lunes, enero 30, 2006

Sobre la huelga de quiosqueros


Hoy, 30 de enero, los quioscos han cerrado sus puertas (no las han abierto) en protesta por la entrada en vigor de la llamada "Ley antitabaco".

Afirmación primera: Toda huelga es evitable.

El sábado pasado en una reunión informativa, alguien, desde la mesa, digo algo que me puso los pelos de punta. Parece ser que el 17 de enero hubo una entrevista entre portavoces de las Asociaciones de Vendedores de Prensa y no sé qué Secretario General. Ante la reivindicación del derecho a vender tabaco en los quioscos, el tal Secretario respondió "Realmente hemos olvidado los quioscos".
¿Cómo es posible que el Parlamento apruebe una ley sin haber estudiado antes su repercusión en todos los sectores implicados? ¿Para qué sirven las Asociaciones de Vendedores de Prensa? No es de recibo que las Asociaciones empiecen a moverse una vez publicada la ley en el B.O.E. toda vez que es mucho más fácil modificar un proyecto de ley que la ley ya publicada. A nuestro entender, el colectivo de quiosqueros debió ponerse en contacto con los ponentes mucho antes y, así, no se nos hubiera olvidado.

Afirmación segunda: Toda huelga suele perjudicar a quien menos culpa tiene.

Esta huelga tiene dos perjudicados:
· Yo (permítanme que ponga el burro delante) que no ingresaré un céntimo en el día de hoy y no está el negocio para alegrías.
· El cliente que se quedará sin su periódico sin tener arte ni parte en el conflicto.

Conclusión: Yo no debería hacer huelga.

Y sin embargo no he abierto puertas a pesar de que en mi zona no ha cerrado nadie y, parece ser, que en toda Barcelona la repercusión de la huelga es mínima.
Aunque el desencadenante de la huelga haya sido la mal llamada Ley Antitabaco a mí me importa un comino vender o no cigarrillos. Es cierto que los ingresos han bajado desde la prohibición pero las "ganancias" se mantienen. Un paquete de tabaco deja al vendedor una ganancia de 15 céntimos para una inversión media superior a los 2 euros. Un paquete de chicle de 70 céntimos deja un margen mayor. Han desaparecido los ingresos por venta de tabaco pero se están vendiendo más chicles y caramelos.

He ido a la huelga porque, que yo sepa, es esta la primera vez que los quiosqueros actúan con una cierta unidad, aun en el caso de que la convocatoria sobreviniera en fracaso. Y este atisbo de acción conjunta debe aprovecharse para defendernos de quienes realmente dificultan que podamos obtener unas ganancias que nos permitan vivir en consonancia con el número de horas trabajadas al año. No olvidemos que un quiosquero abre antes de las 7 de la mañana y cierra, más o menos, a las ocho de la tarde durante 362 días al año a los que habría que desquitar los 15 o 20 días de vacaciones de quienes puedan permitirse ese lujo.

lunes, enero 23, 2006

Meme - Cinco hábitos extraños

raro, raroTraç Man me ha invitado muy amablemente a un Meme de esos (¿alguien podría explicarme de dónde viene esto de MEME?). En esta ocasión se trata de confesar cinco hábitos extraños. ¡Cinco! Pero si no tengo ni por donde empezar... ¿Acaso el mero hecho de pasarse el día entre periódicos y no leer ni uno, de tener al alcance 50 revistas porno diferentes y prestarle atención tan solo a la fecha de devolución, de presentarse aquí cada día a las 6:30 (bueno, si no cada día, sí alguna que otra vez...) para ver las caras de acelga de los parroquianos..., no son hábitos suficiéntemente extraños? Pues venga, añadiremos cinco más que no tengan que ver con el quiosco y que sean realmente extraños (lo de dejarlo todo para última hora y llegar tarde a los sitios, y tenerlo todo desordenado... no cuenta, que todos sois más o menos igual).

Cucharada1.- Llevar la contraria por deporte: cuando estoy en forma, cualquier tema puede tener un segundo punto de visto que me lanzo a ofrecer aunque nadie me lo pida. Creo que una de mis misiones en la vida es demostrar que efectivamente, todo es relativo. O no... Ahora no estoy seguro.

2.- Soplar las cosas antes de metérmelas en la boca. Básicamente se aplica a la cuchara, aclaro para los que leeis con sonrisa maliciosa. El hábito no tiene nada de extraño cuando como sopa, pero con los yogures o el gazpacho queda un tanto extraño... y es que me sale sin querer!

Este no soy yo, pero también es raro3.- Cantar en la moto: si alguna vez veis pasar una scoopy colorada conducida por un pavo de cuyo casco escapan alaridos que pretenden ser música (básicamente ópera, ya que nos ponemos...), eso soy yo. Lo ideal es que cuando llego al semáforo pongo cara de disimulo mientras el de la furgo de al lado busca al gato que ha atropellado.

4.- Teclear los diálogos de las películas. Estoy viendo una peli, o asisitiendo a una conversación ajena y con los dedos voy tecleando en el aire, como si escribiera a máquina, parte de los diálogos. Esta manía empezó cuando hice, con poco éxito, aquel taladrante curso de mecanografía. Sr. Mecarápid, ¿ha visto cómo me ha dejado?

e-book5.- Comprar libros para luego dejarlos en la librería, bajármelos de Internet y leerlos en la PDA. Lo chungo es que hay libros que tengo desde hace un año o dos y no los he empezado a leer porque en Internet no los he encontrado. Y es que, acostumbrado a ir a todas partes con la PDA y sus 90 obras de arte en memoria.., no me voy a llevar un libro por ahí. Y claro, las veces que tengo tiempo de leer en casa, ya tengo algo empezado... Estoy enfermo.

