viernes, octubre 30, 2009

Plataforma renovación licencias

Recibo el siguiente correo:

de Plataforma Renovación Licencias plataformakios@gmail.com
para quiosquero@gmail.com

fecha 29 de octubre de 2009 22:40
asunto Plataforma Revisión Licencias
enviado por gmail.
comfirmado por gmail.com
ocultar detalles 22:40 (hace 14 horas)

Apreciado compañero, un grupo de quiosqueros hemos fprmado una plataforma para negociar con el ayuntamiento la renovacion de licencias de los quioscos aceptando las condiciones aceptadas por la mayoría de las asociaciones. Para informar a los demas compañeros hemos creado el blog plataformakios.blogspot.com y nos gustaría que hicieras una referencia en tu blog para que la gente que te lee nos conozca.
Saludos.

Plataforma revisión licencias.

martes, octubre 27, 2009

Jetlag: de Santiago a Venta de Baños

Estamos de vuelta y hemos llegados enteritos (salvo por aquel trozo de piel que dejé pegado en una esquina de La Coruña). Vemos que la climatología local sigue igual: borrasca por el norte (CEMUSA), borrasca por el oeste (FERCACOMPEN), borrasca por el este (AJUNTAMENT) y claros por el sur donde, salvo a los bancos, no debemos nada a nadie, aunque en cualquier momento las “altas presiones” puedan desencadenar la traca final y acabemos dando con la cabeza en el pesebre.
Puesto que nuestro viaje nada tuvo que ver con la profesión, comentaremos en Decúbito Supino algunas de las incidencias e ideas peregrinas que nos surgieron durante el recorrido y aquí continuaremos hablando de lo que sucede en nuestro quiosco. Sólo vamos a referirnos a alguna cuestión no relacionada directamente con diarios y revistas pero que algo tiene que ver con Pies para quiosquero.

Es la primera vez que emprendo un viaje sin tener las ideas claras sobre el recorrido, si bien, dado lo extenso del programa y los días disponibles, sabía que iba a ir corto de tiempo. Llevaba clara una cosa: pasase lo que pasase tenía que dedicar un par de horas a Palencia. Y eso por tres razones. La primera, porque es (era) la única provincia de Castilla-León que no había visitado nunca; la segunda, porque, con motivo de una visita a la catedral de Burgos, había entendido que la de Palencia poseía las mejores vidrieras que puedan contemplarse en nuestro país; y la tercera, porque es la tierra de Juan Manuel y Conxi y necesitaba obtener conocimientos básicos para situarme cuando hablan de su ciudad. Por cierto, Juan Manuel escribe una columna en el Diario de Palencia y hace unos meses dedicó su espacio a hablar de Pies para quiosquero, la cual cosa aún no le habíamos agradecido.

Desde que, hace tres años, Orbit me regaló un GPS por “exponer” sus chicles, siempre viajo con el cacharrito en funcionamiento. Se llama Mari Pili y solemos mantener agrias conversaciones durante el trayecto.
- Abandone la rotonda y salga de frente; tercera salida.
- No me da la gana. Voy a salir por la primera que me lleva por la nacional y no pago peaje.
- Lo que no sé es por qué la pones si luego no le haces caso –es Quiosquera-.
- ¡Para que aprenda! –le respondo-.

La verdad es que olvidé registrarme y voy con los mapas desfasados. A esto hay que añadirle que, por parte de la cornisa cantábrica y por toda Galicia, Mari Pili llevaba un desfase de 150 metros, que en carretera no es nada pero que en ciudad vuelve loco al más pintado. No sé si el satélite gallego no marcaba bien nuestra situación o si la onda posicional sufría una ligera refracción al atravesar las nubes (de las que hemos disfrutado desde que entramos por Ribadeo hasta que dejamos atrás León); la cuestión es que las órdenes nos han estado llegando 150 metros tarde, lo que nos ha ocasionado algún problema.
La previsión era visitar Palencia sobre la marcha y hacer noche en Burgos o algo más acá. La realidad fue que no hice caso al GPS y me empeñé en llegar a Lugo por la Nacional 547, desoyendo los consejos de Mari Pili que me indicaba machaconamente que tomase la AP-9. Llegamos a un pacto intermedio (producto de la desviación del azimut del satélite) y acabamos circulando por la N-634 y un trozo de la A-6. Reconozco humildemente que Mari Pili llevaba razón y, de haberle hecho caso, hubiese ganado una hora de camino. Total que, después de la panorámica de Lugo, hicimos nuestra última comida en tierras gallegas y enfilamos, esta vez sí, la A-6 que recomendaba el GPS. Los cálculos indicaban la llegada a Palencia para las 7 o 7:30 de la tarde; mala hora para la visita turística. Eché números y decidí que era mejor dormir en la ciudad, visitarla por la mañana y emprender vía directa a Barcelona. Quiosquera, encargada de la intendencia y otras muchas cosas, echó mano a su guía y empezó a cantarme hoteles. Hago un inciso para decir que ella determina dónde hemos de alojarnos pero requiere mi conformidad en caso de que el hotel seleccionado se salga de presupuesto. No me avergüenza reconocer que, si alguna vez no doy mi aprobación a la posada seleccionada, Quiosquera tiene argumentos para convencerme.
- Aquí hay uno más sencillito pero está en Venta de Baños.
¡Venta de Baños! Me vino a la memoria el mapa político de España de mi Enciclopedia Álvarez, primer grado, donde Venta de Baños era el único pueblo o ciudad cuyo nombre ocupaba dos renglones.
- Venta de Baños –respondí-. Yo quiero dormir en Venta de Baños.

