viernes, junio 29, 2007

Agárrense que vienen curvas

Dicen los entendidos que el rumor es la antesala de la noticia. Pues en los próximos meses-días nos esperan los siguientes rumores-noticias, según fuentes generalmente bien informadas.

1.- Desde primeros de julio SADE y DISTRIBARNA funcionarán como una única distribuidora. Al parecer, SADE hará la distribución en Barcelona ciudad y DISTRIBARNA en la provincia. No tenemos conocimiento de cómo esta medida afectará a los quiosqueros desde un punto de vista administrativo.

2.- El Grupo Godó está en disposición de iniciar la colocación de máquinas expendedoras de diarios. Los quiosqueros seguiremos suministrando las promociones. Cuando falte una cartilla ¿nos cargarán igualmente el importe de los diarios correspondientes?
El mismo grupo ya está exigiendo a los quiosqueros que procesen las suscripciones a través del Zapatófono. Así, si el suscriptor se olvida un día de recoger su Vanguardia, el margen irá a parar a la empresa editora (lo que es justo) pero el cliente que el lunes recoge los periódicos de sábado y domingo ya no lo podrá hacer (lo que es una jodienda).
En quioscos donde está implantado el sistema, ya se han encontrado con que el lunes, al pasar la tarjeta de un suscriptor, el zapatófono ha indicado “Este diario ya ha sido retirado”.

3.- Carrefur va a abrir en los barrios de Barcelona un montón de supermercados de tipo medio. Entre los productos que ofertarán a sus clientes se encuentran, cómo no, diarios y revistas.

Tranquilos colegas. En invierno venderemos castañas y boniatos calientes y en verano… ¡qué coño! en verano nos iremos de vacaciones.

martes, junio 26, 2007

Su Señoría

La gente suele ser fiel a sus costumbres y convicciones: desayuna en el mismo bar, escucha la misma emisora, se acuesta con la misma mujer o varón (bueno, esto último, algo menos) y lee el mismo diario.
Yo difiero un poco. Desayuno en casa y me acuesto con la misma mujer, entre otras cosas, porque, si hubiera filtraciones, Quiosquera me daría con la mano del almirez en la cocorota. Pero en lo concerniente a radio y prensa escrita soy fiel hasta que empiezo a creer que el articulista lleva razón, en cuyo caso cambio rápidamente de emisora o periódico. Menos a primera hora de la mañana. Mi radio despertador apunta directamente a la COPE.
- No sé cómo puedes aguantar cada mañana a este tío –me dice Quiosquera.
- Está claro. Si Jiménez Losantos, histriónico él, no es capaz de despertarme, ¿cómo diantre lo van a conseguir otros más reposados a la hora de hablar?
- Pues levántate y apaga la radio.
Y ya me encuentro sentado al borde de la cama. El radio despertador ha funcionado.

En lo referente a prensa, que es lo que me da de comer, mis clientes son fieles y compran siempre el mismo periódico. Salvo uno, que sabe leer y contrastar y cambia constantemente de diario: uno distinto cada día.
Su Señoría encierra casi dos metros de leyes en piel humana. Parco en palabras, es persona de educación exquisita. En sus modales me recuerda a José María de Areilza aunque sospecho que a Areilza la clase le venía de cuna y Su Señoría se ha hecho a sí mismo.

Nuestras conversaciones son breves. Un ligero comentario sobre las domingas de la niña de Interviú o la noticia bomba de los últimos días.
Los jueves toca El Mundo de Catalunya.
- El Cultural del Mundo es muy bueno –me dice.
- Sí. Tengo clientes que lo compran y me dejan el periódico a mí o lo olvidan en Villabragas.
- Es que es de derechas –baja la voz y sonríe.

