miércoles, junio 30, 2010

Los depredadores

Depredador, ra
1. adj. Que depreda.

Depredar
1. tr. Robar, saquear con violencia y destrozo.
2. tr. Dicho de un animal: cazar a otros de distinta especie para su subsistencia.

Aunque pueda parecer lo contrario, Pies para quiosquero no ha muerto; al menos, todavía. Nos quedan cosas por contar; tal vez menos entretenidas, quizás menos llamativas, pero seguramente más impactantes

Hace varias semanas nos referíamos a los quiosqueros como una especie en vías de extinción y, de alguna forma, los culpábamos de sus desdichas. Pero hemos de señalar que no son ellos el único peligro. Los depredadores acechan y al mínimo descuido lanzan sus dentelladas.
Cuando he accedido al DRAE para copiar al pie de la letra el significado de depredar he visto, no sin sorpresa, que la palabra tenía dos definiciones. Yo conocía la segunda (que era la que buscaba) pero no había oído utilizar el verbo en el sentido de la primera definición. Y, sin embargo, es éste el sentido que le darían la mayoría de quiosqueros que sufren el acoso de los depredadores. Pero la definición maravillosa y precisa la obtenemos a partir de la tercera acepción del vocablo depredación, "Malversación o exacción injusta por abuso de autoridad o de confianza", si cambiamos malversación y exacción por trato y la redefinimos como “Trato con abuso de posición autoritaria y desprecio”.

Si los quiosqueros se bastan (nos bastamos) por sí solos para poner en peligro la profesión, están sometidos a la depredación del resto de especies que, de frente o a traición, se acercan al quiosco. Y ahí podemos contar desde los “clientes” que chorizan una revista, hasta la propia administración que nos deja indefensos ante los ataques del depredador por excelencia de los quiosqueros: la distribuidora.

Próximamente iremos denunciando los abusos de estos depredadores y definiendo la forma en que deberían proceder, según nuestro humilde entender, si tales abusos sólo existen en nuestra imaginación y se trata simplemente de vicios adquiridos por la idiosincrasia especial de la profesión.