¿Zafón? ¿Y quién es ése?
Durante el bachiller tuve un par de genios como profesores. De matemáticas, claro. Pero por encima de todos estaba D. Antonio Rico. De D. Antonio cuentan infinidad de anécdotas, la mayoría ponderando su inteligencia y su despiste. Nos referimos a una que tiene que ver con el día de ayer.
En mis años de estudiante sólo se podía cursar Ciencias Exactas en Madrid, Barcelona y, prácticamente, en ningún sitio más, por lo que en provincias teníamos como profesores de matemáticas a Licenciados en Química. En mi colegio, los más afamados eran D. Juan Alcoba y D. Antonio Rico. En 1964, ambos opositaron a Ayudante de Cátedra de Instituto y, mientras duraron las oposiciones, en Madrid por supuesto, tuvimos profes interinos. Aquel año mi profesor era D. Juan Alcoba, por lo que, lo que cuento de D. Antonio Rico, es de oídas.
Entre el permiso que les dieron para prepararse y el tiempo que duraron las oposiciones en sí, ambos profesores pasaron casi mes y medio fuera de su puesto. Cuando se incorporaron, encontré a D. Juan Alcoba muy pálido, demacrado y enjuto. Se notaba que había pasado una época currando mucho y durmiendo poco. D. Antonio Rico, en cambio, volvió con el mismo aspecto de siempre, yo diría que, incluso, algo menos chupado que de costumbre. Sus alumnos me contaron el primer día de clase.
- Señores –les dijo D. Antonio-, yo le di por culo a D. Juan Alcoba porque él ha sacado el número de tres y yo el número uno.
Eso mismo es lo que yo digo hoy.
- Señores, le he dado por culo a Ruiz Zafón porque, en mi quiosco, él ha quedado tercero en el ranking de ventas mientras que Pies para quiosquero ocupó el segundo y primer puesto en la clasificación.
En la zona en la que se ubica mi quiosco, mis clientes son siempre los mismos: vecinos, empleados de las empresas de alrededor y algún paseante despistado. Revistas, chicles, tabaco y prensa. Pero los libros los compran en las librerías que, dicho sea de paso, es donde se compran los libros. Tal vez por eso, tengo pocos libros a la venta. Para Sant Jordi, sin embargo, me aprovisiono algo mejor. Este año ha sido todo un éxito (comparado con años anteriores) y he vendido un montón. Anoche hice recuento.
Mientras que de El juego del Ángel hemos vendidos 7 ejemplares, Pies para quiosquero Segunda temporada ha alcanzado la cifra de 18 y de Pies para quiosquero Primera temporada hemos colocado 22. El best seller del año pasado mantiene su primacía.
La jornada fue rica en anécdotas. Adelanto alguna.
Sobre las seis de la tarde pasó un grupo de hooligans. La cerveza les salía por las orejas. Preguntaban algo y Dalr le daba explicaciones en inglés.
- ¿Qué quieren? –pregunté-.
- Saber dónde está el Nou Camp.
- Mister, yo le explico.
Los súbditos de Su Majestad prestaron atención.
- Mira, tirad to pa parriba y cuando oigáis ¡Barça, Barça, Barça! es que habéis llegado.
- Zenquiu very mach, but Spein…
Cerró el puño y señaló hacia abajo con el pulgar.
Era la hora de cerrar cuando se acercó una señora desconocida.
- ¡Ay, tienen libros! Es que a mí encanta comprar libros en el quiosco.
- Nos complementamos, señora. A mí me encanta vender libros en el quiosco.
- ¿Tiene alguno de chistes?
- De chiste no, pero si se quiere reír un rato llévese Pies para quiosquero. Lo hemos escrito nosotros.
- ¿Los quiosqueros?
- No, estos quiosqueros.
- ¡Uy! Matilde Asensi... Ken Follet... Me parese que aquí voy a encontrar libros para toda la familia.
Fue eligiendo. Cogía uno, soltaba otro, volvía a coger el que había soltado...
- ¿No tiene ninguno de casa?
- No, de casa sólo tengo revistas: El Mueble, Casa al Día, Casa Joven...
- No, no. Revistas no. Novela de casa... de casadores.
- ¡Ah, casa con escopeta! No, tampoco.
Aun así se llevó un montón.
En mis años de estudiante sólo se podía cursar Ciencias Exactas en Madrid, Barcelona y, prácticamente, en ningún sitio más, por lo que en provincias teníamos como profesores de matemáticas a Licenciados en Química. En mi colegio, los más afamados eran D. Juan Alcoba y D. Antonio Rico. En 1964, ambos opositaron a Ayudante de Cátedra de Instituto y, mientras duraron las oposiciones, en Madrid por supuesto, tuvimos profes interinos. Aquel año mi profesor era D. Juan Alcoba, por lo que, lo que cuento de D. Antonio Rico, es de oídas.
Entre el permiso que les dieron para prepararse y el tiempo que duraron las oposiciones en sí, ambos profesores pasaron casi mes y medio fuera de su puesto. Cuando se incorporaron, encontré a D. Juan Alcoba muy pálido, demacrado y enjuto. Se notaba que había pasado una época currando mucho y durmiendo poco. D. Antonio Rico, en cambio, volvió con el mismo aspecto de siempre, yo diría que, incluso, algo menos chupado que de costumbre. Sus alumnos me contaron el primer día de clase.
