Plataforma per la Llengua
He finalizado 2008 e iniciado 2009 de la misma forma que lo hice hace un año: de baja laboral y acudiendo a un centro de fisioterapia. Por razones obvias he elegido el centro cercano al quiosco de modo que, cuando acabo mis ejercicios de recuperación, me paso por el chiringuito por si hay alguna novedad o Salva está presionado por alguna necesidad fisiológica.
Era lunes y me encontraba a pie de quiosco, posición de estorbar lo menos posible, cuando se acercó un cliente.
- Bon dia –saluda-.
- Bon dia –le respondo-.
- Buenos días –remata Salva-.
- Perdón… -dice el cliente-, buenos días.
- ¿Perdón, por qué?
- Porque han puesto ustedes un cartel donde se dice que discriminan el catalán.
No sé de qué está hablando pero le sigo la corriente.
- Bueno, hombre. Eso es de mostrador adentro; de mostrador hacia fuera el cliente siempre tiene razón y hablamos en el idioma que se tercie.
Apenas se va echo un vistazo al lateral. En efecto, hay un cartelito, algo mayor de un folio, que a todo color anuncia:
AQUESTA EMPRESA DISCRIMINA EL CATALÀ. PLATAFORMA PER LA LLENGUA.
Como hoy todo se entiende como racismo o discriminación, paso al interior del quiosco y accedo a Internet.
http://www.rae.es
discriminar
1. tr. Seleccionar excluyendo.
2. tr. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.
- En catalán no sé qué significa discriminar pero en castellano la frase estaría mal construida –me dirijo a Salva-.
En ese momento aparece el Sr. Lógic que escucha parte de la conversación.
- ¿A quién se discrimina aquí?
- Discutíamos el significado de discriminar.
- Separar… separar con un poco de mala intención creo yo.
- Hoy le he “discriminado” AVUI porque lo he separado de los demás diarios y lo he excluido de la segunda fila para ponerlo más a mano y así usted comprará su ejemplar con menor esfuerzo.
- No creo que sea ese tampoco el significado exacto.
- Es una exageración en positivo.
Le cuento el caso. Coincide conmigo en que el término discriminar, tal como está utilizado, debería referirse a personas.
- Aquesta empresa margina el català quizá fuese más correcto –concluye-.
Llego a casa y me siento ante el ordenador. El amigo Google me sitúa en la web de la Plataforma per la Llengua. En un vistazo superficial percibo un equipo emprendedor, preocupado por la difusión y defensa del idioma. No consigo imaginar a ninguno de sus componentes considerando mi quiosco como una empresa y, mucho menos, pegando en él un cartelito en plan coercitivo.
A mi espalda, en uno de los módulos que forman la librería que ocupa toda la pared, y, entre otros, se alinean la Gran Enciclopedia Catalana, El Pompeu Fabra y el Diccionari de la Llengua Catalana del Institut d’Estudis Catalans (primera edició). Elijo éste por ser el más actual y porque en mis tiempos de informático hice algunos programas para el IEC (Centre de Terminologia TERMCAT).
discriminar
1 1 v. tr. [LC] Marcar una distinció, diferenciar.
Era lunes y me encontraba a pie de quiosco, posición de estorbar lo menos posible, cuando se acercó un cliente.
- Bon dia –saluda-.
- Bon dia –le respondo-.
- Buenos días –remata Salva-.
- Perdón… -dice el cliente-, buenos días.
- ¿Perdón, por qué?
- Porque han puesto ustedes un cartel donde se dice que discriminan el catalán.
No sé de qué está hablando pero le sigo la corriente.
- Bueno, hombre. Eso es de mostrador adentro; de mostrador hacia fuera el cliente siempre tiene razón y hablamos en el idioma que se tercie.
Apenas se va echo un vistazo al lateral. En efecto, hay un cartelito, algo mayor de un folio, que a todo color anuncia:
AQUESTA EMPRESA DISCRIMINA EL CATALÀ. PLATAFORMA PER LA LLENGUA.
Como hoy todo se entiende como racismo o discriminación, paso al interior del quiosco y accedo a Internet.
http://www.rae.es
discriminar
1. tr. Seleccionar excluyendo.
2. tr. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.
- En catalán no sé qué significa discriminar pero en castellano la frase estaría mal construida –me dirijo a Salva-.
En ese momento aparece el Sr. Lógic que escucha parte de la conversación.
- ¿A quién se discrimina aquí?
- Discutíamos el significado de discriminar.
- Separar… separar con un poco de mala intención creo yo.
- Hoy le he “discriminado” AVUI porque lo he separado de los demás diarios y lo he excluido de la segunda fila para ponerlo más a mano y así usted comprará su ejemplar con menor esfuerzo.