Mari Pili circulaba alegremente por la A-231 cuando la obligué a tomar la salida 85. Había visto que llevaba a Carrión de los Condes (no confundir con los Condes de Carrión, que calentaron a las hijas del Cid en el Robledal de Corpes) y, como además de Venta de Baños, era el único pueblo de Palencia que me sonaba, decidí sobre la marcha tomarme un cortado en el susodicho pueblo. No le sentó bien a Mari Pili y me castigó. Habíamos aparcado en una plazoleta mientras echábamos un vistazo a las calles del centro. Al salir, empezó el choteo.
- Gire a la izquierda… A cien metros, gire a la izquierda… En la rotonda, salga de frente; tercera salida… Gire a la izquierda…
Y quedé justo en el lugar en que había estado aparcado.
- Gire a la izquierda…
- ¡No me da la gana!
Y giré a la derecha. A partir de ahí, Mari Pili enmudeció y me dejó solo ante el peligro. Tras varias revueltas vimos por fin un cartelito que indicaba Palencia. No era la carretera que yo habría deseado pero nos llevó a la ciudad. A Mari Pili se le pasó el enfado e inició la conversación.
- A 100 metros gire a la izquierda… Gire a la izquierda
- ¡Idiota! ¿No ves que está prohibido?
- Gire a la derecha.
- Prohibido, Mari Pili. Prohibido, con hache intercalada.
La culpa ahora no era de Mari Pili sino del experto en tráfico del ayuntamiento que, en fecha reciente, decidió cambiar el sentido de circulación de algunas calles.
- Mira –dijo Quiosquera-, estamos en la Huerta del Cura.
- ¡Pobre hombre! Seguro que su GPS también iba mal y todavía está dando güertas por aquí.
Venta de Baños no se veía por ningún lado.
- Nos olvidamos de Mari Pili, buscamos una salida hacia Madrid y allí seguro que encontramos el desvío para Venta de Baños.
- ¿Y si no lo encontramos?
- Tranquila, de Madrid a Venta de Baños sé ir.

Clarísimo. Un poco después del primer cartel que anunciaba Madrid llegamos a una rotonda, una de cuyas salidas nos llevaba a Venta de Baños. Mari Pili se dio cuenta de que podía quedarse en el paro y afinó sus instrucciones. Entramos en el pueblo girando ligeramente a la derecha. En medio de la curva había como un paso subterráneo que separaba los carriles de los dos sentidos de tráfico. Mari Pili me indicó que hiciera un cambio de sentido, nos hizo pasar por el túnel y dimos de lleno con el aparcamiento del Supermercado Día.
- ¡Vaya –exclamó Quiosquera-, encima tenemos el tanatorio al lado!
- Ahí está la Basílica.
- ¿Del tanatorio?
- No, la del hostal. La del Hostal la Basílica.

Mientras nos tramitaban el ingreso me fijé en un cartelito pegado en la pared: Esta noche a las 3 deben retrasar una hora los relojes y ponerlos a las 2.
- ¡Joder! ¿Tan difícil es hacer el cambio a una hora menos intempestiva? Me molesta poner el despertador a las 3 de la mañana para cambiar la hora y seguir durmiendo.
- ¡Payaso!
Los fines de semana la Basílica no tiene servicio de comedor ni cafetería pero la chica de recepción se ofreció a prepararnos el desayuno.
- Como esta noche tenemos una hora más para dormir, nos levantamos a las siete y a las ocho podemos estar desayunando.

