martes, enero 30, 2007

El Poeta

Es cliente habitual de este quiosco. Serio y prudente, rara vez se enrolla. Saluda, agarra su diario, paga, saluda y se va. Cliente modélico.

No fue así la primera vez que lo vi. La primera vez que recuerdo haberlo visto. Llegó un poco cargado de zumo de uva, cogió un periódico y se subió al escaloncillo de entrada.
- Me voy a suicidar.
Nunca había tratado con un suicida. Es más, tengo entendido que los que afirman que quieren suicidarse jamás cumplen. Pero el hombre parecía hablar muy en serio.
- ¡No, hombre, no! Al fin y al cabo este barrio es temporal y el otro es para siempre.
- Yo no creo en la otra vida.
- Más a mi favor. Si después no hay nada, saquemos jugo a lo que tenemos.
- No me suicido todavía porque quiero acabar una obra de teatro que estoy escribiendo
- ¡Mira por dónde! De eso entiendo bastante. Tú acabas la obra de teatro, me la dejas leer y luego yo te digo si te tienes que suicidar o no.

Pareció convencido. Me dio unos cuadernillos y se alejó.
Abrí el último al azar.

Acariciando en mi mente
planes y sueños vestidos de céfiro
sin querer, te lo juro,
tropecé con tus ojos.
Yo soy como el verde césped
de un jardín en su infancia.
Tú eres la escarcha
que la noche ha dado a luz.
Es el beso en los labios
el rayo ardiente de sol
que nos funde en una perla.
Gota sutil de esmeralda.
Eres para mí un naife.
Lapidario de tu figura
tomas en mi mente
el color y forma que yo quiero.

A pesar de lo que le había dicho, de literatura no entiendo un pimiento. Leo una cosa y me gusta o no pero mis conocimientos no dan para hacer una crítica sostenible. Además, el verso me gusta rimado, a la antigua usanza.

Cuando le conté lo sucedido a Quiosquera, me preguntó:
- ¿Qué le vas a decir?
- ¡Coño! Que se suicide.

Era broma. El que a mí no me acabe de chocar su poesía no quiere decir que sus versos sean malos. Me consta que se los curra. Y debo esperar a que concluya su obra de teatro. No es que de esto sepa más pero también soy autor de algún entremés irrepresentable.

sábado, enero 27, 2007

Libro blanco

Hay quien se piensa que los quiosqueros, absolutamente rodeados (inundados, diría yo) de información como estamos, somos las personas más informadas del mundo. Nada más lejos de la realidad. La información suele respetar las leyes de Newton y caer por su propio peso, pero en lo que a ósmosis se refiere anda algo floja (tengo que escribir de una vez el puñetero comentario sobre la física y los quioscos...). Vamos, que por mucho que te rodeen periódicos y revistas, como no saques un rato para hojearlos y ojearlos no te enteras de nada.

Sí es cierto que a fuerza de traginar publicaciones a veces se te va la vista a un titular. Pero lo que nos tiene realmente informados son los clientes y los amigos. Como ya hemos hablado en alguna ocasión (y si no, lo haremos) de la manía de algunos parroquianos de comentar los titulares como si les importase algo nuestra opinión, hoy quiero hablar de una información que pese a haberse publicado, nos ha llegado gracias a un par de amigos informantes (gracias Elena, Gene y Pierre).

Se trata de una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Madrid para elaborar un Libro blanco de los quioscos de prensa de la capital. Las conclusiones del estudio, que presentaron ayer el consejero de economía y el alcalde de Madrid, apuntan algunos datos muy preocupantes del sector y, menos mal, alguna posible solución.

Varias de las acciones propuestas ya han sido comentadas en este blog. La modernización de los puntos de venta, la formación de los vendedores o la incorporación de nuevos productos relacionados con la cultura y el turismo son temas que hemos tratado ampliamente aquí.