Bien. Ahora que he acabado con la poca respetabilidad que me quedaba, toca el momento de escoger a quién castigo con el Meme. Para que se estrenen en esta suerte, se lo paso al Quiosquero y a holaiquetal. Y para que nos cuenten rarezas de otras tierras (si es que desde tan lejos nos leen, a Rafa, Mar y Ana). Ahí queda eso.

viernes, enero 20, 2006

Quioscos en huelga


SE CONSIDERAN DISCRIMINADOS POR NO PODER VENDER

Los quiosqueros cerrarán el 30 de enero en protesta por la ley del tabaco

La ley antitabaco, acogida con toda "normalidad", según la ministra de Sanidad, comienza a dar sus primeros problemas. Provienen del sector de los quiosqueros, que se siente discriminados respecto a los bares por habérseles prohibido la venta de cigarrillos. Los quiosqueros han convocado una jornada de huelga para el 30 de enero y una recogida de firmas para que se permita la venta de este producto en estos establecimientos, que además están en la calle, prácticamente en el único lugar en el que se permite fumar.

Información completa en
www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276268926.html

jueves, enero 19, 2006

Murphy

Adán, Eva y la manzanitaCuenta Moisés en el Génesis que en el Paraíso todo iba de puta madre hasta que un día Eva se acercó a Adán y le dijo: "Cómete la manzanita, cómete la manzanita". Y el capullo de Adán se la comió. Desde entonces, el hombre sigue siendo imbécil y la mujer la culpable de todas las catástrofes que en el mundo son.

Está claro que Moisés no conoció a Murphy.

La ley de MurphyMurphy fue un hijoputa (no un hijo de puta, que de su madre no tengo referencias) que se inventó las leyes de ídem para que fuera imposible que algo saliera bien. Algo así como Newton que al inventar la ley de la gravedad consiguió que las cosas se cayeran.
Lo peor de Murphy no es Murphy, lo peor de Murphy es la legión de mamones que lo imitaron y se encargaron de redactar todas las leyes catastróficas posibles que Murphy pasó por alto: Finagle, Sodd, Chisholm, Pudder... Aunque reconozco que éste último tiene su gracia:
- Todo lo que empieza bien, acaba mal
- Todo lo que empieza mal, acaba de puta pena

¿Y qué tiene que ver Murphy con un quiosco? A las pruebas me remito.

En un quiosco lo divertido es vender, enrrollarse con los parroquianos, tomarle el pelo a los chavales que vienen a dar el coñazo... Lo duro es abrir y cerrar el chiringuito, recibir y colocar la mercancía y preparar las devoluciones, ¡dichosas devoluciones! Y esto se hace aún mas duro sobre el 20 de cada mes que es cuando llegan las revistas mensuales, grandes, gordas y encartonadas.

Se me han pegado las sábanasHoy Murphy la ha tomado conmigo. Para empezar, esta mañana se me han pegado las sábanas; sólo un cuarto de hora, lo suficiente para tener que salir cagando leches si quería tener a punto los diarios antes de que llegara el que cada mañana me pide AS (Murphy se encarga de que AS esté siempre en medio del montón) y, sobre todo, antes de que llegaran los repartidores.
Al primer tapón, zurrapas. A las 6 y 10 los diarios no habían llegado. En su lugar había dos montonazos de revistas mensuales. SGEL y SADE ya habían dejado su carga diabólica. Todo lo que empieza mal... Bien, empezaremos sacando cartones para despejar el interior del quiosco y dejar hueco para las revistas. A media operación se oye el inconfundible tostoneo de la furgoneta de Logística. Stop a la cartonada y vayamos a colocar los diarios: El Periódico al mostrador y a distribuir. Marina me entra por la retaguardia. Lo noto al oir el primer paquete de Vanguardias estrellarse contra el suelo. Cuando el repartidor acaba su faena, en la acera sólo queda un pasillo estrecho por donde pasar. "¿Me da el AS?" ¡Mierda! Como siempre AS está en medio del montón junto al resto de diarios que no vienen atados. Localizado. Ahora se trata de sacarlo con suavidad para que el montón guarde el equilibrio. ¡Murphy y su puñetero padre! AS queda liberado y sus compañeros se esparcen por el huequecillo que quedaba en la acera. No ha pasado ni un minuto cuando a mis espaldas oigo rodar el carrillo del repartidor de periódicos a domicilio "¿podría apartar un poco los periódicos?". ¡Jódete, Murphy! El chico es un caballero y me ayuda a amontonar de nuevo los periódicos. ¡Qué coño! Prácticamente me los pone él solito cerca del mostrador.

