Derechos históricos
Tengo el sueño blindado. Quiero decir que, cuando me pongo a dormir, ya pueden hacer ruido a mi alrededor que yo seguiré roncando con timbre de contrabajo sin que me importe un pimiento que la televisión esté a todo gas, haya una discusión de tono subido o me bailen un zapateado. Para abrir la caja blindada de mi sueño necesito tres llaves: un radiodespertador que inicia la música a las 5 menos 5, un reloj de timbre estridente que retumba a las 5 en punto y la alarma del móvil que me deleita con una conocida musiquilla de Agustín Lara a las 5 y 5. El radiodespertador suena bajito y nunca lo oigo. El reloj es de esos que suenan cada 6 o 7 minutos pero a la primera le doy un manotazo y ya no se atreve a chistar. El móvil me costó caro, o sea, que lo trato con cariño. Cuando suena “tiriro, tirirorirorirí”, lo abro despacito, pulso suavemente la tecla “te calles, coño” y lo deposito con exquisita delicadeza sobre la mesita de noche. Y ya estoy sentado en la cama. Me levanto con el pie izquierdo y a funcionar.
Los sábados se repite la historia, sólo que una hora más tarde.
Miren por dónde, el pasado sábado oí el radiodespertador y ya me puse de mala leche: “El Consejo de Ministros de ayer viernes aprobó un decreto por el que se modifica la redacción del libro de familia y la partida de nacimiento. Donde antes ponía MARIDO ahora pondrá CONYUGE A, donde ponía MUJER pondrá CONYUGE B, donde ponía PADRE pondrá PROGENITOR A y donde ponía MADRE pondrá PROGENITOR B”. Esperaba con ansiedad el 19 de marzo por lo del regalito del día del padre pero va a ser que no porque, que yo sepa, el citado decreto no hace referencia al día del Progenitor A y, lo dicen los Evangelios, San José fue el padre (putativo, eso sí) de Jesús pero no su progenitor.
No tengo nada en contra de los matrimonios, digamos, atípicos. Es más, creo que tienen derecho a que se legalice su situación y, ¡coño!, hay que reconocer que se lo han currado. No lo tengo tan claro en cuanto a la adopción pero, como no hay precedentes, cualquier tesis que se defienda se apoyará en hipótesis falsas o no contrastadas. Pero no se puede desnudar a un santo para vestir otro. En mis cortas luces se me ocurre alguna solución intermedia. Podría, por ejemplo, haber dos modelos de libro de familia: uno que pusiera MARIDO-MUJER y otro que pusiera CONYUGE A-CONYUGE B o cualquier otro eufemismo. Y si esto se considerase discriminatorio, un sólo modelo en que figurase MARIDO-CONYUGE A/B, MUJER-CONYUGE B/A, PADRE-PROGENITOR A/B, MADRE-PROGENITOR B/A y el consabido “táchese lo que no proceda”.
Mientras tanto, creo que tengo el derecho histórico de que se me reconozca mi condición de marido y padre.
3 Comments:
Yo también tengo el sueño blindado. Digamos que el 85% del tiempo, no duermo; un porcentaje significativo de las veces que intento dormir, no me duermo; pero cuando duermo... En cualquier caso, quiero sumarme a tu queja. Como prole A debo expresar mi más contundente rechazo a que mi progenitor A sea A y el B, B. Es también discriminatorio. Yo creo que habría que adaptarlo a criterios más racionales y significativos, como por ejemplo los gustos alimenticios. Así, puedo tener un Progenitor Papas Fritas y un progenitor Ensalada Mixta, siendo, a mi vez, Prole Arroz con Leche. Sencillo, ¿no?
Como habrás podido comprobar en el apartado "táchese lo que no proceda", doy a elegir entre PROGENITOR A/B, PROGENITOR B/A para que las parejas decidan quién es A y quién es B o que se lo jueguen a los chinos.
Todo un McGuffin lo de los desperetadores.
No, si a correcionismos estúpidos nadie gana a éstos. Mira qué de chorradas inventan con tal de no llamar al pan, pan y al vino, vino.
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