¡Ecologistas a mí!
Mentar las devoluciones en casa de un quiosquero es como mentar la soga en casa del ahorcado. Todo el mundo piensa que es por ahí (y están –casi- en lo cierto) por donde se les van los dineros. Revista que no encuentras, fuera de plazo que te crió. Revista mal apuntada, 99% de posibilidades de que nadie se dé cuenta de que va en el paquete. DVD que sobresale, alguien lo ayuda a que salga del todo. Revista que ha cambiado de distribuidor y que, por la fuerza de la costumbre, devolvemos a la distribuidora anterior, rehúse “no fondo” que no llega a tiempo de devolver en condiciones y en plazo.
No es necesario seguir porque todos los que se dedican o nos hemos dedicado a esto, saben de qué va. Lo que quizá no sepan muchos es cómo se traduce a números este trasiego.
Teorema de rendimiento de quioscos: La mitad del género recibido en un quiosco no produce ningún beneficio. O formulado de otro modo: Para que un quiosquero gane 1€ ha de hacer el trabajo necesario para ganar 2.
Repaso mi resumen de facturación de 2009.
Sobre unas entregas de 216.127,90€ (casi 36.000.000 de pts), que es lo que mueve en papel un quiosco medio, he hecho devoluciones por valor de 103.213,25€. Digo mal. Me han facturado devoluciones por esa cantidad, o dicho de otra manera, en esta cantidad no están contempladas las publicaciones que se han perdido por el camino o que devolví fuera de plazo. En definida: el 47, 76% (en dinero) de las publicaciones que recibo hacen el viaje de ida y vuelta sin producir beneficio alguno.
No son los mismos números para todas las distribuidoras. Las distribuidoras de diarios, Logística (35,58%) y Marina BCN (34,08), ajustan mucho más sus envíos que las distribuidoras de revistas, SADE (67,81%) y SGEL (65,16%). Lo de SADE empieza a oler a olimpiada: participa en decatlón y ya lleva ganadas las dos primeras pruebas; primer puesto en devoluciones y podium de honor en repercusión de los portes en la merma de beneficios.
Metodología: Hemos tomado un montón indeterminado de publicaciones al azar y hemos calculado su peso medio. Obtenemos la desviación estándar o el desvío medio y eliminamos las publicaciones que superen este desvío. Con ello eliminamos como factor estadístico revistas como VOGUE que pesan un güevo y tienen un precio bastante normal y otros productos como DVDs de apenas pesan unos gramos y valen un güevo. Nos quedamos así con 46 revistas que dan un peso medio de 267 gr. y un precio de venta de 1,795€, o sea, 1,346€ de coste.
Algo similar (más complicado porque las condiciones de los domingos, tanto en precio como en peso, son muy diferentes al resto de días) hemos aplicado a los diarios, teniendo en cuenta que las distribuidoras respectivas nos surten de diarios, promociones, atípicos y chorradas varias que no podíamos tratar de forma homogénea.
El resultado final es que un quiosco medio devuelve al cabo del año 26.896 kg. de papel (casi 27 toneladas) que tanto empresas editoriales como distribuidoras sabían que no se vendería. Si en este país que llamamos España hay unos 25.000 quioscos, estamos desperdiciando anualmente 675.000 toneladas de papel.
¿Cuántos árboles representan?
¿Dónde están los muchachos del Gran Pis?
¿A qué se dedican los gobiernos mientras se les llena la boca hablando de energías renovables o de impactos medioambientales?
¿A quién beneficia?
¿A quién perjudica?
Por prisa que se den unos y otros, si yo me muero asfixiado no será por falta de oxígeno en la atmósfera pero quien venga detrás que arree. A mi lo que me jode es que cada año he movido 54 toneladas de papel (27 al poner las revistas y 27 al quitarlas) que sólo me han reportado hernias discales, artrosis y una mala leche crónica que no me va a dar tiempo a dulcificar. Ni con miel.
No es necesario seguir porque todos los que se dedican o nos hemos dedicado a esto, saben de qué va. Lo que quizá no sepan muchos es cómo se traduce a números este trasiego.
Teorema de rendimiento de quioscos: La mitad del género recibido en un quiosco no produce ningún beneficio. O formulado de otro modo: Para que un quiosquero gane 1€ ha de hacer el trabajo necesario para ganar 2.
Repaso mi resumen de facturación de 2009.
Sobre unas entregas de 216.127,90€ (casi 36.000.000 de pts), que es lo que mueve en papel un quiosco medio, he hecho devoluciones por valor de 103.213,25€. Digo mal. Me han facturado devoluciones por esa cantidad, o dicho de otra manera, en esta cantidad no están contempladas las publicaciones que se han perdido por el camino o que devolví fuera de plazo. En definida: el 47, 76% (en dinero) de las publicaciones que recibo hacen el viaje de ida y vuelta sin producir beneficio alguno.
No son los mismos números para todas las distribuidoras. Las distribuidoras de diarios, Logística (35,58%) y Marina BCN (34,08), ajustan mucho más sus envíos que las distribuidoras de revistas, SADE (67,81%) y SGEL (65,16%). Lo de SADE empieza a oler a olimpiada: participa en decatlón y ya lleva ganadas las dos primeras pruebas; primer puesto en devoluciones y podium de honor en repercusión de los portes en la merma de beneficios.