- No creo que sea ese tampoco el significado exacto.
- Es una exageración en positivo.
Le cuento el caso. Coincide conmigo en que el término discriminar, tal como está utilizado, debería referirse a personas.
- Aquesta empresa margina el català quizá fuese más correcto –concluye-.
Llego a casa y me siento ante el ordenador. El amigo Google me sitúa en la web de la Plataforma per la Llengua. En un vistazo superficial percibo un equipo emprendedor, preocupado por la difusión y defensa del idioma. No consigo imaginar a ninguno de sus componentes considerando mi quiosco como una empresa y, mucho menos, pegando en él un cartelito en plan coercitivo.
A mi espalda, en uno de los módulos que forman la librería que ocupa toda la pared, y, entre otros, se alinean la Gran Enciclopedia Catalana, El Pompeu Fabra y el Diccionari de la Llengua Catalana del Institut d’Estudis Catalans (primera edició). Elijo éste por ser el más actual y porque en mis tiempos de informático hice algunos programas para el IEC (Centre de Terminologia TERMCAT).
discriminar
1 1 v. tr. [LC] Marcar una distinció, diferenciar.
1 2 v. tr. [LC] Distingir, discernir.
2 tr. [LC] [SO] Donar un tracte d’inferioritat (a algú).
Respecto a las acepciones primera y segunda, ¡faltaría más que no supiéramos distinguirlo o diferenciarlo a estas alturas!
Respecto a la tercera acepción, Donar un tracte d’inferioritat (a algú), no dudamos de que el català tiene personalidad propia pero también entendemos que no puede ser discriminado en el sentido a que se refiere el cartel dado que, tal como el Diccionari indica, sólo se puede discriminar a “algú” (alguien), no a “qualsevol cosa” (algo).
El tema no tiene mayor importancia y constituiría una anécdota más de las muchas que ocurren en este quiosco si no fuera por lo sucedido unas semanas después. En otra de mis visitas al quiosco encuentro a Salva cabizbajo y son ya casi tres años los que llevamos juntos para no adivinar de inmediato que había tenido algún altercado.
- Señor Quiosquero, vino la Señora del Abrigo Largo y me pidió un rasca. Yo creo que quería uno de los verdes porque dijo vermel pero no la entendí y le dije si por favor me lo podía decir en castellano y pufff… cómo se puso. Dijo que no volvería más y que yo me estaba comiendo el pan de los catalanes.
- Ya hablaré yo con ella –trato de tranquilizarlo.
Al siguiente domingo empieza a aclararse la situación. La Señora del Abrigo Largo llega mientras Quiosquera está sola y pueden hablar.
- Le pedí al chico un rasca y ¡me dijo que le hablara en cristiano! No vendré nunca más a menos que esté alguno de ustedes dos (no sé si se refería a Quiosquera y a mí o a Quiosquera y Dalr).
- Es raro que le dijera eso porque el chico es bastante educado.
- Pues sí. Y cuando le dije que debería aprender catalán porque está comiendo gracias a los catalanes, me contestó que a él no le interesaba el catalán.
Recoge el cambio que le da Quiosquera y da media vuelta para irse.
- Es que no me cabe en la cabeza que Salva pudiera decir eso –insiste Quiosquera-. ¿No le diría que le hablase en castellano?
La Señora del Abrigo Largo se detiene en seco y cambia de color.
- ¡Ay! Pot ser sí... pero aun así, la contestación que me dio no fue correcta y comentándolo con otros vecinos piensan lo mismo. Así pueden perder ustedes muchos clientes.
- Lo malo es encontrar un chico catalán que acepte trabajar las horas que se trabajan en un quiosco y cobrando el sueldo que se paga en un quiosco –concluye Quiosquera-.
Vuelvo a hablar con Salva.
- No, señor Quiosquero. Ella me pidió el rasca verde… vermel, y como yo no sabía bien si era ese o no le dije que disculpase, que si podía hablarme en castellano y entonces ella se enfadó y me dijo que tenía que aprender catalán porque yo comía gracias a los catalanes y me comía su pan. Es verdad que yo le dije que no me interesaba el catalán en este momento pero en cuanto la vea le pido disculpas.
- A ver, Salva, tienes que tener más vista. Podías haber cogido un rasca cualquiera y, si no era ese, le dabas el otro. Tenemos que procurar no chocar con la gente; si la señora viene, te disculpas pero tampoco vayas a buscarla. Y otra cosa: comes gracias a tu trabajo aunque éste te lo haya proporcionado un catalán. Y tienes que estarme agradecido porque te he dado trabajo en la misma medida que yo debo estarte agradecido porque lo haces bien.
