martes, septiembre 20, 2011

SPINRIDER (patina con La Razón)

Poco a poco me voy acostumbrando a mi nueva profesión; no es fácil. Tiene razón Kioskero (Tinta en la Sangre) cuando define el quiosco como “Mi Veneno”. Como la tinta, el quiosco se mete en la sangre y crea adicción; llevo más de año y medio en desintoxicación y todavía sufro los efectos del mono. Es por eso por lo que a menudo paso a ver a los Ángeles de Dalry aun sabiendo que voy a caer de nuevo y que me chutaré una dosis que quiosquina. Es lo que he hecho esta mañana: una breve visita me ha alterado el ánimo, habida cuenta que sólo he mirado unos cuantos papeles; lo suficiente para encontrar un par de noticias que me han puesto de punta los pelos del bigote. Hablaré de la noticia que tiene que ver con distribuidoras. A la otra le dedicaré dos días de reflexión y ya la veremos.

El primer papel que ha llamado mi atención ha sido una cartilla de La Razón. Es una promoción GRATIS* de un revolucionario patinete que se puede obtener pegando 20 cupones de los 25 que se publicarán de lunes a viernes desde el 19 de septiembre hasta el 21 de octubre de 2011.
GRATIS significa de balde.
* significa 12€ en concepto de distribución y entrega.

En el interior de la cartilla se dan instrucciones al cliente para reservar y retirar el patinete:
HAZ LA RESERVA EN TU PUNTO DE VENTA
Para recoger tu PATINETE SPINRIDER es imprescindible que selles el cupón de reserva, que aparece impreso en esta cartilla, en tu punto de venta ANTES DEL DOMINGO 25 DE SEPTIEMBRE de 2011 y que abones 5€ en concepto de reserva.
Una vez finalizado el periodo de participación deberás abonar los 7€ restantes y canjear tu cartilla […] en el mismo punto de venta donde realizaste la reserva.

Hasta aquí las instrucciones son claras y precisas: el cliente le dice al punto de venta que quiere un patinete y le da 5€; el quiosquero sella el cupón de reserva y se lo da al cliente. Ahora viene cuando lo matan… ¿Cómo sabe La Razón que hay una reserva en un punto de venta determinado? No es complicado. En la contraportada de la cartilla parece que está claro:
Teléfono de promociones: 807 505 200*.

Después de devanarme los sesos he llegado a las siguientes conclusiones:
1.- Quien ha de usar el teléfono de promociones no es el cliente, dado que éste ya hizo la reserva en el punto de venta.
2.- Si no es el cliente quien ha de usar el teléfono, he de concluir que esa tarea corresponde al quiosquero, dado que es el tercer punto del triángulo transaccional.

Ya están todos los elementos. Me falta explicar el significado del asterisco de 807 505 200*.
* significa: El precio máximo por minuto desde la red fija es 1,18€ y de 1,53€/min desde la red móvil, impuestos incluidos.

Y ya está. ¡Así de fácil!
Sólo que…

Aun en el caso de que La Razón pague al punto de venta una comisión del 25%, la ganancia máxima que se produce es:
1.- Importe base comisión: 12/1,18=10,1695€
2.- Importe base imponible: 10,1695*0,75=7,6271€
3.- Coste patinete: 7,6271*1,22 (1+0,18+0,04)=9,31€
4.- Ganancia máxima: 12-9,31=2,69€

Al aplicar la letra chica, es decir, cuando el quiosquero llame al 807 505 200 (sin *) sucederá tal que así:
- ¡Clac! Ha llamado a promociones La Razón. Si quiere reservar “La olla exprés especial inducción” diga 1; si quiere reservar “EL PATINETE SPINRIDER” diga 2; si quiere […]; en otro caso espere a la operadora.
- Dos
- Usted ha dicho “dos”. Si es así, diga “Sí”; si quería elegir otra opción, diga “No”.
- Sí
- Le pasamos a una operadora para que atienda su llamada.
Musiquilla….
- Todas nuestras operadoras están ocupadas; espere, por favor.
Musiquilla….
[…]
- Buenos días, le atiende Fulanita ¿en qué puedo ayudarle?

Con suerte, mucha suerte, la llamada consumirá 3 minutos que, facturados a 1,18 (IVA incluido 1+0,18) será:
5.- Coste de llamada: 1,18*3(o más)=3,54€ (o más)
6.- Ganancia de verdad: Ganancia bruta – Coste de llamada = 2,69-3,54=-0,85€

O sea, cada venta del PATINETE SPINRIDER LA RAZÓN le costará al quiosquero 0,85€. ¡Eso es negocio! Además, en la contraportada de la cartilla el diario se cachondea: LA RAZÓN: VIVIREMOS 100 AÑOS.

¡Así, cualquiera!