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Lo que sigue a continuación no tiene un tratamiento científico. Para que unas pruebas estadísticas sean fiables, se ha de aplicar una metodología contrastada, es decir, producto de una experiencia prolongada y, además, el banco de pruebas debe ser lo suficientemente amplio en espacio, tiempo y número de catas para que sea representativo. No dispongo de material, ni tiempo, ni ganas para hacer un estudio exhaustivo pero, como lo que trato de probar no se va a ver afectado por una tonelada de más o de menos, ahí va el experimento que he realizado.Metodología: Hemos tomado un montón indeterminado de publicaciones al azar y hemos calculado su peso medio. Obtenemos la desviación estándar o el desvío medio y eliminamos las publicaciones que superen este desvío. Con ello eliminamos como factor estadístico revistas como VOGUE que pesan un güevo y tienen un precio bastante normal y otros productos como DVDs de apenas pesan unos gramos y valen un güevo. Nos quedamos así con 46 revistas que dan un peso medio de 267 gr. y un precio de venta de 1,795€, o sea, 1,346€ de coste.
Algo similar (más complicado porque las condiciones de los domingos, tanto en precio como en peso, son muy diferentes al resto de días) hemos aplicado a los diarios, teniendo en cuenta que las distribuidoras respectivas nos surten de diarios, promociones, atípicos y chorradas varias que no podíamos tratar de forma homogénea.
El resultado final es que un quiosco medio devuelve al cabo del año 26.896 kg. de papel (casi 27 toneladas) que tanto empresas editoriales como distribuidoras sabían que no se vendería. Si en este país que llamamos España hay unos 25.000 quioscos, estamos desperdiciando anualmente 675.000 toneladas de papel.
¿Cuántos árboles representan?
¿Dónde están los muchachos del Gran Pis?
¿A qué se dedican los gobiernos mientras se les llena la boca hablando de energías renovables o de impactos medioambientales?
¿A quién beneficia?
¿A quién perjudica?
Por prisa que se den unos y otros, si yo me muero asfixiado no será por falta de oxígeno en la atmósfera pero quien venga detrás que arree. A mi lo que me jode es que cada año he movido 54 toneladas de papel (27 al poner las revistas y 27 al quitarlas) que sólo me han reportado hernias discales, artrosis y una mala leche crónica que no me va a dar tiempo a dulcificar. Ni con miel.
7 Comments:
Mis mas sinceras felicitaciones por estos dos ultimos post.
Un saludo.
Asumo propias las palabras de Kiosquero.
Lo cierto es que por serviles de almacén les prestamos el dinero y por prestarle el dinero les pagamos la comisión(portes)
Si como leí por ahí, para que exista una normativa en la venta de prensa tienen que ponerse de acuerdo editores, distribuidores y vendedores de prensa, está claro que no la habrá nunca. En un acuerdo todos tienen que ceder, no tenemos nada que ceder, ellos lo tienen todo.
De las tres patas que son necesarias para mantener el banco en pie, dos ya están de acuerdo o llegan a un acuerdo rápido. La tercera pata, los quiosqueros, continuará mirándose el ombligo y llorando, que es, en definitiva, lo más cómodo y lo que nos gusta. Siempre esperaremos que los "amos" sean buenos con nosotros o que papá estado nos solucione la papeleta. Mientras tanto, los pocos que han intentado rebelarse o, simplemente, denunciar los abusos, tienen que soportaa las replesalias de los dueños del cotarro y las críticas de los perrillo falderos.
Saludos.
Todos sabemos a quién beneficia. A la supuesta difusión de marras de las Editoras y a la financiación a priori de las Interfectas. Y a quien perjudica: al resto de seres humanos en su conjunto, con un punto de inflexión para los dineros y la "gimnasia" de los quiosqueros. Muy bueno, quiosquero. ¿Seguro que quieres estar jubilado o "invalidado" del todo??? ¿No te interesaría un puesto de asesor logístico?? ¡¡Dime que sí, dime que sí!!
Me apunto a la propuesta de Bandolera, claro. Desde que, a través del blog, comencé a saber cosas del mundo de los quiosqueros, siempre he pensado que la falta de unión del sector y el pasotismo de algunos de ellos son en una parte importante culpables de la situación. Un sector unido y con unos representantes honrados y coherentes no aguantaría tantas cosas, y provocaría las oportunas reformas para mejorar su penosa situación, y evitar el abuso constante de los proveedores. Pero bueno; mientras esa unión no llegue, me temo mucho que así seguirán las cosas, con la complacencia de esos "atracadores" que sufre el sector.
Bueno; pues eso. Ahí queda manifestada una vez más la opinión de este humilde lector...
¡Ostras, que bueno!, no lo había leido y casi me lo pierdo.
Un apunte si cabe. Sería interesante saber cuantas toneladas son de papel prensa (subvencionado) para saber que cantidad de dinero va destinada directamente a los vertederos.
¡Tremendo!
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