Entro en un tema resbaladizo sabiendo que se puede interpretar mal, pero creo en la libertad de expresión y en mi derecho a opinar.
Llegué a Barcelona a finales del mes septiembre de 1971 e inicié mis clases en la Universidad en los primeros días de octubre. Como no soy una lumbrera, he tenido que estar muy atento a las temas que me impartían si quería sacar algo en claro; por eso siempre procuré sentarme en las primeras filas. La primera lección del día era de la asignatura Geometría Lineal, a cargo del catedrático Sr. Teixidó. No me enteré de nada de lo que dijo y no fue por incapacidad de seguir sus razonamientos sino porque mi oído no estaba acostumbrado a su acento. Entendí mejor la clase de Cálculo Infinitesimal a cargo del señor Bobillo pero, al margen del acento, los alumnos preguntaban indistintamente en castellano o catalán y ambos profesores respondían en el idioma en el que eran requeridos. En los días siguientes comprobé que esa era la pauta en la Universidad de Barcelona y que me sería muy conveniente aprender catalán aunque sólo fuera para entender lo que me decían.
Fue a principios de 1972 cuando, en el estanco que había en la planta baja del edificio donde vivía mi novia, vi un cartelito que anunciaba clases de catalán subvencionadas por el Ayuntamiento de Barcelona, a la sazón presidido por Viola Sauret (creo). Eran dos días de clase a la semana por un precio de 20 duros el trimestre.
Reconozco que aprendí poco. Las clases se centraban en Gramática y Ortografía para personas que ya hablaban catalán y a mí la hora se me hacía muy larga. Aprendí que se dice bustia en vez de busó, sinqué en lugar de quintu, vestidor en vez de vestuari o que no es correcto decir mostruari porque, en realidad, la palabra correcta es mostrari. Poco más. El resto de lo que sé (que no es mucho) lo he aprendido en conversaciones familiares, viendo la tele o leyendo el diario porque en todas las empresas en las que trabajé predominaba el castellano. Pero hoy, en mi casa, en las reuniones con mis amigos, nos juntamos gentes de las que unos siempre hablan en castellano, otros lo hacen en catalán y otros utilizan uno u otro idioma según a quien se dirijan. Y nos entendemos todos.
Quiero decir que los más interesados en aprender catalán somos los que venimos de fuera aunque sólo sea por el hecho de no sentirnos diferentes y “discriminados”. Quiero decir que me parece muy loable que existan asociaciones, plataformas o gobiernos que se preocupen por el fomento de su lengua. Y quiero decir que rechazo y que siempre lucharé contra cualquier imposición que se me haga, sea o no de ley; es como yo entiendo la libertad y la democracia. Salva o yo aprenderemos catalán por convencimiento, por entender que nos es necesario para vivir en Catalunya y porque es algo que le debemos a los catalanes que nos acogieron. Pero no por güevos.
Si Plataforma per la Llengua nos lo facilita, es decir, me pone un tío que me venda los periódicos y no me robe, Salva asistirá a clase de catalán todos los días hasta que lo sepa correctamente. Es lo que quiso hacer el alcalde Viola con los barceloneses de 1972, que hablaban un catalán aprendido en la calle. Un catalán que le habían hurtado en los colegios y escuelas. Y algo parecido es lo que pretende Plataforma per la Llengua: hurtarme los clientes al “discriminar per motius lingüístics” (Gran Enciclopedia Catalana) a Quiosquero y a Salva.
Y una advertencia. Tal y como está el mundo del quiosco y tal como se prevé su futuro próximo es más que probable que lleguemos a echar de menos (en Barcelona) un dependiente de origen hispanoamericano porque la profesión de quiosquero va camino de ser un trabajo marginal al que sólo accederán moros, rumanos, chinos, paquistaníes… y, gracias a Dios, algún inmigrante que nos entienda aunque sea hablando castellano.
Por cierto. El citado cartel ya no ocupa el lateral del quiosco. Debe haberlo arrancado la Contra.
Respecto a las acepciones primera y segunda, ¡faltaría más que no supiéramos distinguirlo o diferenciarlo a estas alturas!
Respecto a la tercera acepción, Donar un tracte d’inferioritat (a algú), no dudamos de que el català tiene personalidad propia pero también entendemos que no puede ser discriminado en el sentido a que se refiere el cartel dado que, tal como el Diccionari indica, sólo se puede discriminar a “algú” (alguien), no a “qualsevol cosa” (algo).
El tema no tiene mayor importancia y constituiría una anécdota más de las muchas que ocurren en este quiosco si no fuera por lo sucedido unas semanas después. En otra de mis visitas al quiosco encuentro a Salva cabizbajo y son ya casi tres años los que llevamos juntos para no adivinar de inmediato que había tenido algún altercado.
