Villabragas Coffee
Voy retrasado en la faena. Al iniciar las vacaciones dejé un par de temas abiertos y, aunque ya tuvieron su desenlace, no he tenido tiempo de terminarlos. Pero el asunto de hoy es prioritario.
Por estos días, semana arriba, semana abajo, se ha cumplido un año de la inauguración de Villabragas Coffee y no está bien que deje pasar un mes antes de transmitirles mi felicitación. En este blog, las únicas falsedades que se permiten son la denominación de los lugares y el nombre de las personas. Es más, casi es obligado la utilización de seudónimos, salvo en caso de nombres muy comunes y nada significativos.
Esta cafetería que cumple un año de andadura, está situada muy próxima al quiosco y, con todo el cariño, hemos dado en llamarla Villabragas porque, sin necesidad de acudir a cuotas del 40%, todos sus componentes son mujeres. La que vale, vale y la que no, para ministra o parlamentaria (mis disculpas a las ministras y parlamentarias que están ahí por su preparación y no porque haya que cubrir una cuota).
María es la empresaria. Yo siempre digo que las conversaciones entre hombres y mujeres, cuando no hay intereses de “género”, suelen ser más inteligentes. Los hombres, entre nosotros, hablamos de fútbol, política rastrera y de tías. Pero si se habla con una mujer la cosa cambia: afortunadamente, las mujeres no están mucho por el fútbol, sería absurdo hablar con ellas de tías y si se habla de política la conversación suele ser menos agresiva. En resumidas cuentas, uno se esfuerza en encontrar temas de cierto interés cuando habla con mujeres. Con María me pasa eso. Voy a tomar un café, la encuentro, nos enrollamos y, cuando me doy cuenta, han pasado tres cuartos de hora.
Mica es argentina, ¿viste?. Es una preciosidad de chiquilla y no lo digo por su físico (nada despreciable por cierto) que, a estas alturas de la vida, uno ya no piensa con las gónadas. Como buena argentina es de una amabilidad exquisita, con una sonrisa relajante y más dulce que los pastelillos que sirve con el café con leche.
Carmela es de Valdepeñas. Un verdadero terremoto con el gracejo intermedio que se vive a ambos lados de Despeñaperros. Yo, que soy más del campo que San Isidro, la comparo a un buen vino de su tierra: sabroso y con cuerpo. Dalr, más ganadero, diría que es un queso manchego.
Ana es de Lérida. ¿Recuerdan el tópico del catalán poca solta (mala sombra)? Pues Ana lo desmonta en un periquete. Si no fuera por el acento podría pasar por una sevillana salerosa. Aún más. Casi no hace falta que te hable. Tiene un rostro tan expresivo que sobran las palabras.
Estas son mis niñas. Y, a pesar de que les gasto pequeñas putadas, nos llevan en palmitas.
¡Feliz aniversario, vecinas!
3 Comments:
No sé si será por el exabrupto de las diputadas, por tu interpretación de las conversaciones inter géneros (me da que con Mica te podrías pasar horas hablando de fútbol, por ejemplo) o por los (merecedísimos, por cierto) piropos a las vecinitas. En cualquier caso, o le bloqueas el acceso a quiosquera o esta noche me sé de alguien que duerme en el sofá ;-P
Tranquilo, querido Dalr. La "sangre no llegará al río" por más de un motivo: el que sabe que su esposa tiene puerta abierta para leer los piropos que le propine a otras, no creo que sea "de temer". Claro está que siempre puede haber alguien muy inteligente y, sobre todo muy astuto que, contando con eso, pueda tirarle los tejos a alguna moza de buen ver amparado en la confianza de su esposa y la buena fe de ésta. Aunque, sinceramente, no creo que ese sea el caso ¿?
De todas formas, estaré alerta. Nunca biene mal una reflexión por aquello del "quién lo hubiera dicho..."
Valoraré el comentario del sofá, aunque puede ser peor castigo el desconectar el aparato del aire acondicionado. Estoy segura de que dormiría, por voluntad propia, en el balcón.
A las vecinitas del café:
María, Carmela, Anna y Mica.
Os deseo mucha suerte y que el negocio vaya viento en popa para, de ese modo, poder seguir disfrutando de vuestra juventud y simpatía.
Lo dicho, FELICIDADES y a cumplir muchos más como vecinas!!!
NOTA: lo de "Villabragas" me parece cosa de "algún machista" del sur con poca delicadeza para los nombres. Antes que "ese", podría haberle puesto "El Café de las 4 gracias", "El Café de las sonrisas" ... o cualquier otra cursilada más propia.
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