CaféCuando a las 9 y 20 de la mañana llega la señora que me echa una mano cada día,los albaranes están entrados en el ordenador y la mayoría de publicaciones en su sitio. Al fin y al cabo no ha ido tan mal que las distribuidoras hayan dejado su carga antes de lo previsto. Ahora acabamos de colocar lo que falta y me voy a tomar un cafetito. ¡La madre que te parió! Me había olvidado de Distribarna y sus cartones: colección de locomotoras, el hombre y la tierra (amigo Felix), tuning radiocontrol, iznogud... Cafetito pospuesto.
A las 12, café incluido, todo se ha consumado: cada cosa en su sitio y cada sitio con un montón de cosas. La ayudante se va. Hasta las 2 habrá un rato de tranquilidad. No contaba con Murphy. Por estribor aparece el repartidor de SGEL y por babor el ayudante. Ambos sueltan su carga en el pasillito de entrada. ELLE, macrobolso incluido, se desparrama. Sólo faltaría que ahora tuviese que salir a la calle. "¿Podría darme Mi bebé y yo? Está en el expositor lateral pero no alcanzo". Y yo tampoco, no te jode. Paso como puedo por encima de la revistas y llego sano y salvo a la calle. Estiro el brazo. Con la punta de los dedos agarro el lomo de la revista. Noto un ligero calambre en el pectoral. Un último esfuerzo y el bebé que se muerde el labio inferior está en mis manos. El pectoral me duele más que si el nene me hubiera clavado las paletas en la tetilla. "¡Ay, cuanto lo siento! Este número ya lo tengo!". Señora ¡por qué no se ha puesto las gafas antes! No problem. Ahora hay que entrar en el quiosco con permiso de Elle. Extiendo la pierna, apoyo y, me cachis en los moros, me faltan cuatro dedos. Resbalón de un palmo y acabo abierto de patas descansando las criadillas en el montón de revistas. Operación inversa. Entro de culo. Éxito.
Ahora sí. Empiezo a despejar el panorama: Elle en un rincón junto a la nevera y ya le buscaremos sitio; Psychologies, que regala una cajita con bolas antiestrés, en equilibrio inestable sobre el taburete... "¿Qué revista es la que regala una bufanda?". Ya estamos. Cosmopolitan, bufanda adjunta, está en el altillo justo por encima del taburete. Lo utilizo para auparme un poco y cazo la revista. "¿Qué colores hay?". La leche. Si quieres pasa al probador a ver como te queda. Tres Cosmopolitan después el taburete se cimbrea y entra en acción Newton y su ley de la gravedad. Psychologies y sus pelotas (antiestrés) se esturrean por el suelo. "La que más me gusta es la primera que me enseñó. Me la llevo". ¡Olé tus cojones!

Expediente XMientras recojo las revistas del suelo noto como un cosquilleo en la nuca y me levanto. Una chica sudamericana me mira sonriendo: "¿Tiene ya lo mío?". La cara de la chica me suena pero no tengo ni puñetera idea de qué es lo suyo. "Sólo tengo el número 1 y el 6 y usted me dijo que seguramente podría conseguirme los demás números". Incógnita. ¡Eso es! Incógnita... X... Expediente X. Los tengo en el altillo pero en el extremo opuesto a Cosmopolitan. Esta vez voy a asegurarme de que no hay ningún percance y cojo la escalerilla de dos peldaños. Me subo y tiro de la bolsa donde tengo la mercancía. Va bien, va bien... No me he fijado en que debajo de la bolsa hay un ejemplar de Biblioteca de la Guerra Civil que acaba cayendo (de nuevo Murphy apoyado por Newton) y va a aterrizar sobre los chupa-chups y los chupa-chups aterrizan en la acera. "No se preocupe. Me los prepara con calma y paso a recogerlos la semana que viene"...

Murphy, maldito seas. ¿Cómo has conseguido que al cerrar se me escapara el portalón y se rompiera?

Finalizo. Faltan pocos minutos para las 23 y mañana necesitaría levantarme a las 4, con el permiso del despertador y si el sueño no lo impide. Mientras tecleo analizo las sensaciones de mi cuerpo: de lumbago para abajo sólo noto las plantas de los pies aplastadas y doloridas; de lumbago para arriba, nada; y el lumbago... ¡ay el lumbago!

Todo lo que empieza mal, acaba de puta pena. Pudder dixit.
La madre que parió a los agoreros. Ego dico.

martes, enero 17, 2006

¡Campeones!

Vuelven los Campeones
Campeones en DVDAllá van con el balón en los pies y ninguno los podrá detener. Con este pareado tan bien traído y tras unos uo, uo, uo, uo con sonido a lata empezaba una serie que marcó la infancia de muchos chavales. Acababan de llegar las televisiones privadas y Tele 5 descubrió a más de uno que en japón hacían algo más que Heidis y Marcos. Campeones fue una revolución, con aquellos campos de fútbol que se prolongaban interminablemente hasta el horizonte al tiempo que se deslizaban bajo los pies de unos futbolistas estáticos; con aquellos balones mágicos que se deformaban en el aire tras ser golpeados con tal efecto que cambiaban cuatro o cinco veces de dirección por el camino; con esos flash-back estratosféricos que permitían, en el instante que va del acomodo del disparo al chute del balón, recordar la vida y milagros del futbolista, su padre, el abuelo que fue a Cuba y el misterio de la santísima trinidad llenando todo un capítulo... Sí. ESA mítica serie acaba de llegar a los quioscos.

Salvat nos ha sorprendido con esta joya de la cultura audiovisual que preparó a una generación para el Mundial de Japón y que tuvo su continuidad en una secuela en la que Oliver acababa jugando en un tal F.C. Catalunya que se parecía bastante a cierto equipo que aparece ocasionalmente en las portadas del Sport y El Mundo Deportivo.