Ya en la habitación, me dediqué a retrasar todos los relojes (incluido el del móvil) y poner el despertador a la hora prevista. En una de las opciones del teléfono leí: Horario de verano. Lo seleccioné. Había dos alternativas: Activar horario de verano, desactivar horario de verano.
- Mejor lo desactivo fuéramos a que lo haga de modo automático y a las 3 de la mañana vuelva a hacer el cambio de hora –pensé-.

Leí un rato, apagué la luz y me puse a dormir.

martes, octubre 20, 2009

Celtas largos

El viernes desaparecí. Lo digo porque hoy me he enterado que tengo a la mitad de la familia que me busca y no me encuentra. A Quiosquera le quedaban unos días de vacaciones por disfrutar y salimos a dar una vuelta. Escribo desde La Coruña.

He hecho mucha veces el trayecto Barcelona-Almería y he procurado ir variando la ruta. Hasta había conseguido llegar a tierras andaluzas pasando por Oviedo y los Picos de Europa, pero nunca el valor de hacerlo a través de tierras gallegas. Por eso estoy aquí disfrutando de esta tierra. Aunque no he entrado con buen pie en La Coruña. Recién llegado, al salir del garaje del hotel, tropecé con el esloncillo de 2 centímetros de altura que lo separaba de la calle, o resbalé al pisar el agua que caía (La Coruña se emocionó tanto al verme llegar que lloró de alegría), o me patinó el punto de apoyo. Por el motivo que fuese, acabé tumbado en la acera, no sin antes haberme dejado medio codo en el quicio de la puerta. Aseguro que una hostia semejante no se la pega uno cada día... y duele. Pero es una gozada pegársela en La Coruña a más de 1000 km. del quiosco.

Observo que, por estas tierras, no hay demasiados quioscos y los pocos que he visto no están normalizados, es decir, que cada uno se lo ha construido según su buen entender o que cada chiringuito corresponde a un período arquitectónico diferente. Por lo general, el quiosco gallego está pensado para el quiosquero; para su comodidad, me refiero. Poco espacio para cartones (ni falta que le hace) pero el profesional está "dentro de su tienda", calentito en invierno y fresquito en verano. Y la mayoría, con el género lejos del alcance de las rapaces. Incluso, el quiosco que está al pie de la Torre de Hércules dispone de retrete público adosado a un lateral; de esos que si quieres mear has de echar la monedita. El inconveniente es que el Ministerio de Cultura ha perforado bajo la Torre y ha construido unos urinarios públicos... para que el público riegue la Torre a ver si crece un poco más.

A envidiar: cierre rápido porque no hay publicaciones que recoger; las puertas, dobladas en ángulo recto, le conceden un espacio adicional bajo una marquesina fija y le dan el aspecto de una pequeña tienda que recuerda a Kioskator (incluso con su almacén bajo la cúpula); y el vendedor es el dueño y señor de su recinto sagrado.

A estudiar y mejorar: las cuatro paredes están diseñadas como expositores de revistas y, salvo en unos cuantos, no es posible poner (y cobrar) publicidad. Ligero inconveniente que solucionaría en un plis plas el arquitecto que parió el modelo Condal.

jueves, octubre 15, 2009

Presunción de inocencia

Admito que es una locución que me gusta; suena bien y, a quien la aplica, le da tiempo de pensar con calma y evitar meteduras de pata hasta el corvejón. Yo soy bastante impulsivo y, por tanto, proclive a patinazos morrocotudos. Aun así, cada día utilizo más los adjetivos del tipo, inútil, incapaz, desmotivado y otros similares y voy huyendo del término “mala persona” y sus sinónimos.

Tengo tres clientes suscritos a Sport y cada día vienen a retirar su ejemplar con el vale correspondiente. Bueno, venían. Hace tiempo que me entregaron los vales y ahora llegan como señores, cogen su periódico, saludan y se van. Y el domingo por la tarde, servidor saca los papeles y recorta los vales de la semana; aunque tampoco es totalmente cierto. Depende de cómo coincidan las hojas y, para evitar que me queden vales sueltos, puedo entregar 6, 7 u 8 por semana. Es decir que, en cada factura, me han de aparecer 18, 21 o 24 vales de Sport. Salvo alguna semana en que un suscriptor despistado va a mi quiosco en vez de ir al de al lado de su casa.