Otra de las iniciativas propuestas es la creación de puntos de acceso inalámbrico a internet en los quioscos. Es éste un aspecto al que llevo dándole vueltas un par de años y que me consta ya ha propuesto en alguna ocasión al menos una de las asociaciones de Barcelona. Sin embargo se trata de algo más complejo de lo que cabría suponer ya que una cosa es dar acceso y otra convertir ese servicio en un negocio sostenible. Pero es bueno que se plantee y es bueno que hablemos de ello. Independientemente de cómo se beneficie de ello el quiosquero, la posibilidad de tener conexión a internet en doscientos metros a la redonda de cualquier quiosco significa dar conexión a prácticamente toda la ciudad, algo que hace ya tiempo debiera ser una realidad en poblaciones que supuestamente apuestan por las nuevas tecnologías.

Uno de los productos que menciona el estudio es el de los bonos de transporte público. En Barcelona los quioscos vendemos estos bonos pero nos traen más problemas que beneficios. El asunto no es venderlos, sino que den dinero. En nuestro caso ganamos un porcentaje de aproximadamente el dos por ciento. Eso significa que tenemos que invertir en la compra de cien tarjetas y si perdemos una se nos ha ido la ganancia. Si perdemos dos, tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo. Perder una tarjeta de autobús es algo más fácil de lo que pudiera parecer, básicamente porque se pegan las unas a las otras y es muy habitual que al entregar una haya otra pegada. No se trataría por tanto de conformarmos con vender estos productos, sino de hacerlo de modo que resulte beneficioso. Sabemos que hay propuestas sobre la mesa y habrá que esperar a ver cómo evolucionan. Junto con las tarjetas, en el libro blanco se propone vender también entradas para espectáculos algo que no se me había ocurrido pero me parece una genial idea.

Finalmente está el tema de los quioscos como punto de información turística. Hay que ver también cómo podemos hacer que ese servicio que ofrecemos alegremente (algunos) a los que nos visitan pueda convertirse en algo más que la venta ocasional de un plano de la ciudad.

Esperaremos a tener el famoso libro blanco en las manos para hacer un análisis más profundo, pero de entrada me parece muy positiva la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid. Es probable que se pueda hacer mejor. Pero es algo. Deseamos muchísima suerte a los quioscos madrileños y emplazamos al resto de ayuntamientos a seguir la iniciativa. Estoy convencido de que desde el Ayuntamiento de Barcelona estarán encantados de hacer algo similar, y mucho más. ¿Verdad señor alcalde que no vas a dejar que Madrid te tome la delantera en un tema como éste, y menos en año electoral? Anda... ;D

ELPAIS.com - Los quioscos planean conectarse a Internet para encarar el futuro

Elmundo.es - La venta de billetes de transporte e Internet, planes para salvar los quioscos

viernes, enero 26, 2007

Adiós, sie7e, adiós

El de las editoriales es un mundo extraño. El del quiosco, más aún. En nuestras vitrinas se acumulan cientos de cabeceras diferentes que son el resultado de multitud de esfuerzos combinados. Redactores, fotógrafos, impresores, repartidores, diseñadores, publicistas.., quiosqueros y lectores. Muchísimas personas que aportan su granito de arena para hacer posible que nosotros nos deslomemos todas las mañanas moviendo paquetes.

El hecho es que en un quiosco como el nuestro hay varios cientos de publicaciones distintas. Algunas conocidísimas, otras más minoritarias. Revistas de las que vendemos decenas de ejemplares todas las semanas y otras de las que llevamos dos años sin vender un mísero ejemplar. Pero la cuestión es siguen saliendo, día a día, semana a semana, mes a mes. Algunas no aguantan el tirón y dejan de editarse. Rara vez nos extraña. Cuando te traen cada vez menos ejemplares, cuando cambian los formatos, el diseño, los regalos, cuando lo intentan todo y aún así no se vende ni una, un buen día nos enteramos que tal o cual revista deja de editarse.

Sin embargo el caso de Sie7e nos ha sorprendido. Era una revista semanal para hombres que venía a ocupar un espacio con poca competencia. Más ligera y entretenida que sus vecinas mensuales como FHM o Man. Más incluso que la decana de las revistas semanales masculinas, Interviu. Y como ellas, con una buena moza en portada de esas que no dejan indiferente al que pasea su mirada por los estantes del quiosco.