Dragon Ball en DVDAhora podremos rememorar los entresijos de la serie, saber qué es de la vida de estos heroes del balón y, lo más importante, guardarlos para siempre en nuestra videoteca junto a otras joyas de la animación japonesa. Y es que los buenos de Salvat están reeditando las primeras temporadas de Dragon Ball (Bola de dragón, Bola de Drac, Dragoi Bola... y así en todas las lenguas vernáculas que incluye esta fantástica edición).

Y yo me pregunto... ¿Qué es más fuerte, un chute de Oliver o una patada de Son Goku? Lo que está claro es que Goku corre más, porque anda que no tarda el Oliver éste en cruzarse el campo de fútbol...

Campeones, en Salvat


Dragon Ball, en Salvat

lunes, enero 16, 2006

La Gallega

Hoy tocaba hablar del debut dominical pero, aparte de que dalr ya lo ha hecho de forma magistral, vale más no mentar la soga en casa del ahorcado... así que intentaré relatar alguna de las anecdotillas que por aquí acaecen y que a mí me alegra recordar.

Taxi sevillanoAgosto de 1991. Visitábamos la Sevilla pre-Expo con un termómetro empeñado en no bajar de los 42º cuando se nos ocurrió tomar un taxi que nos acercara a la Isla de la Cartuja por aquello de ver como iban las obras y, sobre todo, por ver si teníamos suerte y el taxi iba provisto de aire acondicionado. No recuerdo si acertamos o no. Lo que no se me borra de la memoria es que al pasar por la plazoleta que hay junto a la Giralda vimos que unas extranjeras (o lo parecían) se refrescaban en la fuente del centro echándose garfás de agua por el escote. "La curpa eh del'Arcarde, casique, cabrón, hioputa", oímos que decía el conductor. "Mirenuhtedeh, si cuarquieh ehpañola hisiera lo mihmo qu'esah guarrah la murtaban loh munisipales perol'arcarde a las ehtranjerah se lo permite to. Yo no tengo ehtudioh pero ehto -y aporreba el volante- eh l'universidá de la vida. Lo qu'aquí s'aprende no s'ehtudia en ningún sitio".

Muchas veces hemos referido en casa las palabras del taxista y ahora, en contacto diario con la gente, he comprobado que el buen hombre tenía razón: los que trabajan de cara al público (taxistas, camareros, empleados de vetanilla, quiosqueros...) tienen, tenemos, una filosofía de la vida algo diferente a los demás. Aprendemos a catalogar a la gente y olerles el pan bajo el sobaco con relativa facilidad. Conoces al simpático por naturaleza, al que quiere hacerse el simpático, al tostón, al que va a lo suyo, al malafollá...

La Gallega, de Pablo Taboada CamusDe los personajes que pasan por este quiosco no hay ninguno tan entrañable para mí como la Gallega. La Gallega destroza el tópico de persona que pasa desapercibida y que no sabes si sube o baja atribuido a las gentes de su tierra. La Gallega es un terremoto que habla tan deprisa como camina y empalma frases ingeniosas e hilarantes una detrás de otra. La oyes doblar la esquina con paso recio, da igual que calce zapatos de medio tacón, chilucas o babuchas, y la ves pasar escopeteada por delante del quiosco con sus pantalones ajustados (de los que llevan la tira cogida a la planta del pie), su camisa que puede ser bordada o, simplemente, la chaqueta del pijama, sus gafas de sol y el pelo un poco escardado y recogido en un moñete alto: "Hasta luego, jefe" y se pierde por la esquina siguiente con la misma celeridad con que ha aparecido.
Pero la Gallega es mi Gallega cuando se planta delante del quiosco, pone un pie sobre el escaloncillo que me hice fabricar para no tener que saltar cuando bajo a la calle, y apoya el codo en la rodilla cual Le Penseur (pónganse morritos al pronunciar).
- Hijo, no se puede llegar a vieja (léase a velocidad de TGV).
- Pero si está usted como una flor.
Pulpo a la gallega- Eso es la cascarilla, hijo. Tengo los huesos jodíos y los puñeteros duelen como un demonio. El tarugo aquel (el marido) dice que me observo mucho pero cuando a él le duele algo se acojona el tío. Antes tenía una dotora que me atiborraba de pastillas y no me servían de nada y luego, ella misma, me mandó a un dotor por si podía hacer algo. Me mandó hacer una radiografía de la coluna y cuando se la llevé, el tío, la madre que lo parió, la tiró así por la mesa y se fue casi hasta la papelera. Me dijo que tenía que hacer recuperación pero que de todos modos en dos o tres años lo único que funcionaría sería el tres en uno. Claro, y si en tres años la palmo ya no me hace falta nada; no pesqué lo del tres en uno pero al cruzar la Diagonal eché a andar la maquinilla y entonces caí, el tío jodío, la madre que lo parió que hay que tener güevos pa engrasarme a mí.
El suraca-japonés y la acupunturaUna amiga me habló de un japonés que está aquí mismo y hace acupuntura y como no tenía nada que perder me fui a que hiciera una sesión. Mientras estaba en la sala de espera se oía una tía dando unos guarridos que hacían temblar el edificio; coño, ¿qué le estará haciendo el dotor a la tía esa? Como no me toque pronto yo me piro. Y cuando me tocó me puso boca abajo en una camilla y me llenó de agujas la coluna desdel pescuezo hasta el culo. El dotor iba moviendo así las agujas y me daba un cosquilleo... ¿por qué gritaría tanto la tonta el higo? Pero luego no sé que hizo el sudamericamo, yo creo que prendió fuego a las agujas, que aquello empezó a escocerme como si me hubieran echado alcohol en carne viva. Llorando me abracé a su cintura y empecé a chillar; "Asople, dotor, asople...". Mire, mire, que no lo engaño.

