Mierda seca

¿Cuándo prescribe un error?
O dicho en el lenguaje que comúnmente se utiliza en estos tiempos, ¿cuándo prescribe una cagada?

Cuando yo era niño, el retrete era un invento de ciudad y los paletos de pueblo hacíamos nuestras necesidades en un cañaveral o en el rebalaje. Algunos afortunados disponían de corral y a él acudían en caso de que el retortijón se produjera cuando estaban próximos a su vivienda; pero si la necesidad les pillaba alejados, no era de extrañar que buscasen acomodo en el cañaveral más cercano. Esto, que hoy puede parecer una marranada, era ecologismo puro y, según me enseñaron, la forma más natural de completar el ciclo del nitrógeno. Además, era la manera que teníamos para educar el sentido del olfato: el olor de una mierda depende de la ingesta del productor, del estado de su aparato digestivo y, sobre todo, del grado de humedad, de tal manera que, al final, todas huelen lo mismo. Huelen a mierda seca.
(Entendemos por final cuando ya han pasado por ella todas las moscas, moscardas y moscardones del lugar y la tierra ha extraído toda la materia orgánica susceptible de ser utilizada como alimento vegetal. En definitiva y como queríamos resaltar, una mierda no deja de oler nunca, salvo que se petrifique).

Pues bien, el Señor Conde de la Marina Press y Grande de España no lo sabe. El cagó en bacinilla de oro entre esprais que huelen a rosa y jazmín y jamás aspiró el olor de una mierda seca. Por eso sus senescales han determinado que una cagada prescribe (deja de oler) a las cuatro semanas.

Antecedentes históricos: El día 10 de junio de 2010, en un determinado predio no se entregó el impreso oficial de la administración del condado en el que deberían anotarse los excedentes de la cosecha del día. El payés de remensa generó su propio pergamino y lo entregó en mano al recaudador del Señor Conde que, o bien no trasladó a los senescales, o bien éstos hicieron caso omiso del documento. La pertinente factura se confeccionó el 13 de junio sin tener en cuenta los 56,18 mancusos a que accedía la devolución del payés.
El 13 de julio de 2010, el administrador del predio volvió de una larga estancia en uno de los balnearios del reino, donde hizo acopio de sol y yodo para el resto del año. Al repasar el estado de cuentas del territorio, detectó la falta de los 56,18 mancusos y redactó la providencia estipulada para el trámite.

Veredicto de los senescales del Señor Conde de la Marina Press y Grande de España:

MARINA BCN DISTRIBUCIONS
Barcelona, 21 de julio de 2010
En referencia a su reclamación recibida el 15/07/2010 le comunicamos no poder atenderla, ya que el plazo establecido es de 4 semanas desde la emisión de la factura.
Si existe algún motivo extraordinario para el cual Vd. no pudo reclamar antes, rogamos nos lo comunique con la mayor brevedad posible.
Sin otro particular, reciba un cordial saludo.
DEPARTAMENTO DE DEVOLUCIONES

Es decir, que el payés de remensa que trabaja el predio pisó la mierda a los 32 días de la cagada de los senescales o de quien demonios fuera, porque los esbirros del Señor Conde han determinado que una mierda deja de oler a los 28 días de su implante.
Que Dios les premie con muchas y las degusten con placer. Servidor todavía puede permitirse el lujo de limpiarse el culo (una vez en la vida) con un billete de 50 mancusos.

Acumulando beneficios

Continuamos con el repaso de nuestros datos de 2009. Habíamos visto la incidencia de los portes en nuestras ganancias y la cantidad de papel que hemos de manejar sin que nos dé el más mínimo provecho. Hay más. Hoy toca hablar del género que pagamos sin haber recibido, del género que devolvemos y no cobramos, de las devoluciones fuera de plazo, de los cargos por devoluciones indebidas y de los ejemplares que nos manga el respetable. Advierto que en los números que van a continuación, hay cantidades que he recuperado con posterioridad, después de demostrar que era imposible que se diese la circunstancia por la que se me denegó la primera reclamación o, por qué no decirlo, por ser quien soy.
Lamento no haber tenido la paciencia necesaria para totalizar las pérdidas por grupo de causa y tener que mostrar datos globales. Por lo que recuerdo mientras hacía los cálculos, hubiera sido muy interesante, dado que cada distribuidora utiliza razones distintas para denegar reclamaciones y porque el monto de lo que nos chorizan los transeúntes es mucho más alto de lo que los quiosqueros pudieran llegar a imaginar (una razón más para estar en contra de los modelos de quiosco que tienen casi todo a manos de los clientes y alejado de la ubicación estándar del vendedor).

