Por pelos
Quiosquero y, por ende, Pies para quiosquero, ha estado en un tris de fenecer. No ha sido por problemas de salud sino de trabajo. Me explico.
Cuando los empresarios decidieron que los sesos de Quiosquero ya no daban para más, me apunté a todas las webs con ofertas de trabajo. No me he dado de baja de ninguna y, esporádicamente, las miro. La semana pasada había una oferta para gestionar un AS400 y escribí. Normalmente, al día siguiente de enviar el curriculum, visualizo la “situación de tus candidaturas” e invariablemente me encuentro algo así como:
Inscritos: 2.
Estado de tu candidatura: Rechazado.
Esta vez, no. Al día siguiente recibí una llamada proponiéndome una entrevista.
- Aquí hay gato encerrado –pensé-. Es imposible que me citen a la primera.
Acudí, sin embargo. Hicimos un repaso de curriculum y de las necesidades de la empresa y casaban como anillo en dedo (como dedo en culo, que decimos los borricos de mi pueblo). ¡No podía ser! ¿Dónde estaba el gato?
La empresa estaba situada en un pueblecito de montaña a 15 días de teléfono de Barcelona. Total, 2 horas menos cuarto para ir y otras tantas para volver. Y no es que me asuste el tiempo invertido en desplazarme, lo que me asusta es que, a las 6,30 de la mañana por esas carreteras de Dios y del Ministerio de Fomento, lo más seguro es que me duerma y haga una agujero en el fondo de cualquier barranco. O sea, que no. Que Quiosquero sigue al pie del cañón.
De todos modos la salud empeora adecuadamente. Restablecida la pata mala, la buena sigue de capa caída. Ayer fui a visitar al carpintero; el que arregla los huesos. Me hizo tumbar en la camilla y se dedicó a torturarme.
- ¿Duele?
- No.
- ¿Duele?
- Un poco.
- ¿Duele?
- ¡Sí!
- ¿Duele?
- ¡Coñó!
- No, esto no es el coño.
- ¡Que me duele!
- ¿Te duele el coño?
- ¡Qué coño el coño, lo que me duele es la pata!
Nos sentamos.
- Tienes la cadera hecha un cisco.
- ¡A mí me duelen la ingle y el muslo!
- Es un reflejo.
- ¿Podemos eharle un poco de tres en uno?
- Va a ser que no. Haremos una radiografía: si la cosa es grave, malo, y si es menos grave…
- Peor, porque me seguirá doliendo hasta que sea grave y me mandes al quirófano.
- Más o menos.
Esta mañana me he hecho la radiografía. Me acompañaba Quiosquera. Mientras me vestía, la radiografista ha salido a darle la foto a mi costilla (aquí todo son güesos).
- ¿Qué le has hecho a la chica? Ha salido riendo.
- Nada. Me ha dicho que la radiografía ha salido bien y le he contestado que es porque soy muy fotogénico.
Cuando los empresarios decidieron que los sesos de Quiosquero ya no daban para más, me apunté a todas las webs con ofertas de trabajo. No me he dado de baja de ninguna y, esporádicamente, las miro. La semana pasada había una oferta para gestionar un AS400 y escribí. Normalmente, al día siguiente de enviar el curriculum, visualizo la “situación de tus candidaturas” e invariablemente me encuentro algo así como:
Inscritos: 2.
Estado de tu candidatura: Rechazado.
Esta vez, no. Al día siguiente recibí una llamada proponiéndome una entrevista.
- Aquí hay gato encerrado –pensé-. Es imposible que me citen a la primera.
Acudí, sin embargo. Hicimos un repaso de curriculum y de las necesidades de la empresa y casaban como anillo en dedo (como dedo en culo, que decimos los borricos de mi pueblo). ¡No podía ser! ¿Dónde estaba el gato?
La empresa estaba situada en un pueblecito de montaña a 15 días de teléfono de Barcelona. Total, 2 horas menos cuarto para ir y otras tantas para volver. Y no es que me asuste el tiempo invertido en desplazarme, lo que me asusta es que, a las 6,30 de la mañana por esas carreteras de Dios y del Ministerio de Fomento, lo más seguro es que me duerma y haga una agujero en el fondo de cualquier barranco. O sea, que no. Que Quiosquero sigue al pie del cañón.
De todos modos la salud empeora adecuadamente. Restablecida la pata mala, la buena sigue de capa caída. Ayer fui a visitar al carpintero; el que arregla los huesos. Me hizo tumbar en la camilla y se dedicó a torturarme.
- ¿Duele?
- No.
- ¿Duele?