A veces hasta se lleva dos diarios. No hace mucho eligió Avui y El Periódico.
- Hombre, ya puestos llévese De Verdad y junta el tripartito.
- ¿Qué diario es ese?
- Es un semanario comunista.
- Bufff. Eso es demasiado para el cuerpo.

domingo, junio 24, 2007

LA CALLE NOS OFRECE ANÉCDOTAS EN TODO TIEMPO

Hace unos días, cuando iba a echar una mano a quiosquero, a eso de las 15.15, fui testigo de una situación comprometida por parte de una joven madre que cruzaba frente al quiosco cuando yo me iba acercando a él.
Todo sucedió en unos segundos pero la reacción fue muy rápida. La joven iba empujando el cochecito de su bebé, un niño de no más de 1 año, cuando empezó a sonar su móvil. La madre, de forma automática, soltó el cochecito y fue a abrir su bandolera empezando a rebuscar en ella mientras, el carrito, se lanzaba calle abajo sin control. Yo, que estaba viendo cómo se desarrollaban los hechos, me preparé para intervenir (al estilo Superman) con la esperanza de poder controlar el cochecito pero las ruedas iban un poco giradas y el carrito, a medida que avanzaba, se iba desviando hacia los contenedores de la basura. El pequeñín iba tan feliz admirando el paisaje y, por supuesto, ajeno a lo que estaba sucediendo. En aquel momento, la madre se dio cuenta del problema, soltó el móvil y echó a correr en busca de sus bebé. Gritaba y agitaba las manos como alma que lleva el diablo.
Como ya os he dicho, se tarda más en leer lo ocurrido que el tiempo que realmente pasó hasta que la joven dio alance al carrito cuando faltaba poco para que se estampara contra el contenedor.
¿Cuándo se enterará la gente de que el móvil, cuando suena, nos puede hacer perder el control de la situación llevándonos al desastre? Es corriente ver a algunos conductores de vehículos sujetando el volante con una sola mano y sosteniendo, con la otra, su teléfono móvil mientras habla y gesticula prestando, seguramente, más atención a la conversación que al tráfico en el que está inmerso. Si es que, por muchas multas o pérdida de puntos en la conducción, siempre hay quienes conducen de forma temeraria. (Algunas, incluso el cochecito de su bebé)

viernes, junio 22, 2007

Encefalograma plano

Superwaiter defiende que el pueblo, como masa, es burro; luego, hay algunos individuos inteligentes que se rodean de burros para que no le hagan sombra. No va desencaminado. Al menos en lo que a distribuidoras de refiere.

Desde detrás del mostrador del quiosco y cuando el cliente lo permite, uno va repasando albaranes, facturas, devoluciones… Y constata que la capacidad de incompetencia de la gente no tiene límite. ¡Pero, coño, cuando los llamas tontos del culo se cabrean y te amenazan! No entiendo por qué. Para llamar tonto a alguien hace falta que el interlocutor tenga cerebro. Relleno de mijón, pero cerebro al fin y al cabo. Y estos tienen el cráneo vacío.

A veces en este quiosco se llegó a pensar que todos los changüís que aparecían en facturas y albaranes se debían a una estrategia para confundir al quiosquero. A medida que vamos adquiriendo experiencia nos convencemos de que no llegan a eso. Para liar a la gente hace falta inteligencia y, estos, no la tienen.

Un caso.
Las revistas mensuales suelen ir acompañadas de “regalos”. Y parece que se ponen de acuerdo: el mes pasado tocó bolsos y bikinis y este mes la mayoría “regala” zapatillas o más bikinis. El precio final es el resultado de sumar el importe de la revista y el del regalo. Pero el quiosquero paga diferente IVA: 4% para la revista y 16% para las zapatillas. Cada distribuidora se lo monta a su manera para reflejar esta circunstancia en el albarán; normalmente aparecen en dos líneas consecutivas los dos componentes del cartón. Sumas y cuadras.

Hoy me ha llegado una revista con zapatillas y dos albaranes. En el primer albarán figura la revista y en el segundo las zapatillas. El primer albarán tengo que pagarlo el 30 de junio. El segundo el 23 de junio.

Encefalograma plano.

miércoles, junio 20, 2007

Café con hielo


Han llegado las colores y Superwaiter anda medio alunado. La culpa es del café con hielo. Bueno, no. La culpa es de los que piden café con hielo.

