jueves, diciembre 22, 2005

Cantad, cantad, malditos

Mientras escucho los taladrantes cánticos de los niños de San Hildefonso con la vana esperanza de que me hagan millonario, no puedo quitarme de la cabeza el capítulo que les dedicó Cálico Electrónico (Capítulo IV. Temporada I). Esto me recuerda que el otro día vino un tío al quiosco y me preguntó si sabía dónde estaba Electrónica Web. El hecho es que a mi eso me sonaba y al caer le dije tímidamente... "Esos no son los del Cálico?" Y el muchacho me confesó que efectivamente, que estaba de paso en Barcelona, que sabía que aquí estaba la tienda y que le hacía mucha ilusión pasarse por allí, supongo que para fardar un rato con los colegas. Está claro que debo ponerme al día en temas de reclamos turísticos. Tiembla, Sagrada Familia!

En fin, que ya que parece que millonarios no nos vamos a hacer y que habrá que seguir dando en el callo en el puto quiosco, disfrutemos al menos de la principal atracción turística de la ciudad. Mucho Cálico, feliz gordo de Navidad y que 2006 os traiga todo lo que os ha negado 2005. Hay que joderse con esto de las navidades...

CALICO ELECTRONICO