- Señor Quiosquero, vino la Señora del Abrigo Largo y me pidió un rasca. Yo creo que quería uno de los verdes porque dijo vermel pero no la entendí y le dije si por favor me lo podía decir en castellano y pufff… cómo se puso. Dijo que no volvería más y que yo me estaba comiendo el pan de los catalanes.
- Ya hablaré yo con ella –trato de tranquilizarlo.
Al siguiente domingo empieza a aclararse la situación. La Señora del Abrigo Largo llega mientras Quiosquera está sola y pueden hablar.
- Le pedí al chico un rasca y ¡me dijo que le hablara en cristiano! No vendré nunca más a menos que esté alguno de ustedes dos (no sé si se refería a Quiosquera y a mí o a Quiosquera y Dalr).
- Es raro que le dijera eso porque el chico es bastante educado.
- Pues sí. Y cuando le dije que debería aprender catalán porque está comiendo gracias a los catalanes, me contestó que a él no le interesaba el catalán.
Recoge el cambio que le da Quiosquera y da media vuelta para irse.
- Es que no me cabe en la cabeza que Salva pudiera decir eso –insiste Quiosquera-. ¿No le diría que le hablase en castellano?
La Señora del Abrigo Largo se detiene en seco y cambia de color.
- ¡Ay! Pot ser sí... pero aun así, la contestación que me dio no fue correcta y comentándolo con otros vecinos piensan lo mismo. Así pueden perder ustedes muchos clientes.
- Lo malo es encontrar un chico catalán que acepte trabajar las horas que se trabajan en un quiosco y cobrando el sueldo que se paga en un quiosco –concluye Quiosquera-.
Vuelvo a hablar con Salva.
- No, señor Quiosquero. Ella me pidió el rasca verde… vermel, y como yo no sabía bien si era ese o no le dije que disculpase, que si podía hablarme en castellano y entonces ella se enfadó y me dijo que tenía que aprender catalán porque yo comía gracias a los catalanes y me comía su pan. Es verdad que yo le dije que no me interesaba el catalán en este momento pero en cuanto la vea le pido disculpas.
- A ver, Salva, tienes que tener más vista. Podías haber cogido un rasca cualquiera y, si no era ese, le dabas el otro. Tenemos que procurar no chocar con la gente; si la señora viene, te disculpas pero tampoco vayas a buscarla. Y otra cosa: comes gracias a tu trabajo aunque éste te lo haya proporcionado un catalán. Y tienes que estarme agradecido porque te he dado trabajo en la misma medida que yo debo estarte agradecido porque lo haces bien.
Entro en un tema resbaladizo sabiendo que se puede interpretar mal, pero creo en la libertad de expresión y en mi derecho a opinar.
Llegué a Barcelona a finales del mes septiembre de 1971 e inicié mis clases en la Universidad en los primeros días de octubre. Como no soy una lumbrera, he tenido que estar muy atento a las temas que me impartían si quería sacar algo en claro; por eso siempre procuré sentarme en las primeras filas. La primera lección del día era de la asignatura Geometría Lineal, a cargo del catedrático Sr. Teixidó. No me enteré de nada de lo que dijo y no fue por incapacidad de seguir sus razonamientos sino porque mi oído no estaba acostumbrado a su acento. Entendí mejor la clase de Cálculo Infinitesimal a cargo del señor Bobillo pero, al margen del acento, los alumnos preguntaban indistintamente en castellano o catalán y ambos profesores respondían en el idioma en el que eran requeridos. En los días siguientes comprobé que esa era la pauta en la Universidad de Barcelona y que me sería muy conveniente aprender catalán aunque sólo fuera para entender lo que me decían.
Fue a principios de 1972 cuando, en el estanco que había en la planta baja del edificio donde vivía mi novia, vi un cartelito que anunciaba clases de catalán subvencionadas por el Ayuntamiento de Barcelona, a la sazón presidido por Viola Sauret (creo). Eran dos días de clase a la semana por un precio de 20 duros el trimestre.
Reconozco que aprendí poco. Las clases se centraban en Gramática y Ortografía para personas que ya hablaban catalán y a mí la hora se me hacía muy larga. Aprendí que se dice bustia en vez de busó, sinqué en lugar de quintu, vestidor en vez de vestuari o que no es correcto decir mostruari porque, en realidad, la palabra correcta es mostrari. Poco más. El resto de lo que sé (que no es mucho) lo he aprendido en conversaciones familiares, viendo la tele o leyendo el diario porque en todas las empresas en las que trabajé predominaba el castellano. Pero hoy, en mi casa, en las reuniones con mis amigos, nos juntamos gentes de las que unos siempre hablan en castellano, otros lo hacen en catalán y otros utilizan uno u otro idioma según a quien se dirijan. Y nos entendemos todos.
