Estamos a pocas fechas del referéndum del estatuto y todavía no lo he leído pero afirmo que lo leeré con tiempo suficiente antes de la votación. Hasta ahora, siempre que he errado el voto ha sido a conciencia: leo los programas de los partidos (todos son estupendos), escucho las promesas de los líderes, recuerdo mentiras de elecciones anteriores… Y al final lo echo todo en un saco, lo recalco y saco mi voto a favor o en contra de quien sea. Erróneo pero razonado.
De todos modos lo mío no es hacer comentarios políticos sino comentar los comentarios aunque, por lo oído, hay dos cosas del estatuto que no me convencen. La primera es que ha conseguido poner de acuerdo en el sentido del voto, aun por razones diferentes, a PP y ERC y eso significa que a la corta volveremos a oir hablar de su reforma. La segunda es su extensión. Una ley de leyes larga significa darle mucho control al estado lo que lleva al intervencionismo y, en mi opinión, cuanto más intervenga la administración peor irán las cosas.
Vayamos a lo nuestro. Cuando llegué a Barcelona lo único que conocía de historia era lo que decían los libros de texto (plan de estudios de Lora Tamayo) que mentían en la interpretación pero no en los hechos. Aquí empecé a escuchar historias de la historia que a mí no me sonaban y quise aprender. Cuando pude, años más tarde, compré y leí una historia de Catalunya, cuyo autor, Marcelo Capdeferro, afirmaba ser neutral y científica. Comprobé que podría ser científica pero no neutral. En cualquier caso, lo poco que de ella me quedó lo utilizo cuando lo creo oportuno dándole el tinte que más me conviene según la persona con la que hable y según quiera discutir con ella o seguirle la corriente.
Las tertulias en Can Superwaiter suben de tono a medida que se acerca la fecha del referéndum, con dos temas principales: el término nación y el tema de la financiación. Los tertulianos son variopintos. Falconeti, alias Yatelopagaré, es de origen indeterminado pero más nacionalista que Cambó y Maciá juntos. Bridget es del país pero anti. Para ella los personajes más odiosos son los catalanes y los granadinos. Don Vito (no confundir con Corleone) tiene una patria llamada Euro y, mientras no le toquen el bolsillo, le resbala el estatuto, la nacionalidad, la financiación y el estado en pleno. Superwaiter es ácrata y está en contra de todo. Al Catedrático le preocupa el tema de la financiación. Tienemenospelosquelchochounamuñeca apenas participa pero cuando lo hace se alinea con Superwaiter. Por último, el Quiosquero piensa en los callos de sus pies y mira mucho donde pisa, siempre metiendo el dedo en el ojo del último que habló.
A modo de sainete, una de las últimas tertulias podría ser como sigue:
Se alza el telón. A la izquierda, la barra de un bar y, tras la barra, Superwaiter. Frente a él, Falconeti y Menospelos con sendas cañas. A la derecha hay tres mini mesas. En la primera, casi en el proscenio, el Quiosquero se sopla un plato de judías estofadas; a su derecha, Don Vito y, al fondo, el Catedrático y Bridget.
FALCONETI. (A Superwaiter). Al fin a los de Madrid no les ha quedado más remedio que reconocer que somos una nación.
SUPERWAITER. A mí me la suda. Yo soy apátrida. ¿Pero por qué sois una nación?
FALCONETI. No jodas, tío. Porque somos diferentes, fuimos un estado con leyes propias que nos quitaron y una lengua que nos prohibieron.
SUPERWAITER. Y los gitanos que son de otra raza, tienen una lengua y ni Dios sabe de donde proceden ¿también son una nación? Que lo diga el Quiosquero que es versado en el tema.