Sie7e contaba con secciones divertidas sobre cine, televisión, famoseo o gadgets. Incluso se atrevían a destripar series de éxito soltando spoilers de lo que se iba emitiendo en estados unidos. Contaban chismorreos con bastante mala uva pero sin caer en el insulto. En fin. Una revista que cumplía a la perfección lo que prometía: entretener y arrancar una sonrisa al lector por muy poquito dinero.

El resultado es que desde un principio mantuvo, al menos en nuestro quiosco, un ritmo de ventas bastante sostenido. Traían unos diez ejemplares y devolvíamos dos o tres. Unos porcentajes envidiables comparados con las ventas que hacemos de FHM (excepto cuando sale el poster de las vecinitas) o MAN (excepto cuando aciertan con el regalito). Pero no ha sido suficiente y Sie7e ya no se edita. No me gusta que cierre ninguna publicación, aunque no me interese. Menos aún si la voy vendiendo habitualmente. Aún menos cuando tengo centenares de revistas, algunas muy caras, de las que no hay manera de vender ni una. Así que echaré de menos tener Sie7e bien a la vista, escandalizar con ello a alguna vecina pudorosa y alegrarle el día a algún que otro vejete de esos que no atinan a distinguir entre una moneda de dos euros y una de cincuenta céntimos pero distinguen un pezón a diez metros. Menos mal que el panaero nos dejó. Él, que no podía resistirse a los encantos de una sonrisa pícara y había llegado a comprarnos un mismo Sie7e hasta tres veces, estaría muy triste sin su revista. Nosotros, también.

jueves, enero 18, 2007

Lo lleva tapao

Estoy un poco preocupado. Pasó la paga de Navidad y el Yayo no ha hecho acto de presencia para echarle un vistazo a Private. Deseo que se deba a que los hijos le encontraron el DVD de junio y lo tengan castigado. Ademas, el vigilante del parquin está de baja y el Ejecutivo ha suspendido temporalmente la adquisición de revistas ¿eróticas?

Así y todo el quiosco sigue divertido. Tengo algún cliente que se ha creído lo de la simpatía y se toman a chiste todo lo que digo. Ayer mismo, una clienta habitual se acercó al mostrador.
- Una T10.
- Tengo –dije-.
- Tengo, tengo, tengo… -con musiquilla-.
- Tengo T10. Ovejas todavía no.
- ¡Ja, ja, ja..! ¡Qué gracioso! Ovejas… Tiene usted salidas para todo.
Y se fue con su T10 desternillándose de risa ¿?.

Sí fue simpática la visita de un yayo, yayo. Apareció en su silla de ruedas empujada por la acompañante y, como otras veces, la hizo aparcar junto al mostrador de las revistas ligeras. Sin parecerle en absoluto, me recordó a Tony Leblanc con pelo. Mantita a cuadros para abrigarle las piernas incluida.
- ¿Quiere usted alguna revista? –preguntó su acompañante-.
El yayo no contestó.
- ¿Hola? ¿Semana? ¿Lecturas?
El yayo negaba con la cabeza a medida que la señora le mostraba las revistas, mientras paseaba la vista por el mostrador. Se fijó en la portada de Interviú.
- ¡He… he… he…!
- ¿Quiere esa?
- Tchsss… –niega con la cabeza-. Enseña el culo .
- ¿Y esa?
Junto a Interviú, Salva puso esta mañana el Playboy.
El yayo alarga su dedo tembloroso y lo pasa por la entrepierna de la chica de la portada.
- Lo lleva tapao.

miércoles, enero 17, 2007

¡Qué día, madre!