Quiero decir que los más interesados en aprender catalán somos los que venimos de fuera aunque sólo sea por el hecho de no sentirnos diferentes y “discriminados”. Quiero decir que me parece muy loable que existan asociaciones, plataformas o gobiernos que se preocupen por el fomento de su lengua. Y quiero decir que rechazo y que siempre lucharé contra cualquier imposición que se me haga, sea o no de ley; es como yo entiendo la libertad y la democracia. Salva o yo aprenderemos catalán por convencimiento, por entender que nos es necesario para vivir en Catalunya y porque es algo que le debemos a los catalanes que nos acogieron. Pero no por güevos.
Si Plataforma per la Llengua nos lo facilita, es decir, me pone un tío que me venda los periódicos y no me robe, Salva asistirá a clase de catalán todos los días hasta que lo sepa correctamente. Es lo que quiso hacer el alcalde Viola con los barceloneses de 1972, que hablaban un catalán aprendido en la calle. Un catalán que le habían hurtado en los colegios y escuelas. Y algo parecido es lo que pretende Plataforma per la Llengua: hurtarme los clientes al “discriminar per motius lingüístics” (Gran Enciclopedia Catalana) a Quiosquero y a Salva.
Y una advertencia. Tal y como está el mundo del quiosco y tal como se prevé su futuro próximo es más que probable que lleguemos a echar de menos (en Barcelona) un dependiente de origen hispanoamericano porque la profesión de quiosquero va camino de ser un trabajo marginal al que sólo accederán moros, rumanos, chinos, paquistaníes… y, gracias a Dios, algún inmigrante que nos entienda aunque sea hablando castellano.
Por cierto. El citado cartel ya no ocupa el lateral del quiosco. Debe haberlo arrancado la Contra.
28 Comments:
ha raiz del mensaje de un tal Jordi Rizo al quiosquero, me ha aparecido una luz en el camino,
ha lo mejor se hace realidad el clamor popular, de un cambio de junta, que realmente mejore las cosas.
Estimado quiosquero:
Hoy he visto en un blog que suelo leer frecuentemente (tinta en la sangre) el siguiente articulo publicado en ABC "Luz verde para convertir los quioscos en multitiendas".
Es una ordenanza municipal de Madrid que pretende, según dice el articulo, "amortiguar la crisis economica en muchos de estos establecimientos".
Yo creo que es positiva para nosotros pues nos dejan ampliar el tipo de artículos que ya vendíamos y regula la concesión de kioscos (tienen que guardar una distancia minima entre ellos).
Aver si esta manera de pensar se impone en el resto de la peninsula y se para la voragine que impera por parte de las distribuidoras que dan autorizaciónes sin importar distancias, ni si crean competencia desleal (licencias a panaderias, supermercados,...) fomentan las subdistribuciones y en definitiva persiguen la marginacion del kiosco tradicional.
!!!AVER SI ALGUNA AUTORIDAD PUBLICA NOS DEFIENDE, COÑO¡¡¡
Un saludo
Pues yo soy catalano parlante y visto lo que escribes, si alguien a discriminado aquí es la señora del abrigo. A ver, que por ley en un establecimiento te tienen que atender en tu idioma, pero si ves que alguien no te entiende, pues cámbiate de idioma, así te atienden bien y de paso aprendre alguna palabra más... La verdad, la gente tiene muchas ganas de tocar los huevos...
Parece que ya has pasado el periodo de reflexión, ahora ya puedes contestar a todos los que te preguntamos, de presentarte a las elecciones de la asociación con todo un equipo nuevo y como presidente, creo que has trabajo en ello y lo mereces
CLASICOS DEL HUMOR DE RBA
1º Y 2º ENTREGA50% DTO SUSCRIPCION
OBSEQUIOS SOLO PARA SUSCRIPTORES
SORTEOS " " "
LA PLATAFORMA
Desde luego hace falta un cambio urgente de junta, gente que tenga un poco de respeto y que su única defensa no sea meterse con los demás.
Lo único que se necesita es una persona con sentido común y que no se deje "tentar por las promesas" de las distribuidoras. Creo que se entiende perfectamente
24/1/09 21:59
KIOSQUERO BIZKAIA, CUENTANOS COMO TE VA LO DEL KIOSQUERO INFIEL, ME DOLERIA ENORMEMENTE QWUE NADIE TE AYUDARA.
PARECE SER, QUE CUANDO UN TEMA EMPIEZA HA TOMAR CIERTA EMBERGADURA, SE CREA TEMA NUEVO, Y SE ACABO.
(LAS ELECCIONES)
Muy bien ha llegado el momento que algunos estabamos esperando.
