Nos vamos de maniobras
Bien, oficialmente acabó la cartoná y seguimos vivos. Un hálito de vida apenas, pero estamos en la brecha con dos meses por delante para reponer fuerzas y prepararnos para la cartonaílla del próximo mes de enero.
Aprovechando que tenía unos asuntillos familiares pendientes, me he tomado una semana domingática. Quiero decir que, durante siete días, no he asomado el bigote por el quiosco. Creo que Salva jamás me lo perdonará. A Dalr ni lo miento porque el jodío seguro que se ha acordado de su abuela (la madre que me parió) pero, como me tiene mimado, no me echa en cara las putadas que le gasto.
En este tiempo de relax he dormido mucho, he leído bastante, he trabajado algo, no he escrito nada y he pensado un poco. Pensar me jode. Se me cansa la neurona y acabo con dolor de cabeza. Serán agujetas, digo yo. Tras las jaquecas he llegado a la misma conclusión que ya sabía sin razonamiento previo: el negocio (hay que tener güevos para llamar negocio a un quiosco) se va a pique y yo no quiero quedarme en Pique. Si fuese cuestión de sapiencia, intentaríamos aprender pero, hablando con otros quiosqueros, parece que la crisis es general. Los quioscos están de capa caída. Quiosquera me insta a que averigüe por dónde se van los cuartos. Es lo mismo que si quisiéramos saber por dónde se escapa el agua en un colador. Obviamente, por todos los agujeros. Y no hay tiempo ni dedos suficientes para taparlos todos.
Hasta ahora, Quiosquero nunca entregó la cuchara sin antes oponer resistencia. Aclaro que, ya sea por lo civil, ya sea por lo criminal, Quiosquero perdió casi todas las batallas emprendidas. Es difícil ganar cuando tu única arma de defensa es la razón que crees tener mientras el enemigo utiliza armas de destrucción masiva. Pero ¿y lo que puede uno llegar a divertirse preparando estrategias de defensa y ataque? No tiene precio.
En su último post, Dalr adelantaba algo. Nos putean por los cuatro costados y, en el mejor de los casos, emprendemos guerras individuales que acaban en inexorables derrotas. Sólo hay una posibilidad de ofrecer resistencia: pelear juntos. Eso requiere que las asociaciones (gremios las llamamos aquí), marquen unos objetivos realistas y trabajemos para conseguirlos. Es difícil con un ejército como éste (Ver: Quiosqueros, maricones). La huelga por la venta de tabaco sólo la seguimos en Barcelona un 10% de los quiosqueros pero, dos meses después, ya vendíamos tabaco. Lo que quiero transmitir es que para conseguir peces hay que mojarse el culo y, en este blog, vamos a empezar a mojarnos. Con calma y sin estridencias. Queremos desgranar los problemas con que nos encontramos, las agresiones que soportamos y la inutilidad de las asociaciones a las que pertenecemos y pagamos. Esperamos que los quiosqueros que nos leen nos expongan sus propias experiencias y las soluciones que se les ocurran. Todo tiene cabida en este blog.
Como he repetido muchas veces, mi profesión, antes de meterme en este berenjenal, era la de informático. Después de 32 años comiendo de esto y comiendo bien, por cierto, algo he de saber del asunto. Por lo menos de manejar datos, estrujarlos y sacar directrices. Me va a llevar un tiempo del que no dispongo pero me lo voy a pasar bien. De momento tomo “Tranquilium” para dormir bien y deprisa. Ahora tomaré Centramina para no dormir y estar concentrado.
Mientras tanto, nos vamos de maniobras para preparar material de guerra.
PRIMER CAPÍTULO: Informática y Quioscos.
6 Comments:
Tienes todo mi apoyo moral y físico, ya lo sabes. Al grito de "quiosqueros unidos jamás serán vencidos" estaré en primera línea, aunque esa no sea más que mi segunda profesión, peleando por la causa como si de la primera se tratara.
¡Adelante, compañeros, la partida acaba de empezar!
Bueno, bueno.... esto se va a poner todavía más interesante.
Quiosquero, tienes todo nuestro apoyo pa lo que haga falta. ¡A las barricadas, sus y a ellos!.
Ya me gustaría a mí que por estos lares hubiera gente con ganas de lucha. La que íbamos a armar. Pero pasa como en todo, cada uno trata de sobrevivir aunque para hacerlo tenga que pasar por encima del cadáver del colega de dos calles más abajo.
Yo, que para ir contracorriente soy un hacha, me metí a quiosquero en marzo -sí, de este año...-, cuando los demás estaban cerrando. En estos ocho meses hay en la zona tres quioscos menos... Yo, de momento, sobrevivo malamente, pero como no hagamos algo pronto, me veo repartiendo el Qué o el ADN por las cafeterías.
En fin, todo esto para deciros que, además de agradecer la acogida que he tenido en vuestro blog, estais invitados a escribir lo que os apetezca en el foro de la web de la Asociación, que para eso lo hemos puesto. Ya que no participan los de aquí, por lo menos que lo muevan un poco los de allá.
Espero ansioso esa estrategia, a ver si cerramos alguna distribuidora entre todos.
Abrazos,
Alfonso J. Garrido
Vigo
Hola
Llevo unos meses enganchado a este blog, un día, en uno de los múltiples momentos de impotencia que produce ejercer de quiosquero puse en el buscador de blogs de google la palabra maldita: "quiosquero" y dí con este sitio en donde recibo el consuelo (de tonto, como el refran) de saber que el problema no soy yó sino que mas bien soy uno más de los que padecemos el mismo problema, bueno, mejor hablar en plural si nos vamos a referir a problemaS.
En fin, que soy quiosquero en Valladolid, que aquí hay una asociación de la que tuve noticias cuando lo del tabaco y, fijaros el detalle, las comunicaciones de dicha asociación me llegaron con los albaranes de una distribuidora, por supuesto que ni caso, con el enemigo no trato.
Estoy a vuestra disposición, este blog es una especie de "buque insignia" pero un foro para intercambiar experiencias sería dar un paso más.
Saludos
Xean
Muchas gracias a todos por el apoyo. Os adelanto que las maniobras ya han empezado. Mientras el Quiosquero prepara su ondanada sobre informática y quioscos yo voy a poner hilo en la guja de alguna de vuestras propuestas. A los amigos de Vigo, contad con nuestra participación en vuestro foro. Al amigo vallisoletano, voy a ver qué podemos hacer para montar uno por aquí con vistas a mejorar la comunicación. La semana que viene tendré noticias. Txetxu, nos vamos a armar de valor y, mientras te leemos, vamos a seguir metiendo caña. Es lo que nos queda.
Nos vemos en la brecha.
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