El lunes 15 fue un día para no olvidar. Fue uno de aquellos días en que se juntan, sin confundirse, lo bueno y lo malo, el cielo y la tierra, el ying y el yang…

El aperitivo lo tuvimos el viernes cuando La Vanguardia atacó de nuevo y El Periódico vino a cubrir su retaguardia con un dominical que incluía un álbum-tocho para pegar las fotos de la Cataluña de ayer y hoy, fotos que irán encartadas en el diario. Todo gratis.
La Vanguardia ha iniciado la promoción de un juego de utensilios de cocina que se obtienen rellenando una cartilla con cuatro de los cupones que cada día vienen impresos en el lomo de cada ejemplar. Más 2 reales (50 cts.) adicionales.
Marina hizo su entrada a esto de las 11 con todas las promociones del fin de semana y un muerto. El muerto era una caja de cartón rígido tamaño ataúd aunque más corta. No contenía un cadáver sino 28 espumaderas, más soporte para el resto de utensilios. Total 14 euros, 3,5 de beneficio. Salva y yo nos quedamos mirando el paquete.
- Por la puerta del quiosco no cabe, habrá que meterlo por encima del mostrador.
Buena idea si no fuese porque sobre el mostrador está la máquina de la Loto, el ordenador, el teclado, la pantalla, el zapatófono, el mando a distancia de la máquina de tabaco, la máquina de tabaco, el expositor de chocolates, el dispensador de loto-rapid, los cromos, los expositores de chicles y caramelos… Salvando esos pequeños obstáculos la caja cabe perfectamente en el interior. Optamos por meterla en el almacén ambulante.

Me centro en el lunes.
- Son las… cuatro… horas y… cincuenta… minutos. Es hora de levantarse.
Me levanto ¡cómo no! ¡Hasta la pereza estoy perdiendo! Y eso es grave. La tarde anterior me reventó el zapato derecho y no me queda más remedio que calzar los nuevos. A las 6 menos 5 estoy aparcando a la espalda del quiosco. Salva aún no ha llegado y empiezo a descargar las devoluciones de viernes y sábado. En el meadero del quiosco (donde se suelen mear los que vuelven de juerga) está el montón de revistas que ha dejado SGEL. Junto a la puerta de entrada, el montón de SADE. Aparece Salva y acaba la faena de amontonamiento mientras yo entro en el ordenador los albaranes de Marina y Logística.
- Salva, los de Marina atacan con Cinco Días. Traen 5 ejemplares.
Habitualmente traen 1 y lo devuelvo.
- … y 5 carpetas para colocar el fascículo de la Guía Fiscal que empieza hoy.

Y se inicia el bombardeo. A las 6 y media el barrio despierta.
- ¿El Periódico en catalán?
No llega al semáforo.
- No vienen las fotografías de Cataluña.
Veintisiete periódicos en catalán y ninguno lleva las dichosas fotos. Veinte en castellano y juntamos siete sobres. Los vamos repartiendo entre los primeros clientes pero se acaban enseguida.
- No, no. Es igual, si no viene el sobre ya compraré el periódico en otro quiosco.
A los habituales les prometo que, en un par de días, tendré el sobrecito. ¡Que no me pase nada si Logística no atiende mis súplicas!
Luego me entero que en todo el barrio ningún Periódico llevaba las fotos pero yo me he quedado sin vender un montón.

- Cinco Días regala hoy el primer fascículo de la Guía Fiscal ¿verdad?
¡Toma ya! Al menos hay un individuo en Barcelona que conoce Cinco Días. Se lleva el diario y me pide que se lo reserve hasta que acabe la promoción. Y así hasta que se agota. Menos mal que sólo ha habido otro que lo ha reservado. He vendido en una mañana más Cinco Días que en un trimestre.

Atacamos los albaranes de SGEL. Salva me alarga las revistas y yo las paso por el lector de código de barras.
- Pí… Seleccione. PLAYBOY o PLAYBOY + CD
- Señor Quiosquero –me dice Salva-, hay otro código de barras en el cartón.
- Tienes razón. He pinchado el código de la revista.
- Pí… HISTORIA Y VIDA + DVD
¡Ya empezamos! Creía que los códigos de barras eran únicos pero se ve que no. Si alguien me compra Playboy y pide recibo podrá justificar que es un amante de la historia. ¿Y si es al revés? ¿Cómo puede desgravarse el fulano un Playboy en concepto de gastos de cultura?