- ¿Me pone un café con hielo?
- Cuanto lo siento –contesta con la mejor de sus sonrisas-. El chico ha ido a buscarlo y aún no ha llegado.
- ¿Tardará mucho?
- No lo sé porque últimamente está un poco vago y se entretiene bastante.

El posible cliente suele pillar la puerta. Siempre hay algún conocido que lo increpa.
- No sé por qué le tienes esa manía al café con hielo.
- ¿Tú le pones cubitos a la sopa?
- No, pero en verano tomo sopas frías.
- ¡Ahí! Si te quieres refrescar te tomas una Coca Cola pero es de gilipollas hacer un café caliente y luego rebajarlo con cubitos. Claro que la culpa la tiene el que abolió la pena de muerte porque si a los tres primeros que pidieron café con hielo le hubieran aplicado el garrote se habría acabado el problema. Al final alguien me pedirá un entrecot a la plancha y luego dirá que se lo meta un ratito en el congelador.
- -Hombre –intervengo-, a mí me metieron una vez un helado en el microondas.
- ¡Vaya por Dios! ¡Y yo que creí que eras normal! Ya me has hecho dos o tres parecidas y creo que estás buscando que te mate.

Y es que las distintas formas de preparar un café dan para mucho juego. Sin ir más lejos, ayer me acerqué a Villabragas para echar una meadita y Salva, que anda a plan, me pidió que le trajeran un café americano con sacarina.
- Que dice Salva que el americano le lleve un café y una saca de harina.
- Si quiere harina que vaya a la panadería.

Al salir de mi visita a Wenceslao oí a Carmela.
- Ana, que no. Que Quiosquero está atontao. Lo que quiere Salva es una café americano con sacarina.
- ¿Y yo que he dicho? ¡Hay que ver cómo os ponéis por un pequeño error de sintaxis!

lunes, junio 18, 2007

AVISO A LOS AMIGOS DE MADRID

Queridos amigos:

Algunos de vosotros habéis mostrado interés en adquirir el libro de la Primera Temporada de Pies para quiosquero. Cuando nos preguntasteis cómo hacerlo, ya os comentamos que habíamos consultado el tema en Correos y nos habían dicho que, siempre que no sean editoriales (que tienen un precio reducido), el reembolso costaba más de 5 € . Nos pareció muy fuerte porque se os doblaba el precio y no lo consideramos justo.

Pues bien, nuestros muy queridos amigos Juan y Conxi se van este fin de semana para Madrid. Dicen que por asuntos de trabajo pero estoy segura que han "sobornado" a alguien para que los mande (cualquier excusa es válida para ir a ver a sus nieto ). Ellos se han ofrecido voluntarios para llevar algunos ejemplares para allá (es decir: portes gratis) así que, aquéllos que queráis uno, decídnoslo lo antes posible (entre hoy y mañana, tope máximo el miércoles) para que os los podamos preparar.

Como ya comentamos en su día, el precio del libro son 6 €.



MOSCA : si nos lees y quieres que te mandemos un libro, dínoslo. Hace tiempo que estás en "paradero desconocido" pero imagino que nos irás siguiendo. De todas formas, el que te lo lleven a Madrid no quiere decir que renunciemos a tu visita por Barcelona ¿De acuerdo?


En estos momentos no sé en qué quiosco os lo dejarán pero ya os lo comentaré lo antes posible. Supongo que será por Valdebernardo.

Un abrazo,

Quiosquera

jueves, junio 14, 2007

Clima y agricultura


Mamá Chispa continúa siendo fiel a su cita los lunes, miércoles y viernes. Salva la tiene muy consentida y nunca la hace esperar. Cuando Mamá llega ya tiene preparada su bolsa con las revistas que tocan, su 6/49 y la Loto Ràpid correspondiente.

