martes, octubre 18, 2005

Personajes V - Los regates del Camborio

Más cintura que PuyolEl Camborio es un tipo de mediana edad (vamos, que no tengo ni idea de cuánto echarle), marcados rasgos y mirada intensa. Normalmente pasa ante el quiosco sin detenerse, echa una mirada furtiva al género y sigue su camino. Hoy, sin embargo, algo ha llamado su atención. Se trataba de una película de acción: Las crónicas de Riddick. Debe gustarle Vin Diesel, porque inmediatamente ha visto XXX (la gente suele llamarla Triple X para que nadie piense que es porno) y ha dudado.

- ¿Cuánto cuesta ésta?
- Lo que pone ahí, 11,95 €
- Ya. ¿Y ésta?
- Lo que pone ahí, 8,95 €

Lanzando, muy serio, un billete de diez sobre el mostrador y guardando la película en su bolso, ha preguntado:

- Entonces ocho, ¿no payo?

Y el quiosquero mayor, que tiene más cintura que Puyol ante un delantero virguero, le ha contestado con una sonrisa mientras le entregaba un euro con cinco céntimos:

Vender periódicos como si fueran burros- No padre, que me quedo sin margen. Que esto no es una venta de burros...

El Camborio se ha marchado riendo por lo bajo, con su película y su cambio. Y el quiosquero mayor se ha pasado la tarde buscando sin éxito por todo el quiosco el cartelito de "Hoy Rebajas". Ya sólo faltaría que además de guadar los cartones tuviéramos que regatear con los clientes...

sábado, octubre 15, 2005

Mi primera amenaza de muerte

El beso de la muerte...Si creía que el escalafón más bajo en el mundo de los vendedores era el de vendedor de mecheros, estaba totalmente equivocado. ¡No contaba con el vendedor de calcetines!
El caso es que hoy se ha presentado uno mientras empezaba a recoger. Estaba solo y tenía algo de prisa, así que cuando he visto venir a un tipo desaliñado y con mirada perdida he rezado porque pasara de largo. No sólo se ha parado a mi lado sino que ha lanzado unos calcetines sobre el expositor que estaba recogiendo.

- Me vas a comprar tres pares hoy, que sólo valen 6 euros -ha dicho con el mismo tono que suena en el metro la vieja canción del tristesdepedí-. Mañana valdrán.., diez mil euros.

Sin levantar la cabeza de lo que estaba haciendo y muy atento, eso sí, a no tocar los calcetines que vete tú a saber quién se los habrá probado antes, le he dicho con una sonrisa:

- Pues entonces pasa mañana, que como voy a estar forrado me dará igual.

Ay infeliz del quiosquerito. Si te creías que con una bromita podrías ganarte la sonrisa del vendedor de calcetines estabas muy equivocado. El tío se ha quedado parado un momento. Ha mascullado un "así que te lo tomas a cachondeo, ¿eh?", y no había acabado aún de pronunciar el último interrogante cuando ha empezado a proferir insultos a gritos. Se ha acordado de mi madre, me ha comparado con el macho de un animal de cornuda testa y, muy especialmente, ha manifestado su intención de acabar con las penalidades de mi vida despidiendo mis despojos en una pira fúnebre de letras y papel couché. Vamos que sus palabras más o menos han venido a decir algo así como "Te voy a matar hijodeputa, pedazo cabrón, a ver si te quemo el quiosco contigo dentro".

Me hubiera impresionado bastante si en la segunda ondanada de insultos no hubiera recogido el calcetín (si llego a recogerlo yo cual caballero andante la liamos) y emprendido la marcha hacia la otra acera donde la proximidad de unos municipales le ha disuadido de gritar, aunque no de seguir cagándose en mis muertos por lo bajo. Lo cierto es que para ser mi primera amenaza de muerto ha sido curiosa y poco convincente. Me sabe mal que el buen hombre se haya tomado a mal mi broma, que sólo respondía a lo que creía había sido una primera broma suya. Ahora no puedo dormir pensando que si hablaba en serio he perdido la oportunidad de comprar por seis euros lo que valía diez mil. Y es que no tengo yo espíritu de comerciante, está claro...