El zapato aprieta. Por un lado el juanete se queja dolorido. Por el otro es el dedo margarito el que sufre la opresión de la dictadura de la piel nueva.
Son casi las 12 y SGEL no ha pasado a recoger la devolución. Me temo que tendré que colocarla de nuevo en el almacén. En venganza, esta tarde les prepararé un par de paquetes más.
Ingreso la recaudación del fin de semana. La cuenta ha tomado la cuesta abajo. Entre las fiestas de Navidad, Reyes y las rebajas de enero va derecha al precipicio. La culpa la tiene Salva que se empeña en cobrar. Encima, el tío no me ha perdonado la parte de paga extra que le toca.

A las 12,30 se acerca un individuo, cliente esporádico, y pide que le verifiquemos la 6/49. Estoy junto a la puerta del quiosco preparado para irme a comer. Salva valida la apuesta. La máquina de loto tiene dos sonidos:
- ¡Vvvuuuhhh, chas! Seco. Butifarra, inténtelo de nuevo.
-¡ Vvvuuuhhh, ooohhhhh, vvvuuuhhh! ¡Bingo!
Pues esta vez ni chas ni oh.
- Vvvuuuhhh, vvvuuuhhh, vvvuuuhhh.
- Señor Quiosqueeero, aquí sale algo muy raro.
Agarro los dos papeles que ha escupido la máquina y les doy un vistazo.
- Tiene premio pero no se lo puedo pagar –Salva ya ha visto la jugada y exclama un ¡coño! escueto-.
- ¿Cómo que no me paga?
- Porque en este quiosco nunca hemos visto tanto dinero junto.
- ¿Pues cuánto tengo?
- Tres mil ochocientos cuarenta y nuevos euros con cuarenta y dos céntimos.
Da un paso atrás y pone los ojos en blanco. Para mí que le está echando teatro pero resulta convincente. Le doy el resguardo para que vaya a cobrar al banco. Juega una múltiple de 8 con jóquer. Veintinueve euros. Me da uno de propina.

La tarde empieza tranquila. Puedo preparar la devolución de Marina sin grandes contratiempos. Pero cuando intento rebañar la caja de SGEL abren las puertas de las guarderías y colegios y una patulea de niños ansiosos y abuelos cabreados se agolpan ante el quiosco. Así hasta casi las 6. Entre medias, una señora se me acerca a validar su boleto de loto. Es cliente habitual.
- ¡A ver si hoy me da por fin un buen premio!
- Creo que no, se le han adelantado –en efecto, la máquina hace ¡chas!-.
- Esta mañana me ha desplumado un señor.
Le cuento la historia del premio matutino.
- ¡Caramba, medio millón! Le habrá dado una buena propina ¿no?
- ¡Faltaría más!
- Cuarenta o cincuenta mil pesetas…
- Un euro.
- ¡Tacaño! La suerte se la ha dado usted.
- La suerte la ha tenido él. Yo me he limitado a meter el boleto en la ranura.
Se va ofendida y refunfuñando.

Entre unas cosas y otras llevo 12 horas de pie, sólo me he sentado 15 minutos mientras comía, y los pies ya no me aguantan. ¿Quién sería el desgraciado que inventó los zapatos nuevos?
Quiosquera llega a echarme una mano y aprovecho para hacer pipí y tomarme un cortadito. En tres veces me lo he de tomar. Se han desatado las fuerzas consumistas y tengo que interrumpir el cortado a medias para buscar suministros en el almacén. En hora y media agotamos las existencias de Cuentacuentos Disney, Minerales de gran tamaño (oro de Rodalquilar), la primera parte de Los pilares de la tierra y unas cuantas colecciones más. Tendré que pedir a Quiosquera que venga más a menudo porque nos hemos quedado a 24 euros de igualar el record del curso. Los catalanes, en este caso las catalanas, llevan el comercio en la sangre.

