¡Menuda faena!
Ya hace tiempo que Quiosquero escribió sobre los lectores furtivos. Es decir, aquéllos que se paran ante el quiosco y, con todo el descaro, se contorsionan, se agachan, pasan hoja si es preciso y leen furtivamente las noticias sin la menor intención de compra. Y, digo yo, que si están allí los periódicos amontonados se debería de entender que son para la venta ya que, si fuera para que se parasen a leer, sería más cómodo colgar un par de ejemplares de cada uno facilitando de ese modo la lectura al transeúnte ¿O no?
Bien, pues lo que me ha sucedido hoy ya sobrepasa la desfachatez. Una joven de buena apariencia y con vestimenta apropiada, se ha acercado al quiosco. Cuando llevaba un ratito recorriendo el estoc de revistas con la mirada, he acudido en su ayuda pensando que quizás buscase algo que no veía.
Le he preguntado si podía ayudarla a encontrar lo que estuviera buscando y me ha preguntado si teníamos alguna revista o libro sobre el zodíaco. Le he contestado que algo traen y he salido solícita a mostrarle todo cuanto tenemos de los astros, zodíaco y demás zarandajas.
Ha empezado la selección desechando aquello que no le interesaba y echándolo con un cierto aire despectivo sobre la zona de las revistas. Al fin, y tras un largo recorrido por todas sus páginas, ha encontrado, al parecer, lo que le iba buscando. Entonces, con todo el morro, me ha ido leyendo en voz alta lo que los astros le deparaban haciendo algún pequeño comentario con voz de admiración. Luego, cuando lo que ponía no le gustaba, emitía una especie de quejido por lo bajini: Por fin ha terminado la lectura, se ha vuelto hacia mí y ha dicho “muchas gracias”. Se ha marchado tan fresca.dejando, cómo no, el reguero de revistas desparramadas por encima de las demás. Menda, las ha recogido, seleccionado y colocado en su sitio ante los ojos de quiosquero que no se ha atrevido a hacer ningún comentario porque ya ha visto que “el horno no estaba para bollos”.
No os había dicho que la susodicha revista (sin dudar la más cara) dedica dos páginas al completo por signo zodiacal.
Teniendo en cuenta que hoy en Barcelona capital teníamos fiesta local; que nuestras semanas laborales son de 7 días, que todos ellos madrugo (durmiendo, el día que más, 6,30 horas) y que hacía una magnífica temperatura de 26 grados para remojarse en las cálidas aguas del Mediterráneo, podéis imaginar la gracia que me ha hecho la niña.
Sólo os diré que tanto ayer como hoy, cuando caía un euro en el cajón, se estrellaba contra el fondo. No hemos hecho ni para pagar el gasto de electricidad del día, nos hemos perdido unos magníficos chapuzones en la playa o piscina y, encima, se nos ríen en la cara ¡Menuda faena!
11 Comments:
Desgraciadamente ocurre, y ocurre cada vez mas, la única solución que se me ocurre darte es que te lo tomes como la buena obra del día, como aquel que ayuda al anciano a cruzar la calle, y ya podemos tomar nota para otro año si vale la pena abrir en un día como este, en el que lo único que nos hubiera faltado es que se pusiera a llover.
Olvídalo.
Salu2.Josep.
Yo de momento estoy teniendo más suerte, pero hay muchos de estos que entran a mirar para luego marcharse sin comprar nada. Es la cruz del comerciante.
Salu3
IBM
¿que pasaría si todos los quiosqueros de Barcelona se pusieran de acuerdo para hacer un pulso a SGEL y se dieran de baja simultáneamente? ¿Tendrían disponible todo el dinero de las fianzas? (no me imagino una empresa guardando el dinero en un cajón y no reinvirtiéndolo!!!)
¿Las revistas que tiene dicha distribuidora no buscarían otra?
Pues vaya con los "mirones"... ¿Qué tal un cartelito -bien visible, eso sí- con un mensajito del tipo: "Esto no es una biblioteca "free reading"... Primero compre y después lea..." Porque una cosa es fomentar la lectura... y otra fomentar el "morro" -léase "jeta"-... O, alternativamente: "Tiene Ud. un minuto para echar un vistazo y decidir su compra. En caso de que no compre Ud. nada, le hacemos un precio especial de 0,50 € por minuto de lectura que sobrepase el primer minuto gratis"... Claro que tendríais que instalar el correspondiente cronómetro para controlar el tiempo de lectura, claro... Y equipado con una alarma para avisar... Y no sé yo si la cosa os saldría a cuenta... ja ja ja... Tendríais que negociar primero con el distribuidor de los cronómetros, claro...Bueno, quiosquera, que vaya bien la semana. Un abrazo,
Existen ciertos oficios que llevan a cuestas la cruz de la gratuidad, como el de vendedor de prensa o el de -y Quiosquero sabe de qué le hablo- informático; oficios a los que la gente acude a leer una esquela, a ver un artículo, a que le instalen un programa o que le formatéen el ordenador, pensando que no tienen por qué pagar ni un duro por ello.