QUIOSQUERO. (Levantando la vista del plato). Según Capdeferro, Catalunya no es una nación y nunca fue un estado. Que no es una nación lo demuestra la frase del rey de Aragón en vísperas de la batalla de las Navas de Tolosa: “Celebramos que, por primera vez, se unan todos los reinos de la nación española para luchar contra el infiel”. Que nunca fue un estado es más claro aún. El conde Borrell II pidió ayuda al rey francés para echar a los moros de Tortosa y éste se la negó. Borrell dejó de pagar tributos a los francos y, desde entonces, los condes de Barcelona fueron a su aire. Pero no fue hasta el tratado de Amiens -(pensando),Amiens, Copenhague o Sebastopol ¡qué sé yo!- que Jaime I obtuvo la renuncia de Francia y para entonces Catalunya formaba parte de la Corona de Aragón. Los propios Almogávares atacaban al grito de “Aragón, Aragón, desperta ferro!
BRIDGET. Lo que yo digo. Dejando aparte a los granadinos, los catalanistas son los más rolleros del mundo.
QUIOSQUERO. Claro que todo depende de cómo se mire porque cuando Capdeferro cita a Soldevilla, refiere que el rey de Aragón se titula rey de Barcelona, rey de Cataluña o rey de Aragón según el entorno. Y en cuanto a ser independiente o no, también es discutible. Aunque hasta el tratado de Amiens el rey francés no renunció a sus derechos sobre la Marca, Cataluña no fue un estado de jure pero sí lo fue de facto.
SUPERWAITER. (Cabreado). ¡Traidor! Hay que definirse. Para ti, históricamente, Cataluña ¿es una nación o no es una nación?
QUIOSQUERO. A mí me importa un comino. Lo que considero absurdo es que se estén buscando justificaciones históricas a un término que ha ido cambiando su significado con el tiempo. Si la mayoría de los catalanes creen y sienten ser una nación pues lo son y ya está.
MENOSPELOS. Pero el gobierno les ha dado gato por liebre y sólo se menciona la nación en el preámbulo.
DON VITO. Otra chorrada. Fijaos en la ley del tabaco. Si miramos sólo el articulado, la ley es una mierda. Todo son prohibiciones y multas. Pero si leemos el preámbulo, la ley es cojonuda. Va a salvar un montón de vidas. Con el estatuto pasa lo mismo, se justifica porque Cataluña es una nación.
EL CATEDRÁTICO. Lo importante es la financiación. Yo estoy harto de que los catalanes paguemos para que extremeños y andaluces vivan como rajás sin pegar golpe (hace el gesto de tumbarse panza arriba).
BRIDGET. Lo que faltaba. Si viven tan bien ¿por qué se vienen aquí en busca de trabajo?
EL CATEDRÁTICO. Quizá no sea tanto. Pero lo que está claro es que pagaremos menos y tendremos más. Somos la comunidad que tiene más autopistas de pago.
SUPERWAITER. ¡Acémilas! El pueblo es el animal más burro que hay. ¿Todavía no te has dado cuenta de que las autopistas más caras son las que gestiona la Generalidad?
DON VITO. No seáis imbéciles. Nosotros, cuanto menos, vamos a pagar lo mismo y se va a hacer lo mismo. Lo que hace falta es que nos dejen trabajar tranquilos y ganarnos la vida decentemente. Lo que no entiendo es que no queráis que se ceda dinero a regiones más pobres y, al mismo tiempo, se proteste porque se recibe poco de la U.E.
QUIOSQUERO. Lo justo es lo justo. Lo que se pague en una comunidad es para gastarlo en esa comunidad y los más pobres que coman mierda. Claro que luego alguien dirá que los de Barcelona no tienen por qué sufragar a los agricultores de Lérida y los de la zona alta que se niegan a pagarle la escuela a los niños del Raval y que… Lo realmente justo sería que cuando hay que hacer una obra se dividiera el presupuesto entre el número de habitantes y a tanto tocamos.
DON VITO. A mí que me dejen trabajar en paz.
MENOSPELOS. Los políticos son unos chorizos.
FALCONETI. Som una naciò.
SUPERWAITER. Burros, más que burros.
BRIDGET. Los catalanes son unos…
QUIOSQUERO. Me queda el Noticiero y La Prensa.
Telón.