Mientras Dalr y yo cerramos, Quiosquera se retira a preparar algo de cena. Llego a casa a las nueve tocadas. Hace horas que me abandonó el desodorante y Quiosquera, con gesto expresivo, me señala el camino de la ducha. El agua caliente me relaja el cerebro y los músculos pero los huesos despiertan y se quejan. ¡Y cómo se quejan los condenados!
Tenía intención de echarle un vistazo a alguna factura. Se queda en intención. El cuerpo reclama horizontalidad y hay que darle gusto al cuerpo. ¡Qué día, madre!

jueves, enero 11, 2007

Quiosco Jurásico: Er bisho

Apenas repuestos de la cartoná de septiembre hemos entrado en época de cartonaílla. Y como el tiempo está revuelto, este año se ha adelantado. En principio las colecciones de siempre: Testimonios de mujer, Arqueología, Tarot, Magic, La abeja Maya, Dragon Ball, II Guerra Mundial, Danielle Steel… Pero a medida que pasan los días, la cartonaílla está perdiendo el diminutivo y se va transformando en la gran cartoná. Al menos por el tamaño de los cartones. Bratz y Rebelde, puestas en pie, sobrepasan la altura del ombligo, aunque son “Los carteles metálicos de Coca Cola” quienes se llevan el premio a la superficie más extensa. Como dice el Sevilla (de los Mojinos Escocíos), er cartón eh máh grande qu’er tesho der quiohco. Y si no que se lo pregunten a Salva y a Dalr que son los encargados del reciclaje de cartones a mediodía y a la noche respectivamente.

La primera novedad que despertó mi atención, y que da título a este post, es T-REX, construye el rey de los depredadores, al que califiqué de bodrio. Error. Steven Salvat Spielberg sabe bastante de bichos antediluvianos y la colección está saliendo bien. No creo, sin embargo, que los aficionados sigan construyendo mucho más allá de la cabeza.. Según la web de Salvat, el bicharraco tiene una envergadura de 90 cm y una longitud de cola a cabeza de 1,40 m. Un angelito, vamos.

Hay un total de 90 entregas semanales, salvo las 6 primeras que serán quincenales. Cada entrega, a partir de la tercera, cuesta 5,95€. La primera va de regalo. Sólo se paga 1€ por el gasto de cartón. La segunda, a 2,95€. O sea, que dentro de 2 años, el amante de animales prehistóricos podrá decorar el salón de su casa con un Brrzsaurius por el que habrá pagado 500€ y mandíbula. Y yo encantado de que así sea si lo compraron en este quiosco.

Desde el punto de vista del quiosquero, er bisho tiene un problema grave: el hocico sobresale un palmo del cartón y no hay manera de apilarlo. Los ejemplares que me quedan, pocos, los tengo enjaulados en el almacén ambulante y, cada vez que meto la mano, ¡me da un yu-yu….! Un mordisco del animalito puede suponer un transplante de garfio para toda la vida. Lo digo casi por experiencia porque, hace unas cuantas noches, me cayó en la cabeza desde el altillo y me ha dejado pelona la cocorota.

martes, enero 09, 2007

¿Quioscos en crisis?

Empiezo a estar cansado de oír hablar de la crisis de los quioscos. Los quioscos están cerrando, todo el mundo habla de ello, se culpa a la prensa gratuita, a que la gente lee poco, a que la vida está achuchá y al sursum corda.

Estoy intentando hacer un breve estudio del volumen de las devoluciones y a quién beneficia pero, aparte de tener poco tiempo, no tengo datos. Rectifico: sí tengo datos, es que no los puedo explotar por motivos ya conocidos. En mi pueblo, cuando una persona es dubitativa o cambia a menudo de parecer se dice que “cada vez que mea, piensa”. Justo estaba yo meando en el “espacioso” retrete de Can Superwaiter, con la panocha en la mano, cuando me vino la idea y se me pusieron los pelos de punta. Repito, los pelos.

¿Cómo repercuten los portes en las ganancias de los quiosqueros?

Las distribuidoras manejan los portes a su albedrío. A unos quiosqueros no les cobran (los antiguos), a otros sí (los que empiezan), pero, poco a poco, todos vamos cayendo en el grupo de los que apoquinan. Según las últimas facturas recibidas el coste de los portes se valora así:

Marina Press: 18,15€ semanales
Logística de Medios: 14,84€
Distribarna: 19,42€
Sade: 18€
Sgel: No lo sé porque a mí me respetaron el trato dado al anterior propietario y no me cobran. Pongamos la media: 17,60.

Esto se traduce en que cada quiosquero paga a la semana 88,01€ más IVA, es decir, 102,09€. Dado que a un mes le corresponden 4,345 semanas, los quiosqueros aflojan cada mes 443,60€ en concepto de portes.