1.- Género pagado y no recibido. Causas habituales en las distribuidoras de revistas, donde prevalece la palabra del repartidor y el peso que arroja la balanza. Lo del peso de la balanza sería un buen método si todas las publicaciones llegasen empaquetadas y dicho peso estuviese reflejado en el albarán.
2.- Género devuelto y no cobrado. Afecta a todas las distribuidoras aunque cada una aplica parámetros diferentes a la hora de rechazar las reclamaciones. Logística de Medios y SADE (Logista) suelen ser las más benévolas siempre que el quiosquero reclame con los pantalones bajados. SGEL depende de la honradez y ganas de trabajar del empleado que nos toca en suerte para contar nuestro paquete, y Marina BCN depende de que el paquete sea de diarios o promociones: si el paquete es de diarios, manda lo que hayamos apuntamos en SU hoja de devolución; si el paquete es de promociones, también influyen las anotaciones realizadas y las prisas con las que el recogedor las puntee.
3.- Devoluciones fuera de plazo. En 2009 apenas tuvo incidencia en mi quiosco, pero algún ejemplar se coló. Nunca entendí por qué una revista mensual está dentro de plazo si la devuelvo a los sesenta días (cuando recibo la de dos meses más tarde), mientras que una bimestral queda fuera de plazo a los cuarenta y días y no la cobro si la devuelvo justo cuando recibo el número siguiente.
4.- Cargos por devoluciones indebidas. Afecta a las distribuidoras de diarios; digo mal, afecta a los quiosqueros que venden prensa y son las distribuidoras de diarios quienes se lucran por esa razón. Este apartado comprende los cargos de periódicos de domingo por falta del correspondiente dominical, y los cargos de periódicos a discreción por falta de la cartilla correspondiente a una promoción. Sería fácil obtener la redención de penas en Logística de Medios porque sólo se necesita presentar el original de SU albarán de devolución pero a ver quién coño encuentra el albarán en que se devolvió una cartilla de junio cuando el cargo por la falta de la misma se produce en diciembre o enero siguiente. Lo de Marina BCN es más grave: si está apuntada en el original de SU albarán de devolución, se retrocede el cargo; si tal apunte no existe, kaput.
(Estos cuatro puntos, que afectan a las distribuidoras, se tratan con una ligera trampilla: el vendedor no sabe nunca si la reclamación ha llegado a destino o no, y, bastantes veces, tampoco tiene constancia de su rechazo. Mientras tanto se van perdiendo los papeles y las reclamaciones caen en el olvido).
5.- Lo que nos mangan. Entiendo como mangado al resultado positivo de la operación a-(b+c), siendo “a” el número de ejemplares recibidos, “b” los ejemplares vendidos y “c” los ejemplares devueltos. Hemos tenido en cuenta determinados resultados negativos donde se veía con claridad que, a la hora de vender o devolver, se había tomado un número por otro.
Sin pruebas palpables, puesto que sólo cuento con la memoria, el 75% de las pérdidas de género se deben a esta última razón: la mangancia.

En 2009, por los conceptos precedentes, hemos acumulado unas pérdidas de casi 2.500€, lo que representa el 8,45% de los beneficios brutos (portes incluidos, es decir, considerando los portes como beneficios). Si a esto le desquitamos lo que pagamos de portes, resulta que el 18,75% de los beneficios netos van a parar al cubo de la basura.
Por descontado que el reparto de lo que el basurero se lleva no es homogéneo.

Marina BCN se distingue por la cantidad de cargos por devoluciones indebidas (471€), la mayoría de ellos recuperados. Las pérdidas representan el 5,86% de los beneficios brutos que, junto a los portes devengados, se va al 9,49% sobre beneficios netos.
El record absoluto en cuanto a pérdidas de género se lo lleva SGEL con casi 1000€ de ejemplares desaparecidos y que representan el 16,38% de los beneficios.
En Logística de Medios hemos recuperado todos los cargos por devoluciones indebidas, y las pérdidas ascienden al 5,77% de los beneficios brutos. Teniendo en cuenta los portes, estamos tirando el 23,57% de los beneficios netos.
Por último, SADE alcanza unas pérdidas de sólo el 11,43% sobre beneficio bruto que, junto a los servicios auxiliares, representa el 55,51% (cincuenta y cinco con cincuenta y uno por ciento) sobre beneficio neto. Es decir, de cada 100€ de beneficio neto, damos 49,77€ a SADE en concepto de portes y tiramos a la alcantarilla otros 5,74.

¿Hasta qué punto es rentable trabajar con Logista?

¿Quiosquero del año?

