La rentabilidad de Loto Catalunya

Que la profesión de vendedor de prensa está mortalmente herida puede ser discutible pero el hecho cierto es que se está muriendo. O que la estamos muriendo entre todos. No hay más que ver los porcentajes de beneficio de los productos que llegan al quiosco y que se presentan como sustitutivos del descenso de ventas en prensa y revistas, cuando no como la salvación misma de un oficio en decadencia, para ver por dónde van los tiros. Pero no hay que mirar al futuro para ver los negros nubarrones que se ciernen sobre nosotros; basta con analizar alguno de los productos que hoy se suministran en los quioscos.

He hablado muchas veces de las ventas de la super rentable T10; con un margen del 1,7% (2,34 si se compra en la Asociación de Vendedores de Barcelona y no contamos el coste del desplazamiento), sigue siendo uno de los productos que engordan engañosamente la caja y que, al menor descuido, convierte los beneficios en pérdidas. Los vendedores de prensa continúan vendiéndola y se ponen mil excusas para justificar un mercado que hasta las Cajas de Ahorro se niegan a realizar.

Como de esto ya hemos hablado suficiente, vamos a cambiar el tercio para no hacernos pesados en exceso. Aunque, como la mayoría de gente que habla (o escribe) mucho, cuento bastantes cosas de oídas, a veces me gusta comprobarlas antes de ponerme a hablar de ellas. Así, hace algún tiempo, realicé un experimento con otro de los productos “rentables” del quiosco; tan rentable que alguna distribuidora ofrece ampliarlo de modo que, en condiciones similares de rentabilidad, podamos también vender el Cupón pro Ciegos (es la denominación con que se dio a conocer), el Cupón pro Cojos y cualquier otro Cupón pro que se ponga en el mercado. Hoy toca hablar de la Loto Catalunya.

La Loto incluye un montón de juegos, a saber, 6/49, Súper 10, Trío, Loto Exprés y Loto Rapid en distintas modalidades y precios. El equipo necesario está formado por antena (colocada en la terraza), receptor, radio, módem o como se quiera llamar, y el aparato de la Loto (propiamente dicho) que, en forma compacta, se compone de procesador, teclado, pantalla e impresora. Todos ellos (los componentes) conectados entre sí por cables twinaxiales y otros cables que ni son twin ni son axiales. Un cuarto de mostrador dedicado a este rentable negocio.
Tanto los juegos controlados electrónicamente como la Loto Rapid (“rascas” para el vulgo), que precisa de contenedores aparte, dan un rendimiento del 5% bruto. El vendedor está obligado a pagar los premios inferiores a 120€, de forma voluntaria puede pagar premios hasta 180€ y, de ahí en adelante, puede emitir un taloncito para que el cliente cobre en el banco o en las oficinas de la Loto.
Mensualmente se recibe la factura resumen. Aparece el total de ventas, el total de premios pagados, el total cobrado por Loto Catalunya y el importe que le ha quedado al vendedor, importe al que se le suma el correspondiente IVA y se le retiene el correspondiente IRPF. Hay, además, un cargo de 3,01€ más su IVA, en concepto de servicios.

El experimento fue el siguiente: un domingo por la mañana desconecté todos los aparatos de la Loto y apunté el número de kilowatios que marcaba el contador de electricidad. Durante una semana mentí a mis clientes y les dije que se me había estropeado la máquina. El domingo siguiente volví a conectar los aparatos y tomé nota del registro del contador, operación que repetí siete días después. El resultado fue que, en una semana, la Loto Catalunya gasta 11 kilowatios, es decir, 572 kw. al año. Este dato lo trasladé a la declaración de renta de 2008 (era la última que había hecho) y obtuve los siguientes resultados:
1.- Los 572 kw. adicionales tienen un coste de 75,59€, impuestos incluidos.
2.- El importe a pagar en la declaración de renta aumentó en 582€.
3.- El cargo de servicios auxiliares fue de 41,88€

En resumen: disponer de Loto Catalunya me costó 699,47€.
Mire el vendedor de prensa la ganancia anual que le proporciona Loto Catalunya y determine si le es rentable dedicarle un cuarto de su mostrador y soportar durante 362 días el calor y el agradable zumbido que emite el dichoso aparatito.
Con semejante invento, en 2008 yo gané 28,54€/mes, es decir, el 1,64% de los 20.840€ que vendí.