jueves, enero 26, 2012

¿Y eso?

Algunos quiosqueros (que sepamos) que en su día pusieron una máquina de tabaco diferente a la que ofrecía la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Barcelona y Provincia, han recibido una carta similar a la que adjuntamos:


Muy Sr. Nuestro:

Habiendo recibido instrucciones de Covepres para no prorrogar el contrato de depósito de máquinas expendedoras suscrito el 5 de Mayo de 2010, y siendo Vd. titular del depósito de la máquina expendedora cutas características se reseñan al margen y de la que en consecuencia es depositario, le comunicamos que en los próximos días hemos dado instrucciones a nuestros transportistas para que procedan a su retirada, requiriendo para ello la máxima colaboración.

No obstantes si Vd está interesado en la compra de la citada máquina, le indicamos que el precio es de CUATROCIENTOS EUROS (400€) más IVA, comunicando en este caso su intención a nuestra oficina […] donde recibirá instrucciones para realizar la compra.

Atentamente,
GESTORES CORELLI S, .L.

No tenemos conocimiento de que Coveprés o las asociaciones de Barcelona adheridas a la confederación hayan firmado ningún otro contrato con distinto proveedor de máquinas de tabaco. Tampoco sabemos si la orden de no prorrogar el contrato en vigor afecta a todos los quiosqueros de Coveprés o sólo a quienes han recibido la carta. Sí sabemos (por fuentes generalmente bien informadas) que, al menos, una asociación adscrita a Coveprés (Agrupació Catalana d’Agents de la Divulgació) ha intentado retirar estas máquinas de los quioscos en que están instaladas, sin dar mayores explicaciones.
Huele a quiosco.

viernes, enero 20, 2012

¡No es eso!

Estamos en la cartonaílla de 2012, que este año está siendo cartonaillita, y hemos entrado en época de módulos; me toca, por tanto, pasarme por el quiosco a recoger facturas atrasadas y repasar la correspondencia que se ha archivado virgen (con el sobre intacto).
Encuentro un par de circulares de la Asociación y desentierro otra que recogí en julio. Comento brevemente.

Circular de 15 de junio de 2011
Acuerdos con las distribuidoras sobre portes y porcentajes que se han de aplicar a los asociados.
Reducción porcentual y anual de los portes hasta llegar a su eliminación.
Porcentaje de descuento en revistas: 25%.
Formulas para formalizar el acuerdo:
a.- Uso del datáfono de la Asociación
b.- Uso del programa informático de la Asociación
Entiendo perfectamente que se haya hecho una inversión en datáfonos y en un programa informático que, a decir de los usuarios, es bueno, y que se quiera amortizar, pero eso no justifica que se obligue al asociado a usarlo, so pena de no beneficiarse de los logros de la Asociación que, dicho sea de paso, pagan entre todos los afiliados.

Circular de 13 de enero de 2012
AVUI-EL PUNT, EL PÚBLICO y ABC han rebajado en un 5% la comisión del diario del domingo.
Haciendo uso de su derecho y de su libertad, muchos quiosqueros han dejado de vender estas cabeceras durante todos los días de la semana; estos vendedores exigen que se expulse de la Asociación a quienes no actúen de la misma manera.
La Asociación pide permiso a sus afiliados para ejecutar la sentencia dictada por un grupo de ellos.
Hace unos pocos años, muchos asociados decidimos no vender determinadas cabeceras en un intento de presionar a las distribuidoras para que se sentaran a negociar los portes. De todos es conocido cómo acabó el gesto de rebelión, precisamente porque otros quiosqueros no apoyaron el plante. Salvo dentro de la Junta Directiva, no hubo depuración de quienes no secundaron las acciones que se aprobaron en asamblea por amplia mayoría; nadie pidió abiertamente que fueran expulsados. Y es lógico, porque, de la misma manera que un quiosquero tiene derecho a decidir que quiere secundar un plante, le acoge idéntica razón si decide no hacerlo. Ese derecho está por encima de los resultados que pueda arrojar una encuesta, de los acuerdos tomados en asamblea y de los propios estatutos, si es que éstos permitieran expulsar a un afiliado por ejercer un derecho que, como persona, le corresponde.