Lo malo es cuando llega tarde y Salva no está. Pueden pasar dos cosas:
· que Salva haya dejado preparada la bolsa
· que Salva no haya dejado preparada la bolsa
En ambos casos yo actúo al revés. Si hay bolsa preparo las revistas; si no hay bolsa la busco como un poseso.
- Salva me la tiene preparada siempre.
- Es que tiene muy buena memoria. Yo hasta que no la veo llegar no me acuerdo.
- Al final va a resultar que el empleado mira más por el negocio que el amo.
- La verdad es que si no fuera por él esto ya no sería negocio.

Ayer la acompañaba su hermano que ha venido del pueblo a operarse. Salva había preparado la bolsa y se la di. No me fijé en el contenido. Hoy hemos llegado a la conclusión de que le enchufé la bolsa del lunes que también estaba preparada y yo se la volví a preparar; y con tanta preparación he preparado la que me espera el viernes: mañana tendremos sainete.
- ¿Qué le debo, señor Quiosquero?
- Son 11,20.
- ¿Tú quieres algo, nene? –pregunta al hermano.
- No sé. Una revista que compro en el pueblo. Clima me parece que se llama.
- ¿De qué trata eso?
- Es una revista de agricultura –intervengo-. Aconseja cuándo debe plantarse y esas cosas.

Le doy la revista y, con el rabillo del ojo, Mamá Chispa vislumbra las nenas de la portada.
- ¡Son mujeres en pelota!
- No, mujer. Son las modelos que suben en el tractor para hacer las fotos de la publicidad.
- ¡Ah, bueno!


P.D. ¡Coño! Me acaban de preguntar por el Paseo de Garsía.

lunes, junio 11, 2007

Himno nacional


Constato una vez más que, durante mi aprendizaje, no entendí bien la definición de democracia. Me hablaron de tres poderes más un cuarto en la sombra, la prensa. Me hablaron de que, cualquiera que fuese el partido en el gobierno, apenas cambiaba la política exterior e interior de un país. Me dijeron que en el Parlamento los políticos hablaban para ponerse de acuerdo…
Compruebo, sin embargo, que no hay cuatro poderes sino uno y medio (hasta la prensa es leal a un partido). Compruebo grandes divergencias en política exterior: Irán, USA, Venezuela, Cuba. Compruebo falta de consenso en política interior: ETA, inmigración, código penal. Y compruebo que al Parlamento no se acude para llegar a acuerdos sino para insultarse y poner de manifiesto las diferencias entre gobierno y oposición.

Por eso me pongo muy contento cuando los partidos nacionales coinciden al tratar los grandes asuntos de Estado. Ha bastado que un grupo de deportistas, cansados de no saber a donde mirar cuando suena el himno español, pida que se le ponga letra para cantarla al igual que sus contrincantes extranjeros, para que gobierno y oposición lleguen al acuerdo de que hay que poner manos a la obra y dotar a nuestro himno de una letra que ensalce los valores deportivos, la concordia entre los pueblos y la convivencia. Para mí que no va a funcionar por aquello de que no hay tradición. Pemán ya le puso letra al himno pero hablaba de “un nuevo himno de fe” y de “alzar las manos”. No coló. Los niños de mi escuela también le pusimos letra:

¡Viva España!
Un gato en una caña
Tatatá tachín,
Tu padre un albañil.
Tiero tatiero,
Tu padre un colillero
Tatatá tachín…

Y lo cantábamos delante de la Guardia Civil y no pasaba nada

No va a cuajar porque hace falta tiempo para que una letra cale en la gente y porque los himnos no ensalzan valores universales sino patrios. Los franceses, cuando cantan la Marsellesa, están pensando en la Plaza de la Concordia y en los nobles que hacían cola para que la guillotina les concordiase el pescuezo.
Entendez-vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats?
Ils viennent jusque dans vos bras
Ecorger nos fils, et nos compagnes,
Aux armes citoyens!
Formez vos bataillons!
Marchons, marchons,
Qu’un sang impur abreuve à nos sillons!

A lo mejor funcionaba si el himno recordase a Santiago matando moros en la batalla de Clavijo o matando indios en la de Otumba. O se ensalzara al Timbaler espantando a todo un ejército de gabachos en els Brucs. Pero entonces habría que enseñar historia a los niños y eso es muy pesado.