3 en 1Sube el peldaño que nos separa. Se sube la camisa con una mano y se baja los pantalones con la otra. La raspa es un rosario de agujeros que me dejan en la duda si el dotor japones/sudamericano le está haciendo acupuntura o abriendo los orificios necesarios para dentro de dos o tres años ponerle el tres en uno.

- Lo que he chillado yo en estas sesiones pero ahora apenas me duele y cuando empiece a doler de nuevo me voy a que el japonés me ponga las agujas. Es que no se puede llegar a vieja. Bueno, jefe, no lo entretengo más que tiene trabajo y yo tengo que prepararle la cena a aquel.

¡Esta es mi Gallega!

domingo, enero 15, 2006

Dominus dei... (2 de 2)

Viene de aquí

El domingo es para descansarDomingo. Seis de la mañana. La ciudad duerme tranquila, consciente de que un grupo de hombres y mujeres excepcionales velan por ellos, se encargan de dejarlo todo listo para cuando, hacia las doce, decidan salir a la calle, tendrán preparado su cafelito con leche, su cruasán y, sobre todo, su periódico.

Los quiosqueros han tomado posiciones. El chiringuito está abierto. Los expositores presentan alegres un sinfín de revistas que están diciendo "léeme". Los cartones perfectamente ordenados se alinean a lo largo del chaflán en un recorrido mágico donde caben las grandes obras de la literatura universal, imprescindibles libros de crecimiento personal, adrenalina concentrada en los DVD's más impactantes o un sinfín de coches de radiocontrol para montar de tornillito a tornillito. Todo está preparado. Todo en su sitio. ¿Todo? No. Un mostrador sigue vacío. ¡El de los periódicos!

¿Vendrán los periódicos en la furgo?De repente una furgoneta hace su aparición. Abre sus puertas y de ella desciende un fornido repartidor cargado con tres paquetazos de periódicos. Concretamente 33 ejemplares de El Periódico en castellano, 32 en catalán, 2 El Punt, 5 La Razón, 2 Gaceta de los negocios (no hay manera de vender una, oiga) y 14 Sport. Una de las distribuidoras ha cumplido. ¿Y la otra?

Los minutos van corriendo. Llega el primer cliente y pide... ¡La Vanguardia! Pues no, señor. No ha llegado todavía. Sí ya sé que hoy trae no sé qué suplemento y la caja de no sé qué más. Pero es que no ha llegado. Lo entiendo perfectamente. Hasta luego... La cosa se pone chunga. Son casi las ocho y nada. Una furgoneta pone el intermitente, se dirige hacia nosotros y... en el último momento gira a la derecha y se aleja a toda prisa. Un camión... no, pasa de largo. Tres clientes después una furgoneta pasa junto al quiosco y cuando parece que se larga, clava frenos. Baja El morenito, un repartidor que habitualmente hace la ruta de Logística y nos deja... tres ejemplares de Le Monde. De El País, La Vanguardia, el Mundo Deportivo... NADA. Ni siquiera los ejemplares que nos prometía el albarán del sábado.

Periódicos que nunca llegaronPensando cosas preciosas de las santas madres de los responsables de la distribuidora y cagándonos en los hijosdeputa de sus hijos nos dirigimos a un quiosco amigo a comprar lo mínimo necesario para atender a las reservas. El resto de la mañana será un sinfín de explicaciones sobre por qué no nos queda prensa. Llamadas inútiles al contestador automático de la distribuidora (toda la prensa se ha repartido sin incidencias ¡Beeeep!) y viajes a reponer algún que otro diario, pagando nosotros, por supuesto.

La buena noticia del día ha sido que han pasado muy poquitos clientes. La imagen dada a los que sí nos han visto ha sido penosa. Eso sí. Para los clientes habituales que nos pidieron el número uno de la colección, hemos quedado de puta madre. Económicamente, es el primer día que no sólo no ganamos ni un duro sino que perdemos los beneficios del anterior. Está claro que el domingo hay que pasárselo en casa durmiendo hasta las mil, viendo la tele y leyendo los suplementos de los periód... Viendo la tele.

sábado, enero 14, 2006

Dominus dei... (1 de 2)

... o el domingo de las narices. Que sí. Que hoy hemos abierto en domingo. Y pa qué, preguntarán algunos, pa qué? Pues pa na. El día del señor hay que descansar, que es lo que hacen las gentes de bien. Levantarse un domingo a las 6 de la mañana para abrir un quiosco es una blasfemia, una tontería, una pérdida de tiempo y una gilipollez. Todo junto. ¿Por qué? Ahí va una breve explicación de los hechos.

Un fatídico día de agosto
La junta directiva del quiosco (a saber, el quiosquero mayor, dalr y la quiosquera consorte) llega a la conclusión de que el cierre en domingos y festivos dificulta el poder ofrecer un buen servicio a parte de los clientes habituales que pierden el hilo de las colecciones. Se determina hacer un estudio de la viabilidad económica, física y anímica de abrir los citados días. Entre tanto se decide asumir la deficiencia en el servicio.