martes, octubre 11, 2005

El ingenioso hidalgo Mortadelo de la Mancha

Mortadelo de la Mancha"Cosas veredes, Filemoncho, que han de facerte harto contento". Acaba de llegarnos Mortadelo de la Mancha, la contribución de F. Ibáñez al quinto centenario del Quijote. Para los que aprendimos a leer con las aventuras de los agentes de la T.I.A. es una gran noticia que su papá siga tan prolífico. Las nuevas aventuras de Mortadelo y Filemón no son (o no me parecen) tan buenas como aquellos inventos del profesor bacterio, chapeau el esmirriau, lo que el viento se dejó o el mítico sulfato atómico. Aunque tal vez los que no son tan buenos son mis ojos, que han visto demasiadas cosas que no debían y han aprendido que los golpes de la vida no se solucionan corriendo detrás de Mortadelo o huyendo del Super y sus regalitos de felicitación.

En fin, que estamos ante una de esas hisotorietas que empiezan con una lección magistral de historia (en este caso la historia del libro y las distintas formas de escritura) que nos lleva por arte de magia a las oficinas de la T.I.A. Allí, el profesor Bacterio acaba de realizar su último invento. El resto, hay que verlo.


Sitio oficial de Mortadelo y Filemón

miércoles, octubre 05, 2005

Torrente de Segura

El comic de TorrenteSantiago Segura está estos días en todas partes promocionando Torrente 3. Te lo encuentras hasta en las sopas de letras, y, como no podía ser de otro modo, ha dejado su huella en el quiosco. Nos ha llegado el comic oficial de Torrente 3, el protector. La verdad es que tiene su coña, pero le falta el tonillo ese casposo que le da el Segura. El que nos ha llegado es la primera de las dos entregas que tiene la historia completa. Allí podremos ver los orígenes de Torrente y conocer sus peripecias como guardaespaldas.

Los gallumbos de Torrente en El JuevesY siguiendo con el tema, resulta que Torrente es portada en Cinemanía, en la revista oficial de PlayStation2 (este juego promete) y en el Jueves, que saca un especial con una entrevista en profundidad al padre de la criatura. Para hacer más interesante el Extra (que por cierto no se está vendiendo muy bien porque es bastante más caro que otras semanas) los señores del Jueves nos regalan (sí, regalo pero a euro y medio) los calzoncillos de Torrente, unos magníficos gallumbos negros estampados en blanco con el título de la peli y un huevecillo que se sale de sitio. Vamos, de un glamouroso todo..


Web oficial de Torrente 3

lunes, octubre 03, 2005

Eclipsados

El eclipse en su mejor momentoTener un quiosco tiene sus ventajas. Una es que te enteras de los eclipses con un mes de antelación. Bueno, eso de que te enteras es relativo. Hace un mes nos trajeron un puñao de gafas para ver eclipses. Estuvimos a punto de devolverlas pensando que no habría ningún idiota que se gastara 5 euros en unas gafas con montura de cartón para ver algo que pasa cada tropecientos años. Luego nos enteramos que el eclipse era hoy y les dimos más visibilidad. Nadie hizo ni caso hasta hoy. El día del eclipse.

Nos quedamos sin gafasLa verdad es que las gafas nos han durado 20 minutos. Una señora que lo había dejado para el último momento se ha escandalizado al enterarse que la integridad de las retinas de su hija valía 5 euros. Menuda barbaridad. Si por ese dinero puede comprarse el Hola, un paquete de Marlboro light y unos Cleenex... Cuando la niña le ha dicho que en la óptica cuestan 7, ha cambiado de cara. Finalmente ha pagado las gafas y la niña, ataviada con su chandal se ha ido para el cole a hacer la clase de gimnasia. Al final ha hecho ejercicio pero no en el patio. Ha venido corriendo 4 veces más con sendas amiguitas cargadas con 5 euros cada una. Y gracias a nuestra minirelaciones públicas hemos agotado de un tirón nuestras existencias. El resto de la mañana, hasta la hora del eclipse, hemos estado jugando un partido de tenis con el amigo de la óptica (buen cliente). Nosotros los mandábamos para allí a ver si les quedaban gafas y él nos los devolvía. Entre pase y pase hemos vendido algún periódico y él, esperamos, algún colirio.

El tema es que no hemos podido ver el eclipse. Nos hemos conformado con observar los cambios en el color de la luz, las extrañas sombras que proyectaban los árboles... y mañana venderemos un mogollón de eclipses perfectamente impresos en las portadas de los diarios ¿Qué más se puede pedir?


Noche en el día - ELPAIS.es - Sociedad