Zapatero, ¡a por nuestros zapatos!

Nota de oídas.- Me acaban de informar que el Pleno del Ayuntamiento del día 5/02 aprobará la remodelación de los quioscos de Ramblas y las pautas que habrán de seguir los restantes vendores para adherirse al plan municipal.

No soy político porque atesoro múltiples carencias entre las que destaco tres: se me nota cuando miento, me falta labia y agilidad mental para rebatir las argumentaciones contrarias y, sobre todo, no estoy capacitado para tomar decisiones que influyan en la vida de otros.
En una dictadura sería distinto. Como no hace falta dar explicaciones, no se miente; como no hay debate de ideas, no hay que rebatir las contrarias; y respecto a la capacidad… es suficiente con obedecer y transmitir las órdenes que “vienen de arriba”.

Nuestros políticos aprendieron durante la dictadura o aprendieron de maestros que habían aprendido durante la dictadura, y se les han pegado algunos métodos. Si algo les estorba, lo prohíben; si algo necesitan, obligan. Y lo hacen tomando medidas populistas de modo que no espanten a su electorado. Cuando los gobiernos necesitan dinero, lo normal es congelar el sueldo de los funcionarios con la excusa de que son unos privilegiados por tener el empleo fijo, o suben los impuestos del alcohol y del tabaco, que gozan de mala prensa, ya que la subida sólo afecta a los borrachos y a los maleducados de los fumadores. Y en cada legislatura nos hablan de la buena salud que goza nuestra Seguridad Social pero que habrá que retrasar la edad de jubilación ya que la esperanza de vida va en aumento y no hay derecho de que a un trabajador se le obligue a jubilarse cuando todavía puede ser rentable para la sociedad. Y entremedio insertan alguna medida que ocupa titulares pero que la práctica se queda en nada.

Eran algo más de las tres de la tarde de hace varios meses cuando sonó el teléfono.
- ¡Diga!
- Cuñao, ¿has oído al Zapatero?
- No. Estoy en el quiosco.
- Pues acaba de decir que esta misma tarde presentará en el Consejo de Ministros un Decreto Ley por el que los minusválidos podrán jubilarse antes de la edad reglamentaria.
- O has oído mal o hay gato encerrado.
- ¡Hombre, lo acaba de decir en televisión!
Lo vi en casa por la tarde. Lo dijo delante de la Asociación de no sé qué de minusválidos.
- Hay que premiar a los que hacen un sobreesfuerzo para vivir –concluyó-.
- ¿Sabrá usted, inútil, lo que es hacer un sobreesfuerzo? –pensé-.

El sábado buscamos la noticia en el periódico.
ZAPATERO ADELANTA LA EDAD DE JUBILACIÓN DE LOS MINUSVÁLIDOS A LOS 58 AÑOS.
- Dice a los 58… -Quiosquera es optimista.-
- Espérate a leer la letra chica.
“La medida afectará a los afectados de parálisis cerebral y esclerosis múltiple”
- En definitiva a aquellos que tienen una esperanza de vida inferior a la media –dijo el Presidente en el telediario-.
O sea, a los que están a punto de palmar. Eso es más acorde con una política de izquierdas.
No había hablado de ello por ser individuo afectado (o desafectado) y pudiera pensarse que uno sólo se rasca cuando le pica.

Ya estaba en marcha la medida populista; no hay que olvidar que el lector se queda con el titular y por el titular parecía que la medida se aplicaba a todos los lisiados. Quedaba la parte dura que no se hizo esperar: Se retrasa la edad de jubilación hasta los 67 años empezando por los nacidos en 1948, a razón de dos meses por año. En medido, una declaración de principios:
- Jamás tomaremos una medida que restrinja los derechos de los trabajadores.
Además de la argumentación del aumento de la esperanza de vida, nos doraban la píldora afirmando que, tal como estaba la ley laboral, era poco menos que un crimen que determinadas personas se jubilasen a los 65 años cuando todavía tenían mucho que decir en nuestra sociedad. Pues que lo digan. No es obligatorio jubilarse a los 65; los que quieran pueden seguir. El único objetivo es pagar dos años menos de jubilación… a los que lleguen. Porque, tal como está el patio, a los 50 te dan la boleta (edad a la que, según los empresarios, todos nos volvemos gilipuertas menos ellos) y como no has cotizado los últimos 17 años se ahorran la jubilación entera. Y, mientras tanto, las grandes empresas siguen jubilando a sus empleados con 52 años. Y la mitad de los jóvenes están sin trabajo. Y pagamos 400 € a cada trabajador si salgo presidente. Y quitamos la publicidad de Televisión Española porque la teta de los presupuestos da para eso.
Hay una opción que han pasado por alto: cuando un trabajador se jubile a los 67 años tiene de plazo hasta los 75 para morirse; a partir de ahí no tendrá derecho a pensión.

Me viene a la memoria una película que vi de jovencito donde, para combatir la superpoblación, a los jubilados sólo se les daban medicinas para calmar el dolor pero estaban prohibidos los tratamientos médicos tendentes a curar al enfermo.

Creo que más que Zapatero, nuestro presidente es un Tuercebotas.