- Super, el gobierno y la oposición van a nombrar a una comisión de expertos para que ponga letra al himno nacional. ¿No crees que deberíamos participar?
- Eso tú que eres literato.
- Sí, pero tú eres un filósofo experto en burrología popular.
- Hombre, tienes razón pero no me apetece.
- Podríamos proponer que se cambiase el himno completo y se sustituyese por alguna canción ya conocida. “Que viva España” de Manolo Escobar, por ejemplo.
- - Pues no estaría mal porque todo el mundo se sabe el estribillo. Y podríamos llevar a los de “Mira quien baila” para que, mientras suena, se marquen un pasodoble en el césped.
- Claro que, puestos a escoger a Manolo Escobar, yo prefiero “Viva el vino y las mujeres”.
- ¡Y yo! Imagínate viendo el partido con vino y mujeres.
- Tú no lo sé, pero lo que es yo no estoy para milagros con las mujeres.
- Yo tampoco. Las mujeres para los socios. Y nosotros en el palco con el vino.
- Y el jamón ¿qué?
- No te preocupes, el jamón lo pongo yo.
- Pues que ¡viva el vino y las mujeres!

viernes, junio 08, 2007

Dando jabón

Esta semana estoy lisonjero y como no es habitual hay que aprovecharlo.

En Pies para quiosquero somos conscientes que asociaciones, organizaciones, gobiernos, etc. hacen bien el 80% (por lo menos) de los trabajos que emprenden pero, como todo bicho viviente, nos quejamos del 20% restante que constituye la china que llevamos en el zapato. Las otras chinas, como no molestan, no las tenemos en cuenta. Pero, a veces, hay que referirse a ellas.

No visito muy a menudo la Asociación de Vendedores de Prensa de Barcelona y la critico de oído: por las cosas que creo que deberían hacer, y que a lo mejor hacen pero que no acabamos de ver el resultado. Hace dos semanas tuve una entrevista con uno de los miembros de la junta directiva, concretamente con el señor Tomás García. Fui a comunicarle que iba a darles una puñalada trapera y esperaba que me echasen la caballería. Tomás no sólo no intentó convencerme de lo contrario sino que me advirtió del riesgo que corría y me aconsejó sobre ciertos aspectos que yo no había tenido en cuenta y que, en parte, me los encontré a posteriori. Desde aquí le agradezco el recibimiento, el trato y los consejos.

Otra de las cosas que critico es la actitud de algún guardia urbano, como aquel del bigote que cada mañana me miraba el parabrisas a ver si se me había olvidado poner la tarjeta de permisividad. Desde hace unos días tenemos agente nuevo en la zona. Apenas he cruzado unas palabras con él. Hablamos sobre idiomas. Me dice que no tiene ni idea de inglés y que los extranjeros lo vuelven loco. Le contesto que me los mande que, por señas, domino casi todas las lenguas. Es todo; pero ya conoce mi coche y sabe que estoy autorizado a estacionar. No es tráfico de influencias.
Ayer cuando llegaba al quiosco vi que sólo había un hueco. Lo típico: se me adelantó un BMW. El guardia del bigote hubiera esperado y luego le habría dejado la receta. Éste no. Le indicó que no podía aparcar y dirigió la maniobra para que saliera sin problemas. Con las mismas me indicó con la cabeza que yo sí podía y me hizo el gesto que tanto gustaba a Nerón pero con el pulgar señalando arriba.
Y es que no todos son iguales.

jueves, junio 07, 2007

Ortografía


Estamos en un mundo de obsesos. Los que hacen gastar más tinta son los obsesos sexuales pero obsesiones tenemos casi todos. Una de las mías es la ortografía. En épocas más doradas bastaba con ver una falta en un currículum para que, automáticamente, el aspirante quedara descartado. Y no es que yo no las cometa pero una burrada ortográfica me hace daño a la vista y a la neurona.