Creo que ya comenté aquí que hace algún tiempo perdí un cliente por afearle la conducta. El tipo compraba el periódico y de paso se leía gratis el Hola, el Lecturas, el Diez Minutos, tomándose todo el tiempo del mundo, como si el euro del Faro de Vigo le otorgara el derecho a leer gratis todo lo demás. Un día me harté y con muy buenas palabras y educación, le dije que eso no podía ser; que no podía leerse todas las revistas y jamás comprar ninguna.
Al día siguiente, como si no le hubiera dicho nada, el tipo vuelve a su lectura matinal. Asombrado, le digo si no recuerda lo que le había dicho; ¿Pero lo decías en serio?, me contesta. Ya cabreado por la tomadura de pelo, le digo que sí, que muy en serio, y que no voy a repetírselo más.
No volvió más.
Pero los hay todavía peores. La "Cebollita", llamada así por mi mujer, que dice que tiene cara de cebolla, me compra alguna que otra cosa, no muchas, la verdad. Un día estuvo ojeando las revistas de cocina y tuvo la jeta de pedirme que le fotocopiara una receta, ya que el resto de la revista no le interesaba y no la iba a comprar solo por eso.
Gracias a todos por vuestros comentarios de ánimo. Hoy ya estoy mejor. Es que ayer llevaba un cabreo... 3 días de fiesta despachurraos para no vender ni un alfiler y con el clima adecuado para relajarse... pues va a ser que duele.
Saludos.
Como ya he comentado en alguna ocasión, somos bastante nuevos en esto (solo 2 mesecitos). La semana pasada nos quedamos flipados cuando después de un buen rato, nos dirigimos a un "mirón" y nos dice : "solo estaba pasando el rato esperando a mi novia"... evidentemente lo "echamos a patadas"... hasta aquí podíamos llegar...
A mí no me molesta que alguna persona ojee un periódico o una revista para ver si le interesa el contenido. E incluso les dejo leerse un artículo entero si me lo piden. Pero al menos que lo hagan con educación (y a ser posible con las manos limpias). Si quieren leer gratis que se vayan al Corte Inglés o me paguen una suscripción. Por cinco euros al mes les dejo llevarse una revista a la semana, siempre que la devuelvan en el plazo... No sé. ¡Algo!
Anónimo, lo que comentas estaría pero que muy bien. Las distribuidoras no tienen dinero para devolver de golpe las fianzas de todos los quiosqueros, y mucho menos para abonar a tocateja todas las devoluciones. El problema es que toda iniciativa que implique "si todos los quiosqueros nos ponemos de acuerdo y..." está condenada al fracaso. Ojalá no fuera así. Porque distribuidoras y editoriales, hoy por hoy, nos necestian. En unos años la cosa pudiera cambiar. Y entonces ya será tarde para tomar cualquier iniciativa.
Como dijo el sabio, creo que fue Bertrand Rusell,pero no estoy seguro,
"Dadme señor LA FUERZA para tolerar las cosas que no puedo cambiar"
"Dadme señor LA VOLUNTAD para cambiar las cosas que pueda cambiar" y
"Dadme señor LA INTELIGENCIA para diferenciar aquellas cosas que pueda cambiar de aquellas otras que no pueda".
Un saludo.
Kioskero:
Veo que eres un literato nato y que, además, gustas de "los refranes". Te diré que también me parece que te falta un poco de fe. Ya sabemos que es muy difícil mover el mundo porque los intereses y el dinero pesan muchísimo pero... nada se pierde por intentarlo. Si no, fíjate en nosotros. Hace 2 años y medio, nadie nos conocía en el mundo de los vendedores de prensa; ni siquiera nosotros mismos pensábamos en ello. En poco tiempo nos introdujimos en el mundillo, nos hemos conocido y, dentro de nuestras posibilidades, luchamos contra la injusticia (aunque sólo sea denunciándola, que ya no es poco). Creemos que todavía nos queda mucho que aprender de vuestra experiencia y también mucho que en beneficio nuestro y de todos los compañeros.
Así que, levantemos los ánimos e intentemos empujar entre todos un poquito. Nada es eterno y las distribuidoras no son (o no deben ser) infranqueables. Ya sabemos que cada uno cuida su negocio, pero lo de ellos en arrogancia y abuso de poder ¿Por qué su palabra tiene que valer siempre por encima de la nuestra?
Gracias por vuestros comentarios.
Quiosquera
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