Quizás Sansón haya recuperado su melena
El domingo día 4 abríamos el quiosco pasadas las 7.30 de la mañana. Nos dormimos. No me avergüenzo al decirlo porque estamos los tres "fundidos". Trabajamos mucho y dormimos poco (ambas cosas, cuando llegan juntas, no son buenas).
Ni que decir tiene que, si un domingo te duermes ya va mal el día hasta la hora del cierre.
Los periódicos, en domingo, pesan casi a Kg. por ejemplar. Pues bien, tal como decía, llegamos tarde y nos encontramos con varias personas que ya nos esperaban para comprar su diario o echar la bonoloto (que para eso también hay quien madruga). Con las prisas, empezamos a abrir paquetes , vender y colocar sin pasar por el ceremonial del recuento.
A eso de media mañana, Quiquero se acercó a vernos y me invitó a tomar un cortadito en una granja que hay por los alrededores y que, dicho sea de paso, es el único local abierto los festivos en donde tomarte un café o comerte un croasán. Llevaba ya mi bolso en bandolera cuando un señor que pasaba por la calle me dice:
- ¿han visto que tienen un paquete allí arriba?
-- ¿en dónde?
- allí, señala con la mano
-- ah, debe de ser alguna bolsa de basura que algún vecino habrá echado por la ventana...
- no, no, es un paquete de Vanguardias o algo así
-- perdone, me lo dice en broma ¿verdad?
- no señora. Mire, mire. Póngase aquí y mire.
Cuando me retiro un poco y tengo suficiente perspectiva como para alcanzar con la vista parte del tejadillo del quiosco, veo con asombro que alguien se ha entretenido en echar ¡un paquete entero de Vanguardias! arriba.
¿Cómo lo hicieron? Pues, ni idea. Lo único que puedo deciros es que cada paquete contiene 25 ejemplares. El simpático que decidió hacernos la gamberrada tenía que ser algo parecido a Sansón, La Masa o cualquier otro héroe de ficción o de la historia. Lo cierto es que, en esto del quiosco, cada día te sorprenden.
A ver con qué nos amenizan el próximo fin de semana los gamberros. Y, por favor, si el responsable de la hazaña nos lee: pipí NO. Preferimos echar abajo otro paquete de periódicos, que tener que echar cubos de agua con lejía en el frontal del quiosco. Últimamente, parece que los meones han cambiado de ruta. Que dure!
2 Comments:
Eh, el ordenador ha hecho trampas. Soy yo, QuiosquerA quien ha colgado el post.
¡Cuando yo digo que todavía estamos en una sociedad machista!
El Bonoloto es una de las cosas que siempre compro. Uno nunca sabe cuando será el dia en que se gane todo.
Publicar un comentario
<< Home