Por eso llevo días con un pesar que no acabo de sacarme de encima: en la contraportada de Pies para quiosquero se ha colado un "cabilaciones" que me lleva a mal traer. Podría poner la excusa de que la b y la v están una junto a otra en el teclado y es fácil equivocarse pero no me vale: al redactarse a última la leí antes de enviar el libro a imprenta y se me coló. Sin perdón.

No voy a prometer que escribiré “cavilaciones” mil veces porque sé que no lo cumpliré pero estoy seguro de que cada vez que use la palabreja sentiré vergüenza.

miércoles, junio 06, 2007

Asociación de Vendedores de Prensa de Córdoba

Apenas han pasado cuatro semanas desde que presentamos en sociedad Pies para quiosquero y los resultados superan ampliamente las previsiones: casi 100.000 ejemplares vendidos (léase en notación decimal USA), críticas alentadoras y, hasta el momento, no hemos perdido ningún cliente. Todo lo contrario. Algunos habituales se quejan de que ellos no salen.

A Quiosquera, que es sensata y poco presuntuosa, le ha picado el mosquito de la vanidad y ha dedicado un par de ratos a preguntar a su amigo Google si en Internet hay referencias al libro. Y ha encontrado. Cuando llego a casa por la noche me comunica el resultado de sus pesquisas.
- ¡Mira! Lepisma nos saca junto a La reliquia de Yavèh.
- Ese no vale. Le firmé el libro a condición de que nos pusiera bien. Soborno.
- Con valor también habla de nosotros.
- Txetxu y sus secuaces. Son amigos.
- También salimos en Libro de Notas.
- Debe ser cosa de Aberrón.
- ¡Jo! Me estás amargando la noche.
- Eso sí que es cosa mía.
- IDESINENTER
- ¡Coooño! Enlaces recomendados: ARCADI ESPADA, SOSTRES, CON VALOR... Los únicos pringaíllos somos nosotros.
- Asociación de Vendedores de Prensa de Córdoba.
- ¡Quieta ahí! Con estos tengo una cuenta pendiente.

Me remonto unos meses atrás. Nuestros post críticos con las asociaciones de vendedores eran jaleados por quiosqueros de todas las provincias de España. Todos coincidían con nosotros en los escasos resultados obtenidos. Todos menos uno. Un colega cordobés me dejaba un comentario criticando un cierto “tufillo antiasociacionista” en nuestro blog y aseguraba que la Asociación de Córdoba funciona bien. Ahora era la ocasión de comprobarlo. Entré en la web de la Asociación, http://www.aveprenco.com/. Aseada y con información importante para los asociados. Encontré corta la sección de promociones pero ahí estaba el enlace a Quioscos locos, web de cabecera para los quiosqueros que intentamos no volvernos locos.
¡Enhorabuena a los quiosqueros cordobeses!

Junio, 7
Rectificación
Al visualizar las promociones en aveprenco no me había fijado que hay un montón de páginas donde se describen. Me había quedado en la primera.
Donde dije digo, digo Diego.

martes, junio 05, 2007

Que se joda el capitán

Hoy debería estar cabreado, muy cabreado. Sin embargo me encuentro la mar de bien y hasta contento. El fin de semana largo (en Barcelona el lunes fue fiesta) se presentaba con buenas perspectivas: Salva abriría el sábado, Dalr lo haría el domingo y Quiosquera y yo nos iríamos de campo y playa hasta el lunes.

A principios de semana, Loto Catalunya nos invitaba a un concierto en el Palau de la Música: domingo, 16,30 (una siestecilla a freír espárragos). Entre jueves y viernes Marina nos enchufa tropecientos CD del último concierto de Lluis Llach, taitantas Tazas de Forges, no sé cuántos DVD de ópera, y tijeras... (como siempre me faltan 14 para atender las reservas previas).