Un día de otoño
Otoño fatídicoEl estudio revela que la apertura en domingos y festivos es económicamente incierta y física y anímicamente inviable. La deficiencia en el servicio es por tanto asumible (no queda más remedio). Se plantea estudiar la alternativa de fichar a un/a quiosquero/a dominical cuya contratación se posterga a los resultados del estudio de viabilidad económica.

Otro día de otoño
La quiosquera dominical inicia las prácticas, mientras el estudio de viabilidad económica revela que el único modo de saber si es rentable abrir en domingo es abrir en domingo. Se determina empezar a abrir a partir del 15 de enero y se avisa a las distribuidoras que se ponen muy contentas.

24 de diciembre

Ante la festividad del día 25, los periódicos incorporan los suplementos dominicales. Los resultados económicos son buenos siempre y cuando el domingo se venda como el sábado.

1 de enero
tabacoEntra en vigor la ley antitabaco. Las ventas en general sufren un leve descenso mientras que la facturación total se resiente de forma considerable. Abrir los domingos aparece como la principal alternativa para disminuir el impacto económico.

13 de enero
A dos días de la apertura dominical empiezan a llegar los suplementos. Una distribuidora (Logística, El Periódico de Catalunya) trae cerca de sesenta dominicales. La otra (Marina Press, La Vanguardia) envía ocho dominicales de una única publicación. Será que la reparten mañana...

14 de enero
Mañana abrimos. Un vistazo al albarán de entregas de Marina Press revela que al día siguiente piensan traer... 16 Vanguardias, 5 Abc y 3 Le Monde. Nada más. Tras horas llamando al teléfono de urgencia de Marina (sin respuesta) nos dirigimos a sus oficinas personalmente para solucionar el entuerto. No hay nadie. Se prevé un domingo horrendo...

(continuará)

viernes, enero 13, 2006

Genios de la interpretación

Planeta está siendo, como siempre, el principal protagonista de la Cartonailla. Y, también como siempre, lo está haciendo con tal variedad de títulos y géneros que pone los pelos de punta. Como iremos viendo en los próximos días, son capaces de mandarte, en un mismo envío, los ejemplos más extremos de lo mejor y lo peor que puede encontrarse en un quiosco. Hoy me centraré en mi colección favorita: Las mejores películas de Van Damme y Seagal.



Estamos probablemente ante dos de los actores más inexpresivos de la historia. Las caras de palo de Van Damme sólo son superadas por el más hierático e impertérrito de los platós, el inefable Steven Seagal. Dos tipos duros que mantienen el rostro inmutable mientras reparten estopa a diestro y siniestro.

Estos genios de la interpretación (nadie es capaz de autoparodiarse repetidamente mejor) han dado a la humanidad alguna de las peores películas de la historia, lo que los pone un paso por delante de otros actores malos que, al menos, han tenido mejor gusto para elegir los proyectos. Hay que reconocer, sin embargo, que hay una considerable diferencia entre los dos actores. Creo que Van Damme es más honesto. Lo que no puedo soportar del Seagal es que no contento con ofrecer un bodrio sin argumento (ex miembro de las fuerzas especiales se carga el solito a todos los malos...) encima pretende hacer películas con mensaje (...para salvar a un pueblo indígena, el medio ambiente o lo que se tercie).

Debo reconocer que me reí mucho con Alerta Máxima y con su cameo en Hot Shots (Chachi que sí a chachi que no). Y de su participación en Sorpresa, sorpresa enseñando a pegar leches a un preadolescente rechoncho ante la mirada aterrada de la Gemio.., no tengo palabras. Pero es que es llegar al quiosco y vérmelos a ambos, mirándome fíjamente a los ojos con ese rictus de "te voy a machacar el hígado sin mover una ceja" y me da un yuyu... Y lo peor es que mis clientes deben tener buen gusto, ¡porque no vendo ni uno!

Para compensar, los amigos de planeta han lanzado también una colección con las mejores películas de Jack Nicholson.



El amigo Jack también ha participado en algún que otro bodrio, pero hay que reconocer que es una bestia de la interpretación. y sí es cierto que sus personajes se parecen bastante los unos a los otros (sobre todo en los últimos tiempos), pero ha hecho interpretaciones memorables en prácticamente todos los roles y géneros (comedia, terror, aventuras, cine negro... como galán, malo malísimo, loco...)

El público también está hablando y tras un par de días sólo nos queda un ejemplar de esta colección. Y no durará mucho. ¿La quiere alguien?


Las mejores películas de Van Damme y Seagal, en Planeta DeAgostini

El mejor cine de Jack Nicolson, en Planeta DeAgostini

jueves, enero 12, 2006

La cartonailla

Dartacan y Willy FogCuando aún no nos habíamos recuperado de la cartoná de septiembre, ya está aquí la cartonailla. Se trata de una minicartoná que tiene lugar a principios de enero, coincidiendo con la cuesta, las rebajas y la despresión postnavideña. En definitiva, como la de septiembre, se trata de aprovechar los quioscos para venderle algo a un público que está sin un duro pero necesita darse algún caprichillo para superar la vuelta al curro. Y este algo, cómo no, viene enganchado a un cartón de 2x2, es inútil y, eso sí, muy baratito.