Llevo siete años oyendo que es necesaria la unidad de los quiosqueros. Ni es probable ni es deseable; cada quiosco es un mundo y cada quiosquero tiene problemas concretos a los que busca soluciones personales. Nadie pretende negar que existen dificultades comunes con soluciones parecidas que se deberían abordar de forma conjunta. Pero de ahí a pensar que la unidad se puede obtener por imposición, media un abismo; la unidad, de conseguirla, sólo se puede lograr mediante el convencimiento por la razón. La base de la democracia es el respeto a la opinión de las minorías y cualquier medida impuesta "por la fuerza" sólo contribuirá a echar más leña al fuego, siendo que la hoguera de los quioscos ya está bastante alimentada.

jueves, enero 05, 2012

Mear en la calle


Tengo un grave problema en la percepción de olores. No es que sea incapaz de distinguirlos, es que, si el olor es penetrante, me molesta; y me da igual que sea bueno o malo. Quizá por eso, mi lenguaje sobre olores es muy particular:
Apesta a perfume: lo uso cuando tomo el ascensor que recientemente ha abandonado una señora que utiliza un perfume denso y pegajoso.
Huele a colonia: perfume barato y en abundancia.
Huele bien: tengo hambre y acaban de retirar la olla de la encimera.
Huele a Cabrales: alguien lleva años sin lavarse los pies.
Huele a bacalao: pues eso…
Huele a tarquín: vomitivo.
Huele a zahúrda: depende del estado de ánimo. Puede oler a podrido, a lapachín, a cerdo revolcándose en el barro o puede haberme llegado un olorcillo a Jabugo.

Donde no hay posibilidad de error es cuando utilizo la expresión “huele a quiosco”. Oler a quiosco es oler a amoníaco, es oler a orina de noche de juerga, es acordarse de los muertos del malapersona que ha intentado mearse dentro del quiosco a través de las rendijas del simulacro de puertecilla de entrada al “local”.

Últimamente estoy contento; he oído que el alcalde Trías está dispuesto a atajar esta mala costumbre endureciendo (cómo no) las sanciones a los meadores públicos y construyendo nuevos meaderos públicos. ¡Exacto! Los mismos que otros alcaldes borraron de la faz de las ciudades españolas y los sustituyeron por los lavabos de bares y cafeterías. Hablan de los millones que el ayuntamiento se gasta en limpiar las calles que los meones ensucian; me parece exagerado. Aplicando a rajatabla las leyes (que ya existían) invertiremos la ruta del flujo de dinero: menor gasto y mayores ingresos; puede que mear en la calle sea rentable para la ciudad.
Digo yo que la misma ley se aplicará a todos los animales, es decir, que tan sancionable será la meada de un hombre como la meada de un perro o la cagada de un caballo. Aunque esto último puede que no, porque si mi nieto (cuando lo tenga) se caga en la calle, aunque yo recoja su mierda, me multarán; y si es un animal el que hace sus necesidades en la calle, no habrá problema si meto su caca en una bolsita y la dejo en la papelera.

¿Qué estoy a favor de que la gente se mee en la calle? ¡No, por Dios! Me llevan los demonios las medidas que se toman cuando ya las calles están hechas una guarrería. Hace años, Quiosquera y yo encontrábamos sucias las calles de muchas ciudades de España comparadas con las de Barcelona; hoy encontramos muy sucias las calles de Barcelona sin que hayan mejorado necesariamente las de otras ciudades de España. Y me llevan los demonios cuando todo lo arreglamos con multas. Hagan las autoridades que los meones cogidos in fraganti mantengan el trozo de calle donde fueron sorprendidos, libre de olor a quiosco durante unos cuantos días.

En todo caso, ya sea aplicando una política sancionadora, ya sea aplicando una política educativa, es de esperar que los sábados y domingos por la mañana, principalmente, los quioscos dejen de oler a quiosco.