En la factura del 14 al 20/09 había incluido los vales que, por estar guardados en mi casa, Salva no había enviado en agosto. En total 28 días por 3 suscriptores, 84 diarios. En factura conté 81. Un repaso me llevó a la conclusión de que los días 28 y 29 de agosto y el 10 de septiembre falta el abono de un vale. Hice la reclamación oportuna adjuntando copia del taloncillo y recibí la respuesta: Abono en factura 4/10/09 2 vales correspondientes al 29 de agosto y 10 de septiembre. Volví a repasar la factura; en efecto, el día del primer repaso debí ponerme las gafas de coser en vez de las de lectura y mi reclamación sobre el día 28 era incorrecta: estaba clarito que se me habían abonado los 3 vales del mentado día. Claro que, ni en la factura del día 4/10 ni en la siguiente del 11/10, venía reflejado el abono que se me anunció en una de aquellas notificaciones que remiten al quiosquero a “las notas internas”.

Lo que sí encontré en la factura del 4/10 fue un albarán de devolución dónde no aparecía 1 ejemplar del diario Sport y se me abonaban 2 ejemplares de Triangle y 2 de Cambalache, cuando yo había devuelto 3 de Triangle y 1 de Cambalache. Con toda la intención, reclamé Sport y Triangle y no hice referencia alguna a Cambalache. Recibo la respuesta con el anuncio que el material reclamado se abonará en la factura del 18 de octubre. Y la siguiente apostilla manuscrita: “También cargo lo que sobra”. ¡Como es de justicia, faltaría más!

Pero lo que me ha quedado claro es que bobos no son, e inútiles tampoco. Saber, saben. Poder, pueden. ¿Quizá, a veces, no quieran?

Nos quedaremos con la presunción de “a mí tus problemas me resbalan”.

martes, octubre 13, 2009

Pulsera Zajira

Ser imbécil no es un defecto. Ser imbécil es una desgracia de la que el afectado no debiera avergonzarse dado que se lleva en los genes. Se es imbécil por la misma razón que se es guapo o feo; lo que pasa es que es menos evidente; para el imbécil, claro. Cuando cualquier persona se mira al espejo, basta con poner un poco de espíritu crítico para verse tan feo como Picio; no se aprecia la imbecilidad, sin embargo. Lo que para los demás es obvio, el imbécil no lo ve nada claro y puede pasarse la vida pensando que se trata de una persona observadora, perspicaz y hasta sutil. Por eso en una pena alcanzar el momento en que uno puede, desapasionadamente, analizar y determinar que siempre ha sido imbécil y lo va a seguir siendo mientras viva. Y es que las personas estamos preparadas (o podemos llegar a prepararnos) para asumir nuestra propia imbecilidad aunque nos joda que nos lo demuestren.

Este fin de semana largo, La Vanguardia ha lanzado al mercado su promoción “La pulsera Zajira” y lo ha hecho con señorío: en vez de utilizar el método de contraprogramación, y dado que El Periódico saca su pulsera Alma los martes, jueves y sábados, utiliza el método de complementación y la nueva pulsera se distribuirá lunes, miércoles y viernes. Menos el primer número que se hizo extensivo a sábado y domingo, ambos inclusive.
Aunque el sábado es el día de curro de Salva, me he sentido magnánimo y, para que una vez en su vida haga tres días seguidos de fiesta, le he cambiado su sábado por mi próximo domingo. Así es que he hecho el fin de semana completo.

La pulsera ha tenido un buen arranque y, salvo alguna señora que ha venido a que le explique si lo que iba dentro de la bolsita de ante (o de despué) era la cola de ratón y la niña, no ha tenido ninguna trascendencia. Eso sí, el domingo por la noche puse el correspondiente fax de reposición a Marina BCN, no vaya a ser que las unidades que me faltaron se me consideren como pedido y me vuelvan a cobrar el diario como suele ser habitual.

El lunes hubo más problemas. Reconozco que no leí la descripción que del artículo se hacía en el albarán, aunque, dada mi imbecilidad, hubiera dado lo mismo. La primera señora que observó la anomalía fue una suscriptora (de las que le llevan el diario a casa); el recorte de La Vanguardia decía Corazón y yo le había dado un Tonelillo. Rebusqué por los rincones donde Salva suele guardar los artículos de pequeño volumen y no encontré nada. Investigué la base de datos del ordenador y sólo aparecían dos entregas. Imbécil de mí, imaginé el resto.
- Debe ser que a última hora han cambiado el orden de entregas. No se preocupe; el miércoles dirá Tonel y entregaremos Corazón.

Y así veintitantas veces; tantas como tonelillos.

