CoMEsA 2006 V - Plantas que curan
Retomo el concurso a la COlección Más Estúpida del Año con una de esas colecciones memorables. Memorables porque en cualquier otra circunstancia seguramente no serían estúpidas y memorables, probablemente debido a lo dicho, porque no hay manera ni de vender el número 1. ¡A un euro!
Se trata de Plantas que Curan, una colección que Planeta Agostini presenta en su apartado de "culturales". Nos encontramos con la típica enciclopedia de las plantas medicinales por fascículos. Hasta ahí, bien. El problema consiste en que claro, hay que regalar algo (básicamente para tocarle los cojones al quiosquero).
¿Y qué espera uno que le regalen en una colección así? Bueno, yo había oído no sé qué sobre el uso terapéutico de la marihuana, las maravillosas propiedades de ciertos hongos o los efectos de la mandrágora, el beleño y la belladona, y estaba ya rellenando la hojita de suscripción cuando llegó el número uno. Para mi sorpresa, traía un bote. De porcelana. Porcelana. Como quizás no ha quedado claro repetiré que, a un quiosco, donde se acumulan cartones, revistas y coleccionables, donde los repartidores descargan a mansalva quilos y quilos de papelotes con el sumo cuidado que requieren los papelotes... nos traen botecitos de PORCELANA.
Así que ya nos tienes al Quiosquero, a Salva y a mi tratando con mimo el delicado instrumento, ya no porque nos preocupe un carajo que se rompa, sino para evitar que con ello se nos desparrame su contenido que es... Vamos a ver. El botecito trae un dibujo de una planta medicinal de mágicas aplicaciones curativas que es... Sí. Poleo.
No sé qué pensarán los señores de marketing de Planeta, pero si el reclamo para vender el primer número de la colección es una planta que puedes encontrar en cualquier supermercado, vamos mal. Pero aún no lo habíamos visto todo. Lo cachondo del asunto es que el bote viene vacío. Ellos te dan el bote y tú te pillas las plantas.
Los siguientes botecitos son de plantas igualmente imposibles de conseguir y con efectos alucinantes para el lector, a saber: manzanilla, hierbabuena, romero, tomillo, tilo, menta... En total nueve botes para acompañar a una publicación en la que se describen las propiedades curativas de 400 plantas. Y todos ellos para guardar plantitas que puedes encontrar en el super metiditas en su sobrecito para infusiones.
Ahora entiendo por qué no se ha vendido ni uno.
Plantas que curan
4 Comments:
Dalr, se nota que no acostumbras a ponerte malito (a Dios gracias) porque, todas esas plantitas de las que hablas, se pueden también adquirir en la herboristería a peso y, por supuesto, guardar en un botecito etiquetado con su nombre. Si además, tienes una obra de referencia que te indica de cuál has de tomar cuando te duele lo que sea, puede ser incluso útil.
Yo me metería con el volumen y material del cacharrito en cuestión, pero la idea del "conocer las plantas" no me parece tan mala. Tal vez ésta sea mi visión porque en el fondo también soy un ama de casa a quien le gustan los remedios "de la abuela".
Tienes mi aprobación incondiconal al quejarte de los cartones, las colecciones absurdas y , por supuesto, de los regalitos como el aceite de oliva, el suavizante o las botellitas de perfume (de cristal, por supuesto) que de vez en cuando sacan. Ya he visto los "estropicios" que lían esos "materiales" cuando se desparraman por encima de las publicaciones (hay que vivrlo). Si quieren meter cacharros junto con las revistas, que inventen algo menos "peligroso". Quizás funcionara mejor enviar 1 único cartón para colgar, la revista por un lado y los botecitos, protegidos en una caja, por otro. Aunque resultase un tostón para el quiosquero, sería más práctico.
Aunque, lo que de verdad sería más lógico fuera que adjuntasen vales a canjear en los establecimientos dedicados a la venta de cada uno de los productos. Cuando quieren, lo hacen...
Besitos.
Sé perfectamente que todo eso se encuentra en cualquier sitio. Precisamente por eso. Ya he dicho que la colección me parece interesante como fascículos. Pero es su afán por meter algo de "reclamo" lo que me cabrea. Y si ese algo es un pote vacío de delicada porcelana para meter las mismas yerbas que tienen en el herbolario de la esquina... Pues tú me dirás. La cuestión es que ni siquiera a ti, que por lo que cuentas en el comentario podrías ser público objetivo de la colección, se te ocurre comprar siquiera el número uno. Por el precio del segundo fascículo + bote te puedes comprar un libro fantástico que te lo cuenta todo. Y los botes de las lentejas van de muerte para guardar hierbajos. A mi me trajeron de Amsterdam... Ups!
PD.- Mientras de esta colección no hemos vendido ni uno, la revista de la botica de la abuela se sigue vendiendo a buen ritmo, y en sus tiempos los consejos del Txumari Alfaro, ni te cuento.
Se nota que quiosquera viene poco últimamente por el quiosco.
Sí. Cuando venga le prepararé una tila... Mierda! El bote está vacío!!!
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