- Señores –les dijo D. Antonio-, yo le di por culo a D. Juan Alcoba porque él ha sacado el número de tres y yo el número uno.
Eso mismo es lo que yo digo hoy.
- Señores, le he dado por culo a Ruiz Zafón porque, en mi quiosco, él ha quedado tercero en el ranking de ventas mientras que Pies para quiosquero ocupó el segundo y primer puesto en la clasificación.
En la zona en la que se ubica mi quiosco, mis clientes son siempre los mismos: vecinos, empleados de las empresas de alrededor y algún paseante despistado. Revistas, chicles, tabaco y prensa. Pero los libros los compran en las librerías que, dicho sea de paso, es donde se compran los libros. Tal vez por eso, tengo pocos libros a la venta. Para Sant Jordi, sin embargo, me aprovisiono algo mejor. Este año ha sido todo un éxito (comparado con años anteriores) y he vendido un montón. Anoche hice recuento.
Mientras que de El juego del Ángel hemos vendidos 7 ejemplares, Pies para quiosquero Segunda temporada ha alcanzado la cifra de 18 y de Pies para quiosquero Primera temporada hemos colocado 22. El best seller del año pasado mantiene su primacía.
La jornada fue rica en anécdotas. Adelanto alguna.
Sobre las seis de la tarde pasó un grupo de hooligans. La cerveza les salía por las orejas. Preguntaban algo y Dalr le daba explicaciones en inglés.
- ¿Qué quieren? –pregunté-.
- Saber dónde está el Nou Camp.
- Mister, yo le explico.
Los súbditos de Su Majestad prestaron atención.
- Mira, tirad to pa parriba y cuando oigáis ¡Barça, Barça, Barça! es que habéis llegado.
- Zenquiu very mach, but Spein…
Cerró el puño y señaló hacia abajo con el pulgar.
Era la hora de cerrar cuando se acercó una señora desconocida.
- ¡Ay, tienen libros! Es que a mí encanta comprar libros en el quiosco.
- Nos complementamos, señora. A mí me encanta vender libros en el quiosco.
- ¿Tiene alguno de chistes?
- De chiste no, pero si se quiere reír un rato llévese Pies para quiosquero. Lo hemos escrito nosotros.
- ¿Los quiosqueros?
- No, estos quiosqueros.
- ¡Uy! Matilde Asensi... Ken Follet... Me parese que aquí voy a encontrar libros para toda la familia.
Fue eligiendo. Cogía uno, soltaba otro, volvía a coger el que había soltado...
- ¿No tiene ninguno de casa?
- No, de casa sólo tengo revistas: El Mueble, Casa al Día, Casa Joven...
- No, no. Revistas no. Novela de casa... de casadores.
- ¡Ah, casa con escopeta! No, tampoco.
Aun así se llevó un montón.
6 Comments:
Pido a los vendedores de todas las asociaciones de España que no secunden la idea haddock!
? Por qué no?
Porque el daño para el vendedor de prensa puede ser irreparable. Me consta que las empresas ya se empiezan a frotar las manos con esa idea HADOCK,sobre todo las que disponen de tiendas como SGEL , Y otras que ya tienen el proyecto de abrirlas si esa idea sigue adelante . Se lo ponemos en bandeja.¿Sabéis lo que significa liberarles los precios, y que esos productos dejen de ser un producto único ya que el p.v.p hasta ahora es el mismo en todos los comercios? . Al vendedor lo harían trizas.Nosotros venderíamos una revista HOLA a 2,10 , y las distribuidoras en sus tiendas, y el resto de cadenas comerciales lo harían a 1,30 , 1,40, 1,50.sin contar con lo que de seguro harían las tiendas, y quioscos de Sancho aplicarla ala inversa. ¿Que vendedor aguantaría esa competencia?,y lo que es peor aun si estos artículos dejan de ser un producto, único puesto que su p.v.p,sera diferente en cada comercio ,esto afectara también a las condiciones que nos aplican es decir resumiendo, y para que nos entendamos .No tendríamos derecho a la devolución de esos artículos, y por lo tanto los invencidos nos los tendríamos que comer.
Reflexionemos, aun estamos a tiempo de no cagarla. No destapemos la caja de los truenos, a veces es peor el remedio que la enfermedad.
HADOCK, ADI, COVEPRES ECT.. ECT ..ECT. Deberíais reflexionar un poco esa brillante idea que habéis tenido, eso se pude convertir en una merienda de negros.
pd. Cuidado compañeros
Lástima, estamos a punto de sacar La caza salvaje, de Jon Juaristi...
Pero vamos, que me da que tampoco es lo que la señora traía en mente...
Autor, autor, autor!!!!!
així m'agrada, els Linares desbancant el zafón!
Ya se ve que tenemos mucho trabajo para explicar de que va y lo que significa la idea Haddock y el gran beneficio que reportará a los vendedores.
Es trabajo de todos los que hemos tenido ocasión de discutirlo y profundizar sobre ello explicarlo a los que nos rodean y a nuestro entorno.
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