Curso de BaileLa cartonailla ha llegado con reediciones de lo que no pudimos colocar en cartonás anteriores, nuevas vueltas de tuerca en lo que más o menos funcionó y, pocas, alguna que otra novedad para ver qué pasa.

Amanda QuickAsí, RBA ha reeditado míticas colecciones como Biblioteca Historia de España o Curso de Baile, y ha intentado reeditar el éxito de la colección sobre Vázquez Figueroa con otra sobre García Márquez, la de Heidi y Marco con Dartacán y Willy Fogg o la inefable Jude Deveraux con Amanda Quick. La nueva apuesta para la temporada son los DVD's de los teletubbies, seguramente para competir con los Lunnies de Planeta (sobre estos ya hablaremos en otro post).

Historia de EspañaPor supuesto, todas estas colecciones vienen con su correspondiente hojita de suscripción, en un cartón enorme impreso en cuatricromía a doble cara, con unos precios ridídulos y apoyados por tremendas campañas de publicidad. Estáis todos condenados a pasar por el quiosco... Os esperamos.

miércoles, enero 11, 2006

Quiosquero Mayor

Bienhallados amigos.

Me presento. Soy el quiosquero mayor y lo soy por dos razones: la primera porque tengos más años; la segunda porque, a fin de cuentas, la concesión del quiosco es mía.
Este no soy yo, pero me gusta Tony LeblancLa gente que me conoce dice que rara vez hablo en serio; mi señora cuando me presenta a sus amistades apostilla: "No le hagáis mucho caso porque siempre está de broma". Infundios. Soy una persona seria y ecuánime; más de lo segundo que de lo primero. Lo que pasa es que soy tímido y es una manera de disimular. Funciona. Mis clientes más animosos y, sobre todo, los clientes de Superwaiter se esfuerzan en encontrar la frase ingeniosa que contrarreste la mía y los (las) clientes más serias se me confiesan dada la confianza que emana de mi seriedad. Entre unas cosas y otras, si no fuera porque estar en acción desde las 6 de la madrugada hasta las 8 de la noche hace sufrir a mis callos, podría decir que estoy disfrutando.

CelaNo pretendo desbancar al periodista ya que me falta tiempo y talento pero intententaré (no soy tartamudo, es que me he equivocado) hacer alguna que otra incursión en este blogs para contar determinadas anecdotillas que me van sucediendo. Cuando las cuento la gente las encuentra graciosas; no sé si escritas resultarán igual. Decía Cela que el mejor piropo que le habían echado se lo soltó un campesino que le presentaron cuando visitaba la Alcarria tomando apuntes para su libro. A la presentación, el campesino respondió: "¡Coño, Cela! Usted es el que escribe como el que mea". Confieso que la próstata empieza a hacer sus estragos pero aún meo mejor que escribo y espero que por mucho tiempo. Si fuera Cervantes probablemente habría escrito el Quijote y no estaría aquí vendiendo periódicos.

Por hoy basta. Me esperan 300 revistas próximas a su caducidad y toca hacer paquetes.

martes, enero 10, 2006

Prensa sin humo

La famosa "ley antitabaco", además de dar mucho que hablar, está logrando hitos inimaginables. De entrada, la última semana de diciembre pudimos ver una imágen insólita: en los bares y cafeterías la gente en vez del Marca y el Sport leía y comentaba el BOE. Vamos, igualito que con el Estatut o la Constitución Europea (cada día tengo más claro que los políticos no se enteran de cuales son las prioridades reales de los ciudadanos). El propio superwaiter nos pidió que le pasáramos el artículo y se pasó un buen rato discutiendo con la parroquia y pidiendo la cabeza de no sé qué consellera amén de la de cierta ministra. Y es que todo el mundo parece tener muy claro cómo afecta la ley a los bares y restaurantes pero, ¿qué pasa con los quioscos? Pues que sencillamente nos han dado por saco. Vayamos por puntos.

La bendita salud

Pese a la imagen que se dé en ciertos anuncios, creo que la mayoría de la gente entiende la necesidad de que las autoridades promuevan la disminución del tabaquismo y hagan respetar el derecho de los no fumadores ha vivir sin malos humos. En el espíritu de la ley, por tanto, estamos casi todos de acuerdo. El problema, como siempre, viene a la hora de entrar en detalles.

Se está hablando muchísimo de la prohibición de fumar en las oficinas o en los bares. Sin necesidad de ley ya había muchísimas empresas en las que no se podía fumar. Y no pasaba nada. El que quería fumar se aguantaba o salía a la calle. Como ahora. Respecto a los bares y restaurantes, existían algunso (muy poquitos, es cierto) en los que no se podía fumar. Ahora pasa lo mismo. La inmensa mayoría de los bares de menos de 100 metros (la mayoría) permiten fumar. Más aún tras la última modificiación en la que se eliminó el hecho de que los menores no pudieran entrar en los espacios para fumadores. Los principales afectados, por tanto, son los locales grandes que se ven obligados, si no quiren perder a la clientela fumadora, a habilitar espacios para los fumetas. ¿Y ya está?