El lunes 5 de julio, después de la hora de la siesta, accedí a GMAIL para ver si tenía algún mensaje. Habíamos pasado el fin de semana en la residencia de Camp Davis y era probable que Juan Manuel o Bandolera me hubiese dejado algún recado. Los había y, entre ellos, uno que rezaba:
2 de julio de 2010
Hola, soy M. del programa Hoy por Hoy de Carles Francino de la Cadena Ser. Queremos invitarle al programa la semana que viene por su blog. Necesitamos que se ponga en contacto con nosotros en este mail dejando un número para poder localizarlo con la mayor urgencia posible.
Gracias.
M.
Añadía un teléfono de contacto al que llamé, pero M. no está por las tardes. Le envié un email con mi número de móvil y esperé la llamada. No se produjo. He de suponer que el programa al que me querían invitar se había emitido el mismo lunes día 5 y había llegado tarde.

Nos fuimos 15 días a Camp Davis a pasar la primera parte de las vacaciones de Quiosquera. El día 21 tuve que volver a Barcelona a hacer unas gestiones que no admitían demora y aproveché para ver si había algo en GMAIL. Había.
20 de julio de 2010
Hola, quería confirmar que este es el email de la persona que hace Pies para quiosquero. Soy periodista de El Periódico y me gustaría ponerme en contacto con usted.
Mil gracias.
Mauricio Bernal

Contesté el email, le di mi número de móvil y regresé a Camp Davis. Apenas habían pasado dos días cuando Mauricio me llamó y quedamos para el jueves de la semana siguiente. Tomamos café en el Sabinus y estuvimos charlando algo más de una hora. No tenía claro cómo podría condensar la conversación en una sola página.
Al día siguiente tuve la sesión de fotos. La cámara era digital pero el fotógrafo me retrató por espacio de un carrete más o menos. Me hizo fotos dentro del quiosco, fuera del quiosco, poniendo revistas, quitando revistas… Mis vecinos de siempre miraban mosqueados. En un momento dado me hizo un primer plano con el quiosco de fondo.
- Ésta no la publicarán –le dije-.
- ¿Por qué no?
- Porque el toldo que se ve está patrocinado por la competencia.
Se rió. Cuando casi habíamos acabado, me lo dijo.
- Posa usted muy bien.
- Es que en mi juventud hice teatro.
- Pues se nota.

Mauricio me avisó el día antes de mi partida a Quintanilla de Onésimo a pasar el resto de las vacaciones de Quiosquera. A Quintanilla no llega El Periódico de Catalunya y todavía no he visto la entrevista en papel pero por el formato debe ser idéntica a la digital. No sé cómo se lo ha montado Mauricio, pero ha salido publicado prácticamente todo lo que hablamos y con el tono desenfadado con que se llevó a cabo.

El domingo por la tarde, cuando ya había descansado un poco del palizón del viaje, fui a ver a mi madre. Sonó el móvil. No tenía clichado el número llamante pero descolgué.
- ¿Don Antonio Linares?
- Yo mismo.
- Lamento decirle que queda usted muy mal en El Periódico y que, ya puestos, podría publicar Los Figuristas. Eso es todo, buenas tardes.
Y colgó.
Quiosquera me vio la sonrisa de medio lado.
- ¿Quién era?
Le conté la conversación.
- ¿Sabes quién es?
- Sólo conozco a una persona que esté tal mal de la cabeza: el Letri.
Devolví la llamada.
- ¿El señor Morales?
- Aquí no vive nadie con ese nombre. Yo soy el Letri.
Hacía 5 años que no hablábamos y nos pegamos una charla que, a mí, el oído me echaba chispas; lo peor es lo que me dijo:
- Le he mandado el enlace al boticario de Sucina.

¡Dios mío! De los siete u ocho chavales (o sea, todos) de mi pueblo que congeniábamos sólo queda uno viviendo en las cercanías. Los demás hicimos como los moros: desembarcamos en El Pozuelo y nos extendimos por la península hasta llegar al Norte (Galicia). Desde allí hemos empezado a retroceder y, más arriba de Madrid, según se toma a mano izquierda, ya no queda ninguno. Lo malo es que yo salí a conquistar el mundo como matemático y ahora se van a enterar que he tenido que recurrir a Internet para que alguien me conozca. Cuando vuelva a El Pozuelo me va a pasar como a la Veneno, el transexual que salía en el programa de Pepe Navarro, que llego a su pueblo, Adra, y lo echaron de allí a tomatazos. ¿Quién demonios le mandaba al Letri estar en Cambrils el 8 de agosto?

Claro que ahí no acabó todo. El lunes 9 me llamó Dalr.
- Oye, que me ha llamado JCG de NET.RADIO y quieren hacerte una entrevista. Me ha dicho que te ha visto en El Periódico y que si hace falta te manda un equipo móvil al quiosco.
Llamé a JCG para decirle que estaba en Quintanilla. Hemos quedado que lo llamaré cuando vuelva a Barcelona.
Quiosquera está alucinada con el año de popularidad que estamos viviendo y no se acaba de la explicación que le doy.
- Está más claro que el agua. ¿Cuándo se le hacen homenajes a los escritores, políticos, futbolistas, etc.? Cuando se mueren o se retiran; o sea, que estoy más acabao que Curro Romero.