Esta mañana no me tocaba quiosco pero como ayer me lo tomé con calma, hube de llevarme a casa el albarán de devolución de Marina BCN y buscar (en el ordenador) las publicaciones que tenía para retornar. Y a primera hora (primera hora de empresario pudiente, o sea, las nueve y media) estaba en el chiringuito. Veo menos que un gato de yeso, pero me ha deslumbrado nada más entrar. Frente a mí, junto a los sobrantes de tonelillos de ayer, se amontonaban varias cajitas de tonelillos idénticos a los del lunes. Se me han cruzado los cables.
Llamada número 1: Teléfono que yo denomino de urgencias; el de los problemas del día y el único que funciona en festivo. Por la voz, creo que me atiende Alejandra.
- Es problema de distribución. Tienes que llamar al número general y marcar el 5.
Marco y espero que una voz bien modulada me lea el menú. Selecciono el 5. Cuento el problema y me desvían a reposiciones. Nueva llamada, repetición del menú y nos vamos por la opción 4: contestador automático. Me niego a hablar con máquinas. Además, la máquina no me va a contestar a las preguntas que necesito hacer. Al cuarto intento espero a que me conteste la operadora que, muy amable y acertada, me manda de nuevo al departamento de reposiciones pero, supongo, a un nivel de mayor preparación.
- A ver… Dígame qué dicen los albaranes del viernes.
- No los tengo aquí.
- ¿…?
- Pero si lo que necesita es el número, se lo busco en ordenador… Albarán XXX… pulsera Zajira… entrega 1… 34 unidades. Albarán XXY… pulsera Zajira… entrega 2… 27 unidades. Y el de hoy que lo tengo a mano: 72 PULSERA ZAJIRA-LA VANGUARDIA TERCERA PIEZA.
- ¡Ahí lo tiene! Tercera pieza. Hoy ha recibido la tercera pieza que es la que se debe entregar mañana.
¡Seré imbécil, con lo claro que está! Tercera pieza… Y yo entregué la tercera pieza ayer, cuando el albarán decía… ¿segunda pieza?
- Claro, señorita, usted tiene razón. El problema es que las personas que ayer retiraron el tonelillo me temo que quieran mañana el corazón… -sumiso como corresponde a un imbécil que sabe que lo es-.
- Bueno, según me dicen, quizá hubo un problema de distribución. Yo le paso reposición de la pieza número 2 y usted recorte el cupón que corresponde.

Menos mal que hay gente con sentido común. El miércoles no tendré corazones y tendré que pasarme la mañana explicando a todo el mundo que soy imbécil pero, tal vez, pueda salir airoso. Sobre todo ahora que me he enterado que en mi zona nadie recibió corazones.

¡Ah! Un detalle que se me olvidaba. Como el día fue tranquilo, me dio tiempo de hojear El Triangle y parece que al Señor Conde también le gusta la Música.

domingo, octubre 11, 2009

Lo que yo no sé pero los quiosqueros deberían saber

Vuelvo a leer Historia de España contada para escépticos de Juan Eslava Galán y, cuando relata las relaciones entre los pueblos carpetovetónicos, me parece estar leyendo las cartas abiertas de los quiosqueros en ADI Today donde todo es lícito si vale para desacreditar al contrario.
Como es sabido, ando alejado de los centros de poder y, por tanto, no manejo información de primera mano, pero, entre lo que uno lee aquí y lo que otro escucha allá, me voy haciendo una idea de lo que se está moviendo y jugando en estos momentos alrededor del quiosco. Revelo que casi toda la información escrita que me ha llegado ha sido a través de las páginas de ADI, otros blogs de quiosqueros, prensa escrita y alguna que otra conversación ante una cerveza 0,0.
El quid de la cuestión se llama Normativa europea para concesiones administrativas.

Hasta ahora, en lo que a quioscos se refiere, los ayuntamientos han aplicado el criterio de prorrogar las concesiones sin más, dando prioridad absoluta al concesionario. De este modo los quioscos han ido pasando de padres a hijos como si de una herencia se tratara. Y nadie ha dicho esta boca es mía ya que es un método muy a medida de nuestro carácter; al fin y al cabo ¿quién no tiene un pequeño pelotazo que llevarse a la boca?
Con la normativa europea las cosas cambian. Lo europeos son aficionados a las subvenciones; ahora te subvenciono por cortar olivos, ahora te subvenciono por plantarlos y, entre subvención y subvención, tienen entretenidos a los agricultores. En cuestión de concesiones administrativas son más serios y se cargan el principio continuista que aplicamos en España.