Si compañeros hay que apoyar una junta que no cometa los mismos errores.
-Que no sa presidencialista(como es ahora quela junta no cuenta para nada)
-Que no divida mas el secctor con expulsiones por discrepancias con la gestion de la asociacion (que trabage por unificar a todos los quiosqueros )
-Que tenga su quiosco abierto (y no venda prensa en el bar)
-Que sea un buen gestor y no un empleado de las distribuidoras y Cemusa.
-Que rompa con los vicios del pasado y mire hacia el futuro mercado.
Que haga que la asociacion sea transparente y no un bunquer restringido a 2 o 3 personas
Adelante compañeros votad el cambio (el que sea ) pero este presidente que se valla a servir cafes que es su actividad.ANONIMO
Compañero 12:41
Mañana escribo un email y ya lo hare saber en el blog del kioskero.
Estaros seguros que si consigo algo os lo haré saber pues todos nos podemos beneficiar de la experiancia de cada cual
Un saludo y gracias
quiosquero,
quiero saber si te presentas a las elecciones
quiosquero, siempre has contestado, por los menos a las preguntas que merecen respuesta,
como es saber si presentas candidatura,el silencio, parece tambien una respuesta, pero no la que se espera de ti
Ni puto caso te hacen, Quiosquero; tú venga a denunciar los desmanes de catalanismo extremista y aquí el personal sigue dale que te pego a las elecciones.
Me pillan lejos y ajenos los problemas de esa asociación, yo estoy en Galicia, pero creo que Quiosquero ya habrá leido la pregunta y contestará cuando crea conveniente. La insistencia resulta pesada y afearle el no darla, de muy mala educación.
Los extremismos -y vamos al turrón- no son buenos. Los que pretenden hacer obligatorio un derecho, mucho menos. Al final el tema de la lengua se reduce a un problema de educación. Aquí, de momento, hablamos gallego o castellano indistintamente y nos entendemos todos, y a nadie se le ocurre quejarse cuando un inmigrante -o un oriundo, que los hay- solo conoce el castellano. Como somos muy educados, la hablamos en el idioma en el que nos entiende, y aquí paz y después gloria.
La señora del abrigo es, simplemente, una maleducada. Y una imbécil.
A mi también me pillan lejos y ajemos los problemas de esa asociación pero el seguir los relatos de quiosquero hace años me hace sentirme cercano a su persona, eso además de compartir los problemas del oficio.
Espero que no os lo toméis a mal, creo que estáis demasiado influenciados por lo de Obama en los Estados Unidos. No se si habéis pensado en el lio en que pretendéis meter a nuestro amigo, no hace mucho ha tenido que meterse un muelle para que le funcione la bomba, ahora mismo está de baja laboral. ¿Que queréis? ¿Acabar con la lucidez de quien es capaz de expresar, a través de este blog y de manera brillante, lo que padecemos y sentimos los kiosqueros?
Que no quiosquero, que es una putada si aceptas, que lo hacen con muy buena intención y es una muestra de lo mucho que te valoran pero, sin querer, te estan echando a los leones, además, creo que la mayoría, sin siquiera dar la cara.
Yo propongo a Plataforma para que presida vuestra asociación.
xeanpaul habla con propiedad, y a raiza de lo que dice, buen consejo da, el quiosquero asi como esta aporta mucho, y esta cuidado, de todas las formas, si estuviera perfectamente del todo, no creo que aceptara otra responsabilidad que la de ser un nuevo presidente para todos.
Haber, señores, sea quiosquero, sea el otro que se presenta, si no hay una candidatura, que cambios quereis, sin candidatura, no hay cambios,lo que habra, seran reajustes a lo ya establecido.
Vamos, vamos, que cada día somos más. Venga, a registrarse ¡ ya !.
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OBAMA QUIOSQUERO
Supongo admirado Quiosquero que te habras dado cuenta, y si no ya te lo digo yo,que existen unas verdaderas ganas dentro del colectivo de un CAMBIO.Cada vez hay mas gente que se manifiesta asi ya sea dentro de tu blog o a nivel personal.Para que eso por fin se produzca, hace falta que alguien con carisma, con personalidad, con empatia salga al ruedo y se presente como candidatura alternativa a esa junta apoltronada y viciada, carente de espiritu de lucha y sin aportar ninguna solucion a los muchos problemas que tenemos todos.Y ese alguien sin duda eres tu.Ya se que, para gente como tu, sin ningun tipo de afan de protagonismo ni de afande poder, siendo una persona totalmente integra y con una salud delicada, eso puede ser una "putada".Pero en la vida hay que mojarse, hay que significarse, hay que COMPROMETERSE y si como he dicho antes por razones de salud no te ves con fuerza, convence a gente de tu entorno o confianza para que se presenten respaldados por ti.Tu eres nuestro Obama y JUNTOS PODREMOS
Soy Leones de Nacimiento y mi Mujer Murciana tengo que decir que aunque los tontos no tienen nacionalidad me he topado con alguno normalmente aqui en Barcelona no suele haber problemas con el idioma y a veces los que somos castellanos o descendientes somos peores que los que son catalanes de pura cepa que por cierto no creo que queden muchos.