El viernes por la tarde contemplo el panorama del quiosco. Con lo que ya hay dentro, más lo que van a traer el fin de semana, Salva no podrá entrar. Pues que se fastidie que yo me voy de pendoneo. Al final no soy capaz de gastarle la putada al chico y paso por el quiosco. Cargo en el almacén todo lo que no va a necesitar el sábado, lo que significa que el domingo tengo que venir a abrir para que Dalr disponga de algo para vender. El fin de semana largo se acaba de convertir en un fin de semana normal.

El sábado me levanto casi a medio día, 8,30. Ligero desayuno y me asomo a la terraza. El césped parece “campos de Castilla” después de la siega. Está amarillo. Toca revisar los aspersores. No hay ni uno que esté en condiciones y me paso el día de arreglos. Entre aspersor y aspersor me llama Salva:
- Señor Quiosquero, ¿cuándo se venden los DVD de Lluis Llach?
- Mañana –le digo.
- Es que me están diciendo que se empieza hoy y dura hasta el día 10.
- Pues véndelos.
- No hay.
- ¡Joder, 71!
- Pues no hay.
¡Claro, los llevo en el coche!

El domingo Quiosquera se encuentra mal. Llamo a Dalr para que se venga conmigo.
- ¿Hola?
- ¿Qué, vamos para el quiosco?
- Pues si hay que ir, se va –lo noto como muy despejado.
- ¿Te acostaste anoche muy tarde?
- Hace un cuarto de hora que me he metido en la cama.
Marina ha vuelto a equivocarse. Me trae un 50% más de diarios sin pensar que hoy todo el mundo está en la playa. Por supuesto sobran periódicos para regalar. Y encima he de cerrar zumbando porque si llego tarde al concierto no me dejan entrar.
Durante hora y cuarto nos hacen la panorámica del Palau y a las 17,50 ya estamos ocupando nuestras butacas. A las 18 o’clock salen los músicos. Veintitantos violines, tres o cuatro violonchelos y un par de ¿violones?. Ligeros aplausos. A continuación, los coros: los varones por una puerta y las mujeres por la otra. El público empieza a aplaudir pero o se cansa pronto o es que el coro es muy numeroso porque para los últimos que salen ya no hay aplausos. Tontean un poco en el escenario: Quiosquera dice que están afinando los instrumentos. Se hace el silencio y, por un lateral, aparece otro tío. La gente aplaude con fuerza; debe ser el solista. Pues no. Es un maleducado que primero saluda a un violinista, ignorando a los otros, y después da la espalda al público. Coge una varita como la Harry Potter y empieza a moverla siguiendo el ritmo de la música. Con la otra mano señala ora a unos ora a otros, como para enseñar al público qué instrumentos acaban de entrar. Con el cuerpo va haciendo mojigangas siguiendo el ritmo de la pieza.
- ¿Qué pinta el pavo ese?
- Es el director –quiosquera parece que entiende.
- Ya, pero ¿qué hace?
- Marca el compás, indica a los músicos cuando deben entrar...
- ¡Anda ya! Si los músicos no lo ven... están mirando el papel que tienen delante.
- Para eso están los ensayos.

Al final del grupo hay tres payos sentados, más tiesos que un palo y que no hacen nada. En un momento dado, uno se levanta y agarra los platillos, el otro coge un triángulo de metal como los que salen en las películas del oeste y que usan para llamar a los vaqueros, y el último empuña los palillos del tambor. Cuando la música llega a un punto álgido, el uno choca un par de veces los platillos, el otro repiquetea en el triángulo y, por fin, el del tambor pega un golpe seco que coincide con el final de la pieza.
- Estos pobres pringados deben de aburrirse de lo lindo.
- ¿Pringados? También tienen la carrera de música.
- ¡No jodas! ¿Un montón de años estudiando para chocar dos latas? Es cachondeo ¿no?
Pues no, no es cachondeo. Ya me había fijado que los tres tíos leían atentamente la partitura antes de entrar en acción.¡Qué complicado es esto de la cultura! Y todavía me faltaba por ver que, en la segunda parte, los tres acompañaban los coros haciendo palmas a la vez que leían las notas. Lola Flores lo hacía a pelo y creo que sin necesidad de hacer la carrera.