Artículo 123. Principios de igualdad y transparencia, asegurando que se “dará a los candidatos un tratamiento igualitario y no discriminatorio y ajustarán su actuación al principio de transparencia”.
Artículo 134. “En las proposiciones y la determinación de la oferta económicamente más ventajosa deberá atenderse a criterios directamente vinculados al objeto del contrato, tales como la calidad, el precio,… y cuando sólo se utilice un criterio de adjudicación, éste ha de ser, necesariamente, el del precio”
.
(Tomado de ADI Today).

Creo haber leído que esta norma ha de aplicarse desde 2010, aunque interlocutores más avezados me indican que será 2011 el año a partir del cual sea obligatoria su aplicación. En cualquier caso, las concesiones actuales finalizan en 2012 y ése será el año en el que los quioscos han de salir a concurso público y libre. En román paladino, la concesión se adjudicará a la persona física o jurídica cuya plica cumpla mejor las condiciones del concurso. O sea, a quien más pague.
Para quitarse el muerto de encima o pasar la patata caliente, algunos ayuntamientos adelantan la renovación de concesiones y retrasan el problema que se les viene encima. A tal fin, a lo largo de 2009, técnicos del consistorio barcelonés han mantenido contactos con los representantes de los vendedores de prensa (cada día menos) con el propósito de llegar a un acuerdo de prorrogación de las concesiones de explotación antes de que la normativa europea de concesiones administrativas sea de obligado cumplimiento.
Los acuerdos consensuados el 17 de septiembre son los que publica ADI Today.
• Parece que hay consenso por parte de los representantes de los quiosqueros aunque la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa mantiene ciertas discrepancias sobre el diseño de los nuevos quioscos y sobre la gestión de la publicidad.
• El diseño lo está llevando a cabo el mismo arquitecto que realizó el modelo Condal actual. El presupuesto que se baraja para la remodelación de los 350 quioscos es de 30.000 euros por quiosco que deberá ser asumida por las empresas que gestionen los soportes publicitarios. El nuevo modelo suprime los dos mordiscos traseros con lo que aumenta ligeramente el espacio interior, a la vez que se amplía la superficie susceptible de contener paneles publicitarios. Interiormente, el quiosco será similar al modelo actual de mostrador móvil.
• La licencia tendrá una duración de 25 años. Otras fuentes hablan de 20 años de concesión más otros 20 prorrogables.
• Se amplían los productos a vender. Básicamente lo que ya se vende en la mayoría de quioscos: refrescos, recargas, tarjetas de bus, etc.
• (El quid de la cuestión) Los quioscos tendrán diferentes elementos publicitarios que no en todos coincidirán y que pasan de los actuales OPPIS, pasando por pantallas LED y pantallas de plasma, los cuales permitirán aumentar los ingresos a percibir por cada quiosquero en un mínimo del 25%. La publicidad será gestionada por el Ayuntamiento el cual la repercutirá equitativamente entre todos los quioscos. El ingreso no se establecerá por el tipo de soporte que el quiosco sustente, ya que estos vendrán definidos por el Ayuntamiento, sino más bien por canon o modelo. El Ayuntamiento convocará los concursos necesarios para la explotación de dichos soportes (sic ADI Today). Incluye la publicidad estática y dinámica y cualquier otro sistema publicitario explotable. Queda fuera de control del ayuntamiento los toldos publicitarios y lo que pueda reportar la publicidad o los canales de las máquinas de tabaco. Expertos del mundo del quiosco calculan que los ingresos controlados por el ayuntamiento podrían estar próximos a los 1200€ por quiosco y mes.
• Existirán unos 50 quioscos elegidos por el Ayuntamiento que dispondrán de un cajero de información municipal. Otras fuentes hablan de 150 quioscos. El importe final a cobrar por el quiosquero será el mismo, disponga o no de cajero de información.
• Para el 08/10 se convoca una reunión entre los mismos interlocutores para crear la mesa de trabajo que ha de redactar el protocolo de las nuevas concesiones y establecer el calendario de puesta en marcha.

Hasta aquí los soplos que me han ido llegando. El resto hay que leerlo en ADI Today . Por lo que puede deducirse, la madre del cordero está en quién gestionará los recursos que genere la publicidad, recursos que el Ayuntamiento ha decidido manejar directamente.

Estamos ante una situación límite: está en juego el sustento de nuestras familias. No se trata de negociar un 5% más o menos; se trata de supervivencia, de la posibilidad de que los actuales quiosqueros perdamos nuestra concesión (y el dinero que a muchos nos ha costado el traspaso), tal vez a favor de alguna multinacional como, por poner un ejemplo, ha ocurrido con los quioscos de Nueva York.