Quiosquero piensatelo Bien tu salud es lo primero.
A quien pueda interesar:
A petición de AEGVP de Granada, he contado mi caso -venta prensa en panaderias- en el blog
http://www.vendedoresdeprensa.com/
Espero,quiosquero, que me perdones por utilizar tu blog.
Gracias
segun noticias oficiales el sr. quiosquero a fichado por la candidatura del señor collado por eso no contesta que desilusionnnn, que pena
Casi me meo de la risa con lo de Obama XDDDDDDDDDDDD
Shelley, The OnlyGuán :D
ANONIMO DE 15:49
Espero q esa sea una noticia lanzada al vacio jeje xq sino como usted dice menuda desilusion, ahora no hacen falta parches a esta situacion, hace falta cambiar todo.
Talvez no consigamos nada pero lo intentaremos.
SIGO ESPERANDO QUE EL SEÑOR JORDI RIZO DE UN POCO MAS DE DETALLES PARA LA GENTE QUE QUIERA AYUDAR AL CAMBIO COMO CUALES SON SUS PLANES O SUS IDEAS
ENLACE
Sé que no es este el tema, pero voy a tomarme la libertad de poner un enlace que me gustaría que visitaran.
Gracias,
¡PLATAFORMA PRESIDENTE!
Muy simpático y elocuente, señor Quiosquero, vayan por delante mi admiración, mis respetos y mis disculpas por la tochana que le he escrito, se lo digo sinceramente, pero me ha inspirado usted, mire qué cosas... y me encantaría que revisara un poco su visión del mundo, aunque sólo sea por prestar un poco de atención a otras.
Igual si monta el chiringuito en una ciudad alemana (en el hipotético caso de que usted no se cosque ni del saludo en alemán) no sienta la imposición de aprender el alemán y lo aprenda voluntaria y rápidamente por puro respeto a los lugareños y por puro sentido común. Claro que siempre podría usted dedicarse a cualquier otro oficio que no conlleve la atención al público y vivir en esos lares sin integrarse salvo en lo que toque a (casi escribo españoles) los (vete a saber cuantos) hispanohablantes que tenga la suerte de encontrarse, si es que encuentra alguno.
Esto no es Alemania, pero esa es la misma libertad y la opción personal que usted defiende con pasión y por encima de cualquier otra noción, al margen de ética, lógica, concordia, apertura mental, respeto y sentido común. No le pongamos límites a la libertad sea cual sea la sinrazón a la que justifique. La libertad... suena tan bien que es la excusa perfecta de todo aquel que no tiene argumentos para lo inargumentable.
En Alemania no sé si le boicotearían el negocio o no por su incapacidad voluntaria para comunicarse en el idioma vehicular y oficial. Pero no sería competencia para cualquier otro quiosquero germanohablante (sírvase mirarme en el bilingüe de la EC o en la RAE si el término es correcto y corregirme si es necesario, no le vaya a ofender mucho con mis imprecisiones y no se fije en lo que intento decirle) ya que de poder elegir, cualquiera compraría donde al menos pueda mantener una mínima conversación con el dependiente y me temo que pocos clientes le serían fieles como para mantener el bisnes a flote. Imaginando la situación, me da que le considerarían o un imbécil de baba o un soberbio acomplejado o simplemente no tratarían de entenderlo y le ignorarían.
Esto no es Alemania y yo claramente podría entenderle si entro en su quiosco, a usted y a su asalariado, sin esfuerzo. Como mera cliente me da igual si han llegado a Barcelona ayer o hace 40 años, si hablan catalán o no, si lo entienden o no. Esto no es un problema de comprensión ni de comunicación, me congratula que no me haga la demagogia de reducirlo a eso. Pero como ser humano y como catalana, simplemente apunto que todos los catalanes (aquí una pura cepa) tienen el derecho reconocido jurídicamente a ser atendidos en catalán en Cataluña. Igual que los alemanes lo tienen a ser atendidos en alemán en Alemania (aunque no les haga falta una ley tan absurda) y al igual que los castellanoparlantes en castellano en España, incluso por los quiosqueros catalanes de Cataluña.
