Barcelona neta (limpia)
Abril de 1998. Praga, 30 años después de la primavera de Praga.
Caminábamos por una de las calles adyacentes a la Plaza de la Ciudad Vieja, a la espalda de la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn cuando, procedente de la plaza, apareció un chico que quitaba el envoltorio a un pastel o bocadillo. Con el papel amasó una bola y, al pasar a nuestra altura, la lanzó hacia una de las múltiples papeleras de la calle. Una ráfaga de aire hizo que fallara el enceste y arrastró el papel en la dirección contraria hacia la que el joven caminaba. Se sonrió, volvió sobre sus pasos, alcanzó la bola de papel y, esta vez sin adornos, la echó a la papelera. Debió ver nuestra cara de sorpresa porque nos obsequió con otra sonrisa y un ligero saludo con la cabeza.
Todo el centro histórico de Praga es peatonal. Cada 30 ó 40 metros hay papeleras, que, extrañamente para nosotros, se mantienen impecables en cuanto a conservación. Y el asfalto, adoquín, cemento o cualquier otro material de que esté hecho el piso, está libre de papeles, peladuras y porquerías. Da la sensación de que lo acaban de barrer y fregar. No sé cómo ha sido posible conseguir tal milagro; quizá los años de comunismo y puño cerrado; quizá las multas que impone la guardia urbana; o, quién sabe, quizá la educación de sus habitantes. Lo cierto es que los turistas que procedemos de países más guarros nos atenemos a sus costumbres y nos abstenemos de ensuciar sus calles.
Hemos contado varias veces que, aquí, junto al quiosco, había una papelera en cada esquina hasta que arreglaron los pasos de peatones para poner rampas para minusválidos y otros especímenes incapaces de sortear el bordillo. Nos llegó de oídas que la empresa que preparaba y pulía las piedras para rampas era de no sé que primo de no sé que alcalde o concejal. Fuese lo que fuese, la papelera que quedaba a la derecha del quiosco (según la posición del quiosquero) la hicieron invisible por considerarla innecesaria: para eso estaba el quiosco que, al fin y al cabo, es una concesión del ayuntamiento apta para recoger la mierda de los ciudadanos y pueblerinos que a su vera pasan.
En 5 años nos ha pasado casi de todo en relación con los clientes, llamémosle, curiosos (en su acepción de limpios). Aunque lo normal es que el cliente o no cliente tire su porquería directamente sobre la acera o, haciendo un gran esfuerzo, junto al tronco del árbol más próximo; como los perros cuando mean, pero si levantar la pata.
Claro que la imaginación humana nunca alcanzará su límite rocambolesco. Hace un rato ha aparecido la Señora de la Piedra Equina con una bolsa de plástico ensartada en su bastón.
- Hay que ver lo poco considerada que es la gente; tiran las bolsas sobre la acera sin pensar que si una persona mayor la pisa puede hacerse mucho daño.
Y ha continuado con su andar un tanto renqueante hacia el paso de peatones. Ha sido visto, no visto y visto de nuevo porque enseguida ha vuelto a aparecer con la bolsa en la punta del bastón.
- ¿Se ha fijado en que han quitado la papelera?
- Va para tres años –no recuerdo en qué fecha la quitaron, pero algo tenía que decirle-.
- Cada día estamos peor. Estos del ayuntamiento sólo valen para cobrar impuestos.
Y con las mismas ha encarado la puerta del quiosco.
- Tome, tírela usted porque aquí en medio puede ocasionar una desgracia.
Ha sacudido el bastón hasta desprenderse de la bolsa, que ha caído dentro del quiosco, y ha continuado su paseo.
¡Barrendeeerooo!
Si yo tuviera una escoba…
Caminábamos por una de las calles adyacentes a la Plaza de la Ciudad Vieja, a la espalda de la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn cuando, procedente de la plaza, apareció un chico que quitaba el envoltorio a un pastel o bocadillo. Con el papel amasó una bola y, al pasar a nuestra altura, la lanzó hacia una de las múltiples papeleras de la calle. Una ráfaga de aire hizo que fallara el enceste y arrastró el papel en la dirección contraria hacia la que el joven caminaba. Se sonrió, volvió sobre sus pasos, alcanzó la bola de papel y, esta vez sin adornos, la echó a la papelera. Debió ver nuestra cara de sorpresa porque nos obsequió con otra sonrisa y un ligero saludo con la cabeza.
Todo el centro histórico de Praga es peatonal. Cada 30 ó 40 metros hay papeleras, que, extrañamente para nosotros, se mantienen impecables en cuanto a conservación. Y el asfalto, adoquín, cemento o cualquier otro material de que esté hecho el piso, está libre de papeles, peladuras y porquerías. Da la sensación de que lo acaban de barrer y fregar. No sé cómo ha sido posible conseguir tal milagro; quizá los años de comunismo y puño cerrado; quizá las multas que impone la guardia urbana; o, quién sabe, quizá la educación de sus habitantes. Lo cierto es que los turistas que procedemos de países más guarros nos atenemos a sus costumbres y nos abstenemos de ensuciar sus calles.
Hemos contado varias veces que, aquí, junto al quiosco, había una papelera en cada esquina hasta que arreglaron los pasos de peatones para poner rampas para minusválidos y otros especímenes incapaces de sortear el bordillo. Nos llegó de oídas que la empresa que preparaba y pulía las piedras para rampas era de no sé que primo de no sé que alcalde o concejal. Fuese lo que fuese, la papelera que quedaba a la derecha del quiosco (según la posición del quiosquero) la hicieron invisible por considerarla innecesaria: para eso estaba el quiosco que, al fin y al cabo, es una concesión del ayuntamiento apta para recoger la mierda de los ciudadanos y pueblerinos que a su vera pasan.