Hay mil preguntas.
¿Existe alguna posibilidad de que el Ayuntamiento se baje del burro y permita que la publicidad sea gestionada libremente por los quiosqueros?
¿Serán tan buenos los concejales que nos ampliarán las concesiones sin nada a cambio?
En realidad, ¿los quiosqueros han gestionado libremente la publicidad hasta ahora?
¿Hay alguna esperanza de ganar un pulso al Ayuntamiento o todo enfrentamiento con el consistorio tendrá el mismo final que la publicidad dinámica?
¿Por qué ante la administración siempre me toca poner el culo?
¿Si llegamos a 2012, un quiosquero concreto podrá optar a un quiosco concreto?
¿Cuál es la probabilidad de que me quede sin concesión?
¿En las bases del concurso, el Ayuntamiento puede apropiarse sin más de los espacios publicitarios?
¿Qué coño hago preocupándome por algo que no depende de mí?

domingo, octubre 04, 2009

¿Cuánto me cuesta una publicación?

Mi padre no ha pasado a la historia como modelo de educador y, sin embargo, no lo hacía mal en algunos aspectos. Hace algún tiempo definí su método educativo como gráfico; hoy añado una nueva cualidad: solía utilizar frases descriptivas y fáciles de recordar. Por ejemplo, cuando un día me dijo: “Si en el transcurso de una conversación no sabes qué decir, no digas nada. Tus interlocutores no sabrán si tu silencio se debe a que eres un ignorante, una persona prudente o que el tema te resulta tan evidente que no merece la pena malgastar las palabras”.
Puedo asegurar que, mientras seguí su consejo, funcionó. La gente de mi alrededor me ha considerado siempre más inteligente y preparado de lo que en realidad he sido. Menos los muy allegados, que, con conocimiento de causa, han tenido una medida mas ajustada de mis verdaderas cualidades; aquí casi podría decir que me han infravalorado.

Cuando, durante los primeros meses de mi andadura como vendedor, no sacaba para pipas, dedicaba bastante tiempo a averiguar por dónde se iban los cuartos. Quiosquera iba más al grano y se enrollaba con otros vendedores de prensa; luego me daba el parte.
- Mira, el quiosquero de la calle X vende muchos menos periódicos que nosotros pero vende más películas. Lo que da dinero son las películas.
- Claro –le contestaba-, las películas son más caras y además tienen el 25% de descuento.
- Me ha dicho que no; que Distribarna le aplica el 20%.
- Entonces es que yo vendo 800€ al día y él vende 1000.
- Tampoco; por lo que me ha dicho hacemos un cajón muy parecido.

Y entonces calculé lo primero que cualquier comerciante debe saber: el precio que paga por el producto que vende.
Los vendedores de prensa y revistas vamos a piñón fijo. Los vendedores de atípicos llevan otra guerra, pero, si les sacamos los chicles y alguna que otra tontería, van peor que los primeros. En el código del vendedor de prensa hay un artículo (de articulado) inamovible: el PVP lo fija el editor. Hasta que no se demuestre lo contrario (y nada apunta en ese sentido), aunque caigan chuzos de punta, Pronto se venderá a 1€. Hay otro artículo del código que dice que el empresario quiosquero ha de ser autónomo y que, salvo que sea con el cerebro como Popeye con los puños, estará obligado a pagar recargo de equivalencia. Y a partir de aquí la ley se establece por precedentes. Que una distribuidora pone portes, las demás siguen su ejemplo y los quiosqueros a callar. Que una distribuidora rebaje su porcentaje de descuento, las demás siguen su ejemplo y los quiosqueros a callar. No llamemos al mal tiempo y centrémonos en lo que hay; en este momento el porcentaje de descuento está fijado aunque no sea el mismo para todos los vendedores.
Dando esto por supuesto, calculemos lo que nos cuesta un DVD de DIVINA OPERA del que sabemos que tiene un PVP de 14,99€, un descuento del 25%, un IVA del 16% y un recargo de equivalencia de 4%. Mejor aún. Supongamos que el quiosquero es un empresario en toda la regla y no paga recargo de equivalencia.
· IVA 16%. Precio coste base = (PVP / 1,16) * 0,75 = (14,99 / 1,16) * 0,75 = 9,6918 y da igual que multipliquemos primero y dividamos después o a la inversa.
· IVA 18%. Precio coste base = (PVP / 1,18 )* 0,75 = (14,99 / 1,18) * 0,75 = 9,5275 (la base imponible es menor)

¿Cuánto paga el quiosquero por su DVD?
· IVA 16%. Importe = (Precio coste base) * 1,16 = 9,6918 * 1,16 = 11,2425
· IVA 18%. Importe = (Precio coste base) * 1,18 = 9,5275 * 1,18 = 11,2425

Más fácil:
Importe = PVP * 0,75 = 14,99 * 0,75 = 11,2425

Es decir, que si primero le quito el IVA y luego se lo pongo, obtenemos el mismo importe a base de concentrado. O sea, a los quiosqueros autónomos el IVA nos resbala.