- Un poco.
- ¿Duele?
- ¡Sí!
- ¿Duele?
- ¡Coñó!
- No, esto no es el coño.
- ¡Que me duele!
- ¿Te duele el coño?
- ¡Qué coño el coño, lo que me duele es la pata!
Nos sentamos.
- Tienes la cadera hecha un cisco.
- ¡A mí me duelen la ingle y el muslo!
- Es un reflejo.
- ¿Podemos eharle un poco de tres en uno?
- Va a ser que no. Haremos una radiografía: si la cosa es grave, malo, y si es menos grave…
- Peor, porque me seguirá doliendo hasta que sea grave y me mandes al quirófano.
- Más o menos.
Esta mañana me he hecho la radiografía. Me acompañaba Quiosquera. Mientras me vestía, la radiografista ha salido a darle la foto a mi costilla (aquí todo son güesos).
- ¿Qué le has hecho a la chica? Ha salido riendo.
- Nada. Me ha dicho que la radiografía ha salido bien y le he contestado que es porque soy muy fotogénico.
10 Comments:
PERO QUE RAZÓN QUE TIENES. GUAPO, GUAPO Y GUAPO.
MUUUUUUUA.
Ele, quiosquero, con un par, sí señor!
Así me gusta; que por un ratito te olvides de tus "amigas" las distribuidoras y demás mafias varias.
Un abrazo...y a cuidarse, eh?
Como dijo un ínclito Presidente del Senado: grasies a tos.
Buenas:
Y digo yo, así, que se me ocurre:
a. ¿Quiosquero y consorte no se merecen un retiro dorado en una localidad interior de la serranía con un trabajo más que majo que de seguro tendrá una remuneración adecuada (si no, no entiendo lo del dedo en tal parte)
b.¿Las dolencias varias no se curan/soportan mejor en un clima alejado de las humedades mediterraneas propias de una ciudad costera?
c.¿Podemos suponer que Darl y Salva forman un equipo cualificadííííísimo para llevar la pesada carga del quiosco?
d. ¿No es menos cierto que me estoy metiendo en un charco como el que no quiere la cosa?
Por cierto, lo de las enfermedades a veces es como lo que dijo Solchaga, si, el ministro en tiempos pasados, cuando en una rueda de prensa soltó lo de la economía en "crecimiento negativo", es decir, que bonito queda aunque vaya a peor.
Perdonadme la introsión familiar, en mi descargo diré que estoy dormido y que es viernes, esto es lo que tiene tener un blog, que cualquier zopenco va y opina.
Kutuklú
Kutu, entiendo perfectamente que estés loco por nuestros huesos porque como los de Quiosquera y míos sólo existen en museos de curiosidades antropológicas.
Agradecemos tu deseo, que es también nuestro, de que se nos asegure un retiro serrano pero va a ser que no. ¿De qué escribríamos? No acabo de imagirnarme a Quiosquero haciendo un canto al matutino trinar de los pajarillos o a las florecillas silvestres del campo. Apliquemos la técnica Solchaga: mientras las piernas mejoren negativamente seguiremos al pie del cañón.
Un abrazo.
Hola, kutuklú.
Ya has visto las andanzas de esta familia quiosqueril. El día menos pensado, ni el "carpintero" (traumatólogo) va aser capaz de sacar un cachito entero.
Lo que dices, en teoría muy bueno, pero a la práctica, a ver dónde me colocaba la administración a pocos Km. del Pirineo; en un pueblecito de no más de 300 habitantes (el lunes miro el padrón y te digo exactamente cuántos viven en el lugar). Que yo sepa, los funcionarios todavía no se dedican a la cría y ordeñe de las vacas.
Un abrazo,
quiosquera
P.D. Cuando pueda te escribo por la vía rápida y te pregunto por el bebé ese que se está haciendo el interesante antes de llegar. Ja,j
No te vayas quiosquero no te vayas por favor que hasta la guitarra mia llora cuando dice adios
Jose
como me pones kioskero
¡Vaya post! Que vamos a acabar llorando todos, por Dios! Nada, chicos, que ánimo y a por ellos!!!!!
Nota: Ellos: conjunto de empresas y personas que se dedican a putear al personal quiosqueril impunemente.
Hale, muchachos, que no hay que rendirse y hay que seguir luchando!
sr. quiosquero, ardo en deseos que escribas tu comentario si es que te han traido como a mi 2 ABC hoy, dia de 3 pelis de regalo.
me lo he pasado bomba perdiendo alrededor de 38 ventas.
que sabios son marina i ABC............
CALMA TOTAL
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