El lunes fue una catástrofe económica. Cuatro periódicos vendidos y alguna que otra cosilla. Para acabar de arreglarlo, un cliente enganchó un premio en la Súper 10 y me dejó el cajón pelado.
Al cerrar el quiosco estaba a tope de paquetes por devolver y eso teniendo en cuenta que el almacén móvil andaba hasta los topes. Por la tarde cogí la báscula del cuarto de baño, me fui al garaje y pesé tres paquetes al azar: 42 kilos y 200 gramos. Extrapolando el resultado a los 15 paquetes de la devolución de Marina, esta mañana el repartidor se ha llevado 213 kilos de papel.

¿Y dónde está la gracia? Pues en que yo estoy deslomado moviendo paquetes absurdamente pero en compensación
- El repartidor me ha mirado mal cuando ha visto el montón
- Marina se tendrá que gastar una pasta en mover todo ese papel
- Los anunciantes pagarán otra pasta para compensar la pasta de Marina
- Los que se fueron a la playa no han encontrado periódicos porque yo los tenía todos
- Y ¡que se joda el capitán que no como rancho!

lunes, junio 04, 2007

¡Menuda faena!

Ya hace tiempo que Quiosquero escribió sobre los lectores furtivos. Es decir, aquéllos que se paran ante el quiosco y, con todo el descaro, se contorsionan, se agachan, pasan hoja si es preciso y leen furtivamente las noticias sin la menor intención de compra. Y, digo yo, que si están allí los periódicos amontonados se debería de entender que son para la venta ya que, si fuera para que se parasen a leer, sería más cómodo colgar un par de ejemplares de cada uno facilitando de ese modo la lectura al transeúnte ¿O no?

Bien, pues lo que me ha sucedido hoy ya sobrepasa la desfachatez. Una joven de buena apariencia y con vestimenta apropiada, se ha acercado al quiosco. Cuando llevaba un ratito recorriendo el estoc de revistas con la mirada, he acudido en su ayuda pensando que quizás buscase algo que no veía.

Le he preguntado si podía ayudarla a encontrar lo que estuviera buscando y me ha preguntado si teníamos alguna revista o libro sobre el zodíaco. Le he contestado que algo traen y he salido solícita a mostrarle todo cuanto tenemos de los astros, zodíaco y demás zarandajas.

Ha empezado la selección desechando aquello que no le interesaba y echándolo con un cierto aire despectivo sobre la zona de las revistas. Al fin, y tras un largo recorrido por todas sus páginas, ha encontrado, al parecer, lo que le iba buscando. Entonces, con todo el morro, me ha ido leyendo en voz alta lo que los astros le deparaban haciendo algún pequeño comentario con voz de admiración. Luego, cuando lo que ponía no le gustaba, emitía una especie de quejido por lo bajini: Por fin ha terminado la lectura, se ha vuelto hacia mí y ha dicho “muchas gracias”. Se ha marchado tan fresca.dejando, cómo no, el reguero de revistas desparramadas por encima de las demás. Menda, las ha recogido, seleccionado y colocado en su sitio ante los ojos de quiosquero que no se ha atrevido a hacer ningún comentario porque ya ha visto que “el horno no estaba para bollos”.

No os había dicho que la susodicha revista (sin dudar la más cara) dedica dos páginas al completo por signo zodiacal.

Teniendo en cuenta que hoy en Barcelona capital teníamos fiesta local; que nuestras semanas laborales son de 7 días, que todos ellos madrugo (durmiendo, el día que más, 6,30 horas) y que hacía una magnífica temperatura de 26 grados para remojarse en las cálidas aguas del Mediterráneo, podéis imaginar la gracia que me ha hecho la niña.

Sólo os diré que tanto ayer como hoy, cuando caía un euro en el cajón, se estrellaba contra el fondo. No hemos hecho ni para pagar el gasto de electricidad del día, nos hemos perdido unos magníficos chapuzones en la playa o piscina y, encima, se nos ríen en la cara ¡Menuda faena!