PERO. El recargo de equivalencia lo hemos establecido en cero y no es esa la realidad. Supongamos que al IVA del 18% le van a aplicar un recargo del 6%.
El cálculo de la base imponible no varía y será de 9,6918 para IVA16 y 9,5275 para IVA18.
· IVA 16+4%. Importe = (Precio coste base) * 1,20 = 9,6918 * 1,20 = 11,6302
· IVA 18+6%. Importe = (Precio coste base) * 1,24 = 9,5275 * 1,24 = 11,8141

Aplicando las nuevas tasas de IVA, el DVD de DIVINA OPERA nos costará 0,1836€ más. Pero como, según el Ministro de Fomento (Sr. D. José Blanco), la reforma sólo afectará a los ricos (o a quienes ganen más de 50.000€), estoy seguro de que el gobierno no nos tocará el recargo de equivalencia con lo que podemos afirmar:
· IVA 18+4%. Importe = (Precio coste base) * 1,22 = 9,5275 * 1,22 = 11,6236

NOTICIÓN: Con la subida de impuestos, los vendedores de prensa, revistas y atípicos podrían llegar a ganar 0,00665€ (más) por cada DIVINA OPERA vendida.
¡Ahí es ná!

Y la pregunta del millón ¿quién determinará en el PVP qué es agua y qué es concentrado?

viernes, octubre 02, 2009

¿Cacao mental o premonición?

He pasado una mala noche. Desde que me insertaron el muelle y me dan medicinas por un tubo para que el tubo no se atore, tengo continuamente en la boca el sabor de la sangre de tal modo que empiezo a padecer complejo de vampiro. El problema aumenta de noche; se ve que trago menos saliva y suelo despertarme con los labios manchados de carmín: carmín sangre de toro, se entiende. Pero hoy ha sido especial. Primero me he despertado sin saber por qué y con unas ganas terribles de echar una meada. He llegado al lavabo un poco a tientas; a esas horas de la madrugada suelo mear sentado (existe el peligro que me duerma de pie) y al estilo de los hombres-hombres de mi pueblo, o sea, espatarrado en el asiento y con los brazos apoyados en el espaldar de la silla; en mi caso, en la cisterna. Y he escupido… No se trataba de un hilillo de sangre sino de algo más denso. Me he enjuagado la boca, me he vuelto a lavar los dientes, he hecho gárgaras con Gingikin… pero seguía sangrando. Como no era hora propicia para el acojone, he supuesto que me he mordido en sueños y me he vuelto a la cama.

Últimamente suelo tener sueños farragosos que casi mantienen el argumento de una noche a otra. Hoy estaba instalado en un hotel cochambroso. Tenía frío. He pedido a Quiosquera que buscara al maître y le pidiese un termómetro. Ha vuelto con un tubo de vidrio con una esfera roja en un extremo; termómetro de alcohol tintado. Me lo he puesto bajo el sobaco y cuando lo he sacado para observar la temperatura, la línea roja de alcohol se interrumpía en los 35º y continuaba a partir de 39 hasta el final del tubo. He abierto los ojos y Quiosquera estaba junto a la cama sacudiendo el termómetro de verdad, el de mercurio.
- Lo estás haciendo al revés –creo que he dicho-.
Mi siguiente recuerdo ha sido la maldición que le he echado al timbre del despertador. Pero el termómetro seguía en mi sobaco. Al mirarlo, he comprobado que estaba muerto. La columna de mercurio no había llegado a traspasar el estrangulamiento que hay antes de la barra de graduación. He abierto algo más los ojos y me he sentado en la cama de un salto: una columna de mercurio de dos a tres centímetros de longitud ocupaba la zona superior y rebasaba los 42º. Visto por arriba o visto por abajo, el termómetro indicaba mi defunción. De perdidos, al río. He vuelo a sacudir el termómetro hasta que todo el mercurio ha pasado al depósito. Esta vez he elegido la axila para comprobar la temperatura: 36,8º.

¿Alguien me puede explicar qué ha sucedido en realidad esta madrugada?