A diferencia del alemán y el castellano, que no corren ningún peligro sociolingüístico, el catalán vive desde hace más de un siglo una situación diglósica y si existen políticas de normalización lingüística del catalán (y no del castellano, ni del alemán) en Cataluña es precisa y únicamente por encontrarse es tal situación, es decir, minorizado respecto a otra lengua, el español (igualmente oficial en la región aunque impropia de la misma) y, por tanto, en camino hacia su práctica desaparición por asimilación. Y todo ello a pesar de que el catalán sea la lengua propia de Cataluña y de los catalanes, como el alemán de Alemania y el español de... las castillas, dicho sea de paso. Esto ya ha ocurrido con otras lenguas, no es que los del Consorci sean unos cenizos y los de la TV3 unos agonías.
Fíjese que puestos a elegir yo preferiría comprar a un marroquí, argentino, escocés, murciano o barcelonés que me entienda y responda en catalán si me dirijo a él en catalán, que a su asalariado o usted. Lo que me molesta no es la incapacidad de atenderme en mi lengua propia sino la hipocresía de los que emigran a donde sea, cosa que indefectiblemente se hace para obtener algún beneficio, ya sea económico, personal, político o cultural, y sienten como una molestia "impuesta" el hecho de integrarse lingüísticamente. Cuando negarse a hacerlo no es meramente un eufemístico ejercicio de la libertad personal, que termina donde empieza la de su prójimo por cierto, sino también, en términos legales, una violación de los derechos lingüísticos de la ciudadanía. Además por descontado de un acto de egoísmo, soberbia e ingratitud, una falta de consideración y de respeto a la gente y a la cultura que le acoge y hasta una falta de lógica y de sentido común si me apura.
Claro que mientras no sea una falta de libertad no hay problema... en tanto que una opción libre y personal para algunos será siempre inapelable. En cualquier caso las elecciones libres no me negará que pueden ser objeto de juicio moral, o tampoco?
Usted no quiere que se le "imponga" conocer y usar la lengua propia y cooficial del lugar donde libre y voluntariamente reside y se lucra. La señora del abrigo largo tiene derecho a ser atendida en su lengua nativa, propia, oficial y cuyo uso ha elegido libremente ejercer y fomentar. Quién es más libre? Quien es más sensato? Quién impone a quién? No nos hable de imposiciones y de libertad a los catalanes, si es que se ha molestado en conocer algo de nuestra cultura, historia y sentimientos visto que nuestra lengua no le interesa y nos ha dejado claro que para usted es sólo una obligación, una jodienda, un mero código verbal para no quedar como un ignorante y una herramienta de marketing para no perder clientes.
Le deseo lo mejor y que lo merezca.
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Estimada anónimo:
Vayan por delante mis disculpas por no haber detectado su mensaje hasta ahora y, en consecuencia, no haberle dado contestación.
Ya decía que entraba en un terreno resbaladizo conociendo como conozco que los catalanes, los de pura cepa y els altres, llevamos las cuestiones de idioma a flor de piel. Hecho que, no obstante, no se traduce en la calle en nada que no sean ganas de entendernos, gracias, hay que reconocerlo, a los catalanohablantes que son los que siempre ceden.
No me parece afortunado el símil alemán puesto de tratamos de dos realidades sociales muy diferentes; mientras que en Alemania sólo se habla alemán, los emigrantes que vienen a Barcelona lo hacen en la creencia de que aquí pueden entenderse en catalán o castellano. De todos modos, cuando en 1964 el régimen celebraba los 25 AÑOS DE PAZ y La Codorniz, en edición secuestrada, por supuesto, titulaba 25 AÑOS Para Alemania Zumbando, había unos 2 millones de españoles emigrados. Esta cifra continuó hasta la crisis del petróleo del 73-74. De los 14 ó 15 emigrados que he conocido, ni uno solo, es decir, ninguno volvió hablando alemán y sus hijos estuvieron escolarizados en castellano. Es de suponer que los que se quedaron acabarían aprendiendo el idioma por su propio bien.
Lo que en mi post trato de resaltar es que la Señora del Abrigo Largo está en su perfecto derecho de pedir que se le atienda en catalán; la Señora del Abrigo Largo está en su perfecto derecho de elegir en que quiosco compra la prensa; pero la Señora del Abrigo Largo llevaba 2 años y 9 meses comprando la prensa a mi empleado sin que hubiera habido un solo roce hasta la aparición del panfleto en mi quiosco. Plataforma per la Llengua coacciona a mi empleado y a mis clientes.
Por cierto, la semana pasada hube de visitar al oculista (de la Seguridad Social) Dr. Azzam Hijazi que, más o menos, me atendió en castellano. Eché en falta un cartel de Plataforma per la Llengua denunciando que esta empresa (Seguridad Social) discrimina el catalán.
Saludos cordiales.
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