decir, esperar que sus representantes “sindicales” intenten negociar el “convenio colectivo” con los empresarios
La reacción de algunos de estos representantes (Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Barcelona y Provincia), algo es algo, ha sido enviar, en nombre de sus asociados, una nota a las empresas que distribuyen ABC, AVUI y EL PUNT advirtiéndoles que los domingos no comercializan ninguna publicación con un descuento inferior al 25% y que, por tanto, se abstengan de servir tales publicaciones en sus quioscos.

Es evidente que las distribuidoras no van a hacer puñetero caso. No es seguro que los quiosqueros vayan a seguir las directrices que, elípticamente, se deducen de la nota de la Asociación. ¿Qué se debería hacer ante la disyuntiva pongo o no pongo a la venta las publicaciones que traen el suplemento dominical encartado?
Es fácil ver los toros desde la barrera, así que nos abstenemos de opinar. Lo que sí podemos hacer es prever las consecuencias negativas que cualquiera de las dos posturas puede acarrear.

Los vendedores de prensa no ponen a la venta ABC, AVUI y EL PUNT. Hasta donde sabemos, las distribuidoras se pondrán de acuerdo y dejarán de suministrar sus publicaciones a unos cuantos quiosqueros, los cuales pondrán el grito en el cielo y exigirán justa solidaridad. Si el resto de colegas no son solidarios, los primeros saldrán muy perjudicados, se tendrán que bajar los pantalones y, en adelante, las empresas editoras harán lo que les dé la gana con los porcentajes. Si todos (o muchos) son solidarios, se emprenderá una acción similar a la “Guerra de los portes” cuyas consecuencias todo el mundo conoce y las empresas editoras podrán hacer lo que les dé la gana con los porcentajes.

Los vendedores de prensa no siguen las directrices implícitas y ponen a la venta ABC, AVUI y EL PUNT. Poco a poco (o mucho a mucho) las editoras de diarios irán mandando los suplementos dominicales ya encartados y eliminarán los porcentajes del 5% por el primer encarte y 3% por los sucesivos. Y sabiendo que los quiosqueros tragan y callan, tomarán todas las medidas que jueguen en su beneficio, sin prestar contrapartida alguna.

Aunque quizás encuentren un juez como el de Sevilla que les diga que no son mamporreros de nadie y que están en su derecho de luchar hoy por la supervivencia de mañana. Pero eso es el cuento de la lechera.
Mientras tanto, la gallina (muerta) y la cesta de huevos esperan destinatario.

5 Comments:

At 24/5/11 02:19, Blogger kioskero said...

Existen tres clases de hombres: los que hacen,
los que mira como hacen y
los que preguntan que hicieron.

 
At 24/5/11 12:42, Blogger dalr said...

Lamentablemente, también existen hombres que ponen palos en las ruedas de los que hacen. Eso sí, luego tanto el que dificulta, como el que mira, como el que pregunta, se desmarca del que ha hecho cuando las cosas salen mal pero exige su parte del pastel cuando salen bien.

 
At 25/5/11 12:16, Blogger Jose(Quiosquero Noubarris) said...

Y tanto Diego si no que nos lo cuenten a los Rebeldes con causa.

 
At 28/5/11 23:11, Blogger jaume said...

Es raro que nadie haya dicho aquello de que "me gustaba más el blog cuando explicabas anécdotas divertidas". Aunque esto también es divertido... para según quien.

 
At 7/7/11 12:58, Blogger BANDOLERA said...

Hombres, hombrecicos, macacos, macaquicos y cagurrias.
Precisamente le decía a un amigo el otro dia que debía recordar esa frase, que decía mi padre aprendida en su pueblo, y voy y me encuentro que mi hermano la puso en otro lugar.
Así que me hizo el favor, ya la recordé.

 

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