Pues no. No está. Y es que no se está hablando apenas del tema pero hay otros colectivos que nos vemos más afectados aún por la ley y a nadie parece importarle. Y son las normas del Capítulo II de la ley que regulan la venta de tabaco.
"La venta y suministro al por menor de productos del tabaco sólo podrá realizarse en la red de expendedurías de tabaco y timbre o a través de máquinas expendedoras, ubicadas en establecimientos que cuenten con las autorizaciones administrativas oportunas, para la venta mediante máquinas, y queda expresamente prohibido en cualquier otro lugar o medio". Artículo 3.1

Con este apartado se pretende dificultar el acceso al tabaco. Supongo que con la intención de que la gente fume menos. Así pues, habida cuenta que en este país hay un bar cada 10 metros, la gente que pase ante el quiosco y se dé cuenta de que no lleva tabaco y no puede esperar a encontrar un estanco (donde se ahorraría 15 céntimos por cajetilla), tendrá que hacer el sumo esfuerzo de andar diez metros, meterse en un bar donde se permite fumar, respirar su humo mientras echa las monedillas en la máquina y obtener su dosis. Un gran logro.

No es que a los quiosqueros nos haga ilusión vender tabaco. Como tampoco nos lo hace vender determinadas publicaciones que sin duda son mucho más perjudiciales para la salud que un cartón de Ducados en vena. Pero es que no estamos para juzgar. Ofrecemos un servicio del que vivimos. Y si de un plumazo nos prohiben vender un producto que supone cerca del 20% de la facturación diaria (hay quioscos en que puede llegar al 50%), lo que hacen es condenarnos un poquito más a muerte. Otro tanto pasa con los supermercados de las poblaciones cercanas a la frontera con Francia. ¿Necesita una población de 2000 habitantes 50 supermercados? Está claro que no. Ahora veremos cuantos quedan.

"Y por qué quieren vender algo perjudicial para la salud", he oído decir a algún listillo. No queremos. Lo que queremos es llegar a fin de mes. Y este producto, cuya producción, venta y consumo es totalmente legal (para algunos al menos), nos ayudaba a conseguirlo. Si el tabaco se hubiera prohibido probablemente hubieramos podido compensar el mazazo vendiendo chicles o parches de nicotina. Pero el tema es que la venta sigue siendo legal para todos los demás, menos para unos cuantos.

La ley incorpora explícitamente la excepción a este artículo para las tiendas libres de impuestos de los aeropuertos (espacios libres de humos). Sin duda su gremio, como el de los fabricantes y distribuidores de máquinas de vending, se ha sabido mover mejor que el nuestro. Hace un año a muchos bares les regalaban la máquina. A algunos incluso les pagaban por tenerla. Ahora comprar el cacharrito de marras cuesta aproximadamente lo que dan de beneficio en un par de años. Hay quien sabe hacer negocios. Y está claro que quien sabe hacer negocios no se levanta de madrugada para vender periódicos. Como no se levanta a esas horas alguien que se haya hecho millonario a costa de la salud de los demás. Seguir vendiendo tabaco no nos va a hacer millonarios. Nos va a permitir seguir subsistiendo como hasta ahora. No hay que olvidar que el tabaco deja un margen bajísimo (aunque en un quiosco todo cuenta). Lo interesante es que el que viene a comprar una cajetilla normalmente se lleva algo más: una revista, unos caramelitos para la tos, un DVD sobre cómo dejar de comerse las uñas...

Pero la culpa de todo esto no es solo del ministerio. Aquí se han cubierto de gloria los gremios de quiosqueros que no han hecho absolutamente nada. Mientras las asociaciones de restauradores, las de fabricantes y distribuidores de máquinas, las de tiendas de aeropuertos (bueno, esos no necesitan asociación ya que son poquitos, facturan muchos millones y se ponen de acuerdo rápido).., hicieron los deberes, hablaron con quien tenían que hablar y lograron cambios en la ley, nuestros gremios están negociando ¡¡¡AHORA!!! Pues con el disgusto que llevan, como alguien les cuente que en internet pueden leerse los periódicos gratis les va a dar algo...

jueves, enero 05, 2006

Felices Reyes Magos

Con el retraso habitual de los que llevan unas no-fiestas de lo más agitado (tanto curro no puede ser bueno para la salud) aprovecho la perspectiva del último fin de semana libre para felicitaros el año. Mañana nos pasaremos el día rodeados de envoltorios de regalo y pasado nos tomaremos el último puente. Para celebrar que hemos entrado en un año de cambios.

El primero es que, a partir de ahora, abriremos también los domingos. Podréis disfrutar de nuevas anecdotillas domingueras que hasta ahora se nos escapaban. La segunda novedad es que gracias a la tecnología inalámbrica nuestro quiosco ya es wireless y eso permitirá al quiosquero mayor participar en este espacio. Esperamos que a lo largo del año muchos otros quiosqueros (y amantes del quioking) puedan sumarse a Pies para quiosquero como redactores invitados.

En los próximos días, por tanto, conoceréis al quiosquero y disfrutaréis de nuevos personajes (como el Catedrático, el Calderillas, Botijín, el Rascador...) anécdotas varias y, por supuesto, nuestro punto de vista sobre la Ley Antitabaco.

Siempre, claro está, que no nos toque el Niño mañana, en cuyo caso cambiaremos este blog por "Sofá cuanto te quiero" y un machaca escribirá para nosotros desde las Bahamas.

Y ahora poned los zapatos junto al botijo, cerrad los ojitos y a dormir, que vienen los Reyes.

Feliz año a todos.