miércoles, noviembre 25, 2009

Nacionalizar la crisis

Superwaiter empieza a estar nervioso. Al principio de la crisis yo le había dicho: “Tranquilo, Súper. La gente de lo último que prescinde es del tabaco, el periódico y el café”. Ahora, cuando me ve a entrar, pregunta: “Los clientes los tienes tú en el quiosco, ¿verdad?; porque lo que es del café hace tiempo que prescindieron”. Y si le digo cómo llevo la caja, se sube por las paredes: “Eso no lo hago yo en una semana”. Exagera. Y además no tiene en cuenta el margen con el que trabajamos cada uno. Ni que casi el 50% de mis ingresos me los proporcionan el tabaco, la loto, la recargas de móvil y las tarjetas, con una media de ganancias no superior al 3 ó 3,5%. Eso no se lo digo y no por él, que estoy seguro que lo entendería. N lo digo por quienes nos puedan escuchar: no estoy dispuesto a admitir delante de nadie que la crisis me está afectando. Cuando el personal anda en dificultades económicas, jode un güevo ver que otros navegan con buen rumbo. Y como no puedo joder de otra manera…

A pesar de los problemas Superwaiter conserva el humor. Cuando entré estaba, más solo que la una, sentado frente a una de las mesitas del bar, tronchándose de risa. Respecto al Súper soy de costumbres fijas: cruzo el bar como una flecha, meo y, al salir, saludo. Mientras meaba lo oía reír. Salí intrigado.
- ¿Qué te hace tanta gracia?
- Pequeños placeres de la vida. Empiezo a poner en práctica tus enseñanzas y veo que funcionan.
- Vamos, cuenta.
- ¿Conoces al Pep? Seguro que lo has visto. Uno alto, nacionalista él…
- ¡Pufff!
- ¡No, no! Es un buen tío; de derechas. Nacionalista pero de derechas.
- ¿Y?
- Nada. Hablábamos de la crisis y el tío se empeña en echarle la culpa a los emigrantes. Te cuento.

- La culpa es de los andaluces, gallegos y murcianos que, como son incultos, votan al PSOE y Zapatero nos está llevando a la ruina.
- ¿Tú crees? – le digo; y entonces cae en la cuenta-.
- Bueno, perdona, ya sé que tú no eres catalán pero las cosas son así.
- ¿Cómo que yo no soy catalán? ¿Cuántas escrituras tienes?
- ¿Qué quieres decir?
- ¡Eso! –como muy cabreado-. ¿Que cuántas escrituras tienes tú?!
- Yo, ninguna; vivo de alquiler.
- ¿Lo ves? Yo tengo tres escrituras. Tengo más trozo de Cataluña que tú y, por tanto, soy más catalán que tú, ¿lo entiendes?

- Me ha pagado el café y ha salido jurando en arameo.
- ¡Joder, contigo no se puede hablar en serio!

1 Comments:

At 26/11/09 17:27, Blogger BANDOLERA said...

¡Pues vaya, quiosquero! Yo estaría, me temo, en la misma situación que tú, pero con menos escrituras... En fin, lo que siempre decimos está presente al parecer en todos los ámbitos: unir en vez de desunir. Por cierto, espero que no se enfadara contigo el señor del desafortunado comentario ¡Jajaja! Seguro que le ha hecho reflexionar. Un saludo.

 

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