domingo, abril 13, 2008

¡Menuda semanita!

¡Qué ganas tenía de que se acabara la dichosa semana!
Como a Salva se le ocurrió ser papá, su genial idea nos ha llevado de cabeza a Quiosquero y a una servidora estos últimos días.
Ya sabéis que, el pasado sábado, Dña. Lupe dio a luz a nuestra pequeña Lupita Pues bien, Salva, que es quien se encarga de abrir y montar el tenderete de los periódicos, nos dejó solos ante el peligro. Quienes lo conocéis, ya habéis visto que es joven y muuuuuy fuertote. Sin embargo, tanto Quiosquero como yo, somos normalillos. Vaya: de los que pesan menos que los paquetes de Vanguardias que tenemos que mover. Pues bueno, cada mañana, el maldito despertador ha llevado a cabo su macabra función y se ha encabritado tratando de molestar desde el momento en que daban las 5 de la mañana. Y vaya si ha molestado. No ha parado de incordiar hasta que nos ha visto en pie. No quiero ni imaginar lo que se habrá reído el espejo del cuarto de baño cuando nos ha visto aparecer... A partir de ese momento, el ritual: encender el calentador, ducha reconfortante, vestirse, peinarse, preparar el desayuno, comérnoslo (eso era una de las mejores cosas de la mañana porque en casa nos sentamos para desayunar nuestro zumito, el pan con tomate, el yogurt, café...y lo que se tercie)
Así, cada mañana hemos llegado al quiosco camuflados bajo el casco a lomos de nuestro quad. Supongo que Quiosquero iba despierto. Yo NO. Lo digo porque no hemos chocado con nadie (ja, como si a esa hora la gente saliera a pasear) y no nos hemos desviado de la ruta ni un solo día.
Yo, para amenizar la semana que pintaba bonita, me pedí 3 días de vacaciones con el ánimo de disfrutar de los quehaceres propios del negocio de 6 de la mañana a 8 de la tarde sin interrupción, excepto para dar alguna que otra dentellada a un bocadillo, entre cliente y cliente.¡Vaya, unas vacaciones de verdad!
Al cuarto día, decidí que ponía fin a las vacaciones y me incorporaba a mi trabajo pero con ciertos cambios de urgencia, claro. Me he seguido levantando a las 5 de la mañana; hemos puesto los periódicos, hemos montado todos los chismes como siempre y... hale, a las 8, fichando (y luego hablarán mal de los funcionarios).
Ha querido el destino que estos cambios en mi vida me hayan pillado en la semana que tenía que acudir diariamente a unas sesiones de recuperación funcional para ver si termino de una vez con la historia de mi tobillo. El martirio al que me someten es a ½ hora de ejercicios de gimnasia para fortalecer la musculatura de la zona y, después, a unas sesiones de onda corta que me alternan con magnetoterapia. Como final de fiesta, unos minutos con el pie en remojo para los ultrasonidos.
No podéis imaginaros cómo lo he pasado; cuando el fisio decía que cerrásemos los ojos y levantásemos una pierna para ejercitar el equilibrio, tenía miedo de quedarme dormida como los flamencos. Me llevo todos los días un libro que hace meses que estoy leyendo, para amenizar el rato en que me tienen conectada a las corrientes, etc. Pues bien, el viernes estuve en un trís de caerme del taburete en el que estaba sentada. Yo pude aguantar, el libro no tuvo tanta suerte y acabó el al suelo. No sé qué pensaría la gente que había en el gimnasio pero yo, por si acaso, no levanté la vista: recogí el libro e hice como si leyera y aquí no ha pasado nada.
Pero, no creáis que ahí se terminó todo. Era viernes y creo que ya había tocado fondo. Cuando llegó el turno a los ultrasonidos llené la bañera, me quité el calcetín, metí el pie en el agua, vino el auxiliar a poner el cacharro en marcha y se fue. Me puse a leer otra vez y al cabo de un ratito descubrí que yo tenía el pie en remojo, pero el cacharro que proporciona los ultrasonidos, seguía fuera del agua. Lo metí al instante esperando que nadie se hubiera dado cuenta. Cuando fui consciente de todo lo que me había pasado, empecé a reír cual loca y solté ¡Vaya semanita! Mañana Salva tampoco viene, así que más de lo mismo. Ah! Si el traumatólogo no decide lo contrario, será mi último día de tratamiento.

1 Comments:

At 15/4/08 00:08, Blogger Norma said...

Muchos ánimos!!!

 

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