Factura, que algo queda
Reconozco que cada día paso menos por el quiosco (de lo cual yo también me alegro) y noto cómo mi “frágil salud de hierro” se hace menos quebradiza. El cardiólogo insiste en resaltar que la visible mejoría se debe exclusivamente a las píldoras que me recetó el Ministerio de Trabajo e Inmigración allá por el mes de marzo. Tal vez tenga razón.
Aun así, de vez en cuando contesto a las llamadas de socorro de los Ángeles de Dalry y entonces sufro una ligera recaída. La última ha sido a primeros de año; el 3 de enero para ser exactos: los Ángeles me llamaron con el miedo metido en el cuerpo; se les estaba cayendo estrepitosamente el saldo. Perro viejo, traté de animarlas y les transmití que eso es normal en junio y diciembre, ya que las distribuidoras solicitan un pequeño adelanto a sus colaboradores para hacer frente a la paga extra de sus empleados. Luego, las cosas se van equilibrando y la cotización de la libreta alcanza niveles de normalidad próximos al Ibex 35. Inexpertas ellas, no me creyeron. Total que fui a hacerles una visita e hicimos una somera valoración de existencias; resultado: el quiosco estaba a reventar. Procedía una devolución masiva; de las publicaciones que no se venden y de los excedentes, por supuesto.
De paso, me comentaron que tenían problemas con una factura de SGEL. Cargaban un montón de albaranes que ellas no habían recibido. Volví a tranquilizarlas: los repartidores de SGEL son tan buenos que, muchas veces y para evitar que se produzcan dificultades a la hora de estibar el stock, entregan el lunes o el martes albaranes que deberían haber llegado el viernes anterior. Y así fue. Un par de días después llegaron un montón de paquetes que sirvieron para cuadrar la factura. Y me la han traído para que lo compruebe yo mismo; sólo que no era problema del repartidor. Es que ahora SGEL ha inventado una nueva fórmula de facturación: incluir en la factura del 02/01/2011 los albaranes librados los días 3 y 04/01/2011. A eso se le llama ser diligente, a pesar de que el vencimiento de la factura sea el día 9/01. Se empieza por facturar antes de la entrega, y lo de cobrar por adelantado ya se andará.
Sospecho que como SGEL sigue (y va para un año) haciendo el reparto diario entre las 12 y las 14,30 h. (salvo algún miércoles en que han tenido no sé si huevos o uebos de llegar a las 10,30), factura unos días antes para compensar.
Nota: El documento sobre el que trabaja el gobierno para redactar la nueva ley de distribución, dice que las distribuidoras no tienen contrato con los quiosqueros porque se basan en el principio de mutua confianza.
¡Hay que ser desgraciaos!
Aun así, de vez en cuando contesto a las llamadas de socorro de los Ángeles de Dalry y entonces sufro una ligera recaída. La última ha sido a primeros de año; el 3 de enero para ser exactos: los Ángeles me llamaron con el miedo metido en el cuerpo; se les estaba cayendo estrepitosamente el saldo. Perro viejo, traté de animarlas y les transmití que eso es normal en junio y diciembre, ya que las distribuidoras solicitan un pequeño adelanto a sus colaboradores para hacer frente a la paga extra de sus empleados. Luego, las cosas se van equilibrando y la cotización de la libreta alcanza niveles de normalidad próximos al Ibex 35. Inexpertas ellas, no me creyeron. Total que fui a hacerles una visita e hicimos una somera valoración de existencias; resultado: el quiosco estaba a reventar. Procedía una devolución masiva; de las publicaciones que no se venden y de los excedentes, por supuesto.
De paso, me comentaron que tenían problemas con una factura de SGEL. Cargaban un montón de albaranes que ellas no habían recibido. Volví a tranquilizarlas: los repartidores de SGEL son tan buenos que, muchas veces y para evitar que se produzcan dificultades a la hora de estibar el stock, entregan el lunes o el martes albaranes que deberían haber llegado el viernes anterior. Y así fue. Un par de días después llegaron un montón de paquetes que sirvieron para cuadrar la factura. Y me la han traído para que lo compruebe yo mismo; sólo que no era problema del repartidor. Es que ahora SGEL ha inventado una nueva fórmula de facturación: incluir en la factura del 02/01/2011 los albaranes librados los días 3 y 04/01/2011. A eso se le llama ser diligente, a pesar de que el vencimiento de la factura sea el día 9/01. Se empieza por facturar antes de la entrega, y lo de cobrar por adelantado ya se andará.
Sospecho que como SGEL sigue (y va para un año) haciendo el reparto diario entre las 12 y las 14,30 h. (salvo algún miércoles en que han tenido no sé si huevos o uebos de llegar a las 10,30), factura unos días antes para compensar.
Nota: El documento sobre el que trabaja el gobierno para redactar la nueva ley de distribución, dice que las distribuidoras no tienen contrato con los quiosqueros porque se basan en el principio de mutua confianza.
¡Hay que ser desgraciaos!