En 5 años nos ha pasado casi de todo en relación con los clientes, llamémosle, curiosos (en su acepción de limpios). Aunque lo normal es que el cliente o no cliente tire su porquería directamente sobre la acera o, haciendo un gran esfuerzo, junto al tronco del árbol más próximo; como los perros cuando mean, pero si levantar la pata.
Claro que la imaginación humana nunca alcanzará su límite rocambolesco. Hace un rato ha aparecido la Señora de la Piedra Equina con una bolsa de plástico ensartada en su bastón.
- Hay que ver lo poco considerada que es la gente; tiran las bolsas sobre la acera sin pensar que si una persona mayor la pisa puede hacerse mucho daño.
Y ha continuado con su andar un tanto renqueante hacia el paso de peatones. Ha sido visto, no visto y visto de nuevo porque enseguida ha vuelto a aparecer con la bolsa en la punta del bastón.
- ¿Se ha fijado en que han quitado la papelera?
- Va para tres años –no recuerdo en qué fecha la quitaron, pero algo tenía que decirle-.
- Cada día estamos peor. Estos del ayuntamiento sólo valen para cobrar impuestos.
Y con las mismas ha encarado la puerta del quiosco.
- Tome, tírela usted porque aquí en medio puede ocasionar una desgracia.
Ha sacudido el bastón hasta desprenderse de la bolsa, que ha caído dentro del quiosco, y ha continuado su paseo.
¡Barrendeeerooo!
Si yo tuviera una escoba…
8 Comments:
Pues vaya con la señora... Y parecía limpia, ¿no? Sólo le faltó pedirte un pariódipar de revistas -gratis, claro-, para envolver la mierdecilla... ¡Qué cosas, señor, señor!
Perdón por el despiste en mi post... Quería decir "... pedirte un periódico o un par de revistas..."
Cosas que pasan. Las prisas, ya se sabe...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jejeje a mi me han pedido bolsas, para recoger la mierda de su perro, y que por supuesto no se preocupan de llevar encima, me han tirado hacia dentro la envoltura de un paquete de tábaco a la voz de "tira esto por ahí" y de los cartonajes ya ni te cuento, pero es que para recochineo hay una papelera acada lado del quiosco, un contenedor enfrente y otro a unos 10 metros a la izquierda.
Del Ayuntamiento llega el abuso a un grado tal, bueno no del ayuntamiento sino de el y de Diputación (bien elegido el nombre por que lo de puta les va que ni pintado), que nosotros los quioscos de calle ¡¡que no pagamos agua ni basura!!, ya que no tenemos la concesión de tales servicios, nos cobran 85 € por tasa de reciclaje, lo mismo que a un bar de 100 mts2, lo mismo que a una oficina, lo mismo que a una tienda, un restaurant, etc cuando nosotros no generamos basura (recordemos que todos los envoltorios repercuten en el cliente final, las cinchas yo las reciclo con la devolución y el cartonaje lo mismo), por lo tanto pago por pagar, como nos tienen ya aconstumbrados.
El Ayuntamiento y sus "señores de la limpieza" esquivan el quiosco mejor que los conos Carlos Sainz en un slalom; este fin de semana sin ir mas lejos sucedio lo siguiente: vienen barriendo la acera por mi lado, al llegar a mi altura, ven que hay un monton de tierra tirada al lado y enfrente del kiosco, correspondiente a los maceteros que ha puesto el ayuntamiento a los lados, y saltan a la cera de enfrente (algo "sarasillas" si que son) y continuan limpiando por allí hasta que sorteado el kiosco vuelven a cruzar y prosiguen con su labor de "limpieza selectiva" (mira, como los nazis). En fin que pretenden que yo que pago 85€ por reciclar basura que no genero, que me "agreden" al kiosco con tierra de unos maceteros del ayuntamiento, encima como digo, quieren que sea yo el que les barra la acera para que así sigan diciendo que Ponferrada es la ciudad mas limpia otro año más.....
En fin cada vez nos sacan algo nuevo por lo que "todo el mundo" nos pueda jdr.. un poco más.
Saludos
Pues 85 no es gran cosa frente a los 200 que pago yo en Barcelona y por supuesto que tambien reciclo los cartones los llevo al contenedor correspondiente igual que los plasticos y los flejes es caso es recaudar y eso que dicen que ayudan al pequeño comercio (sera a caer)
Quiosquero, tenías que ver a mi hijo las broncas que les mete a los que vé que tiran los papeles al suelo. "Oiga señor, que lo ha tirado fuera". Yo pongo cara séria y espero a ver la reacción del susodicho. Casi todos pasan de recojerlo pero alguno a habido que a recojido el papel y lo ha metido en la papelera.
Saludos de los alicantinos.
Encantado de verte por aquí, alvarhillo. A ver si las nuevas generaciones son capaces de mejorar la educación general.
Un abrazo a los tres.
Gracias quiosquero, sigo entrando en tu blog pero ultimamente ando muy liado con asuntos familiares y a veces tengo que leerme de un tirón seis o siete entradas por que apenas puedo ponerme ante el ordenador.
Si quieres echarte unas risas entra aquí y veras a mi niño hecho un delincuente.
http://alvarhillo-eltragn.blogspot.com/2010/03/mi-hijo-el-traficante-de-armas-el-otro.html
Otro abrazo para vosotros.
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