En contraportada

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¿En contraportada?

Me comunican que está previsto que el domingo 8 de agosto aparezca la entrevista que me hizo EL PERIÓDICO para publicar en su contraportada.
¡Que no nos pase ná!

¡Ecologistas a mí!

Mentar las devoluciones en casa de un quiosquero es como mentar la soga en casa del ahorcado. Todo el mundo piensa que es por ahí (y están –casi- en lo cierto) por donde se les van los dineros. Revista que no encuentras, fuera de plazo que te crió. Revista mal apuntada, 99% de posibilidades de que nadie se dé cuenta de que va en el paquete. DVD que sobresale, alguien lo ayuda a que salga del todo. Revista que ha cambiado de distribuidor y que, por la fuerza de la costumbre, devolvemos a la distribuidora anterior, rehúse “no fondo” que no llega a tiempo de devolver en condiciones y en plazo.

No es necesario seguir porque todos los que se dedican o nos hemos dedicado a esto, saben de qué va. Lo que quizá no sepan muchos es cómo se traduce a números este trasiego.

Teorema de rendimiento de quioscos: La mitad del género recibido en un quiosco no produce ningún beneficio. O formulado de otro modo: Para que un quiosquero gane 1€ ha de hacer el trabajo necesario para ganar 2.

Repaso mi resumen de facturación de 2009.

Sobre unas entregas de 216.127,90€ (casi 36.000.000 de pts), que es lo que mueve en papel un quiosco medio, he hecho devoluciones por valor de 103.213,25€. Digo mal. Me han facturado devoluciones por esa cantidad, o dicho de otra manera, en esta cantidad no están contempladas las publicaciones que se han perdido por el camino o que devolví fuera de plazo. En definida: el 47, 76% (en dinero) de las publicaciones que recibo hacen el viaje de ida y vuelta sin producir beneficio alguno.
No son los mismos números para todas las distribuidoras. Las distribuidoras de diarios, Logística (35,58%) y Marina BCN (34,08), ajustan mucho más sus envíos que las distribuidoras de revistas, SADE (67,81%) y SGEL (65,16%). Lo de SADE empieza a oler a olimpiada: participa en decatlón y ya lleva ganadas las dos primeras pruebas; primer puesto en devoluciones y podium de honor en repercusión de los portes en la merma de beneficios.

* * *

Lo que sigue a continuación no tiene un tratamiento científico. Para que unas pruebas estadísticas sean fiables, se ha de aplicar una metodología contrastada, es decir, producto de una experiencia prolongada y, además, el banco de pruebas debe ser lo suficientemente amplio en espacio, tiempo y número de catas para que sea representativo. No dispongo de material, ni tiempo, ni ganas para hacer un estudio exhaustivo pero, como lo que trato de probar no se va a ver afectado por una tonelada de más o de menos, ahí va el experimento que he realizado.

Metodología: Hemos tomado un montón indeterminado de publicaciones al azar y hemos calculado su peso medio. Obtenemos la desviación estándar o el desvío medio y eliminamos las publicaciones que superen este desvío. Con ello eliminamos como factor estadístico revistas como VOGUE que pesan un güevo y tienen un precio bastante normal y otros productos como DVDs de apenas pesan unos gramos y valen un güevo. Nos quedamos así con 46 revistas que dan un peso medio de 267 gr. y un precio de venta de 1,795€, o sea, 1,346€ de coste.
Algo similar (más complicado porque las condiciones de los domingos, tanto en precio como en peso, son muy diferentes al resto de días) hemos aplicado a los diarios, teniendo en cuenta que las distribuidoras respectivas nos surten de diarios, promociones, atípicos y chorradas varias que no podíamos tratar de forma homogénea.

El resultado final es que un quiosco medio devuelve al cabo del año 26.896 kg. de papel (casi 27 toneladas) que tanto empresas editoriales como distribuidoras sabían que no se vendería. Si en este país que llamamos España hay unos 25.000 quioscos, estamos desperdiciando anualmente 675.000 toneladas de papel.

¿Cuántos árboles representan?
¿Dónde están los muchachos del Gran Pis?
¿A qué se dedican los gobiernos mientras se les llena la boca hablando de energías renovables o de impactos medioambientales?
¿A quién beneficia?
¿A quién perjudica?

Por prisa que se den unos y otros, si yo me muero asfixiado no será por falta de oxígeno en la atmósfera pero quien venga detrás que arree. A mi lo que me jode es que cada año he movido 54 toneladas de papel (27 al poner las revistas y 27 al quitarlas) que sólo me han reportado hernias discales, artrosis y una mala leche crónica que no me va a dar tiempo a dulcificar. Ni con miel.