Advierto que, a partir de aquí, todo son elucubraciones puesto que no dispongo de datos fiables y lo que cuente será lo que recuerdo del último trimestre de 2005 y primer trimestre de 2006, al final del cual se me instaló la versión buena de Kiosnet. Por entonces, en este quiosco se facturaba cada mes un mínimo de 21.000€ y un máximo de 24.000€, que producían unos beneficios teóricos brutos de entre 3.500 y 5.500€. Digo teóricos porque era lo que calculaba el programa Kios2001 y brutos (ya se entiende) porque de ahí tenían que salir todos los gastos, pérdidas de género, rehúses, impuestos, sueldos… y portes. Meramente por experiencia fijo la media ponderada en unos 4.300€ de beneficio bruto.

Cuando disponga del programa con un grado aceptable de funcionamiento volveré a repetir estos cálculos con datos reales y aplicados a la globalidad del año 2006. De momento me conformo con éstos, obtenidos de oído, y cuyo resultado es sólo orientativo pero espeluznante. Resulta que, en portes, los quiosqueros, en este caso yo, gastamos nada menos que el 10,32% de nuestros beneficios brutos. Si, además, tenemos en cuenta que estos beneficios proceden en un porcentaje importante de la venta de atípicos, resulta que las distribuidoras (y el Ayuntamiento, y Hacienda…) nos están chupando la sangre.

Me pregunto si estos cálculos no se habían hecho antes y si se habían hecho por qué no están denunciados. Ya en julio de 2005 la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Barcelona y Provincia nos anunció haber llegado a un acuerdo verbal con alguna de las distribuidoras para suprimir los portes. Seguimos pagando lo mismo. Y no hacemos nada.

Preguntas tontas:
¿El acuerdo fue un farol de la Asociación?
¿No tiene fuerza para hacer valer la palabra de las distribuidoras?
¿Si los engañaron por qué no nos movilizan?
¿Pagan portes los miembros de la junta?

¡Dios mío, lo que da de sí una meada!

Los Reyes Malos

Un 6 de enero de hace muchos años, no recuerdo bien si uno de mis sobrinos o el propio Dalr, paseaba mostrando ufano uno de los juguetes que le habían dejado junto a las zapatillas.
- ¡Qué juguete tan bonito! –le dijo una señora-. ¿Quién te lo ha traído?
- Los Reyes Malos –contestó el niño-.

Bien, este año pasaron por mi casa los Reyes Magos. Sobrios como el año que se fue pero dejaron regalos suficientes a pesar de que fui un niño un tanto rebelde. Por el quiosco han pasado los Reyes Malos: Mechor, Gaspar y Baltasar. O sea, Marina, Sgel y Distribarna. Sade y Logística iban de pajes.

Para empezar, el jueves nos visitó Marina que nos dejó en depósito un cajón de cucharones que acompañarían a La Vanguardia del domingo, amén de otras chucherías como el ya famoso Álbum de Sellos del Mundo del Siglo XXI. El viernes nos sorprendió adelantándonos el Magazine, 106 ejemplares, primer tomo de la Enciclopedia Universal Larousse incluido. Fue Salva quien se encargó de acomodarlo en el almacén flotante pero yo he pasado el fin de semana deslomado sólo de ver el montón de paquetes.

Magazine de La Vanguardia


En cualquier quiosco, esta montaña de libracos hubiera acompañado, durante el fin de semana, a las devoluciones ya preparadas y que no retirarán hasta lunes o martes. Y todo ello dentro del recinto del chiringuito, por supuesto. Uno, que es pudiente, tiene soluciones para estos pequeños problemas.


Aspecto del almacén flotante.


Y todavía más.

Trastero.



El lunes por la mañana, los alrededores del quiosco tenían un aspecto ¿similar? al que muestran las fotos.

Marina Press


Logística.



Sgel.

Distribarna.


Faltaba por decorar la calle con la devolución de Sade, pero ésta es para el martes.

Por estas fechas el quiosco está bastante a tope con la cartonaílla. No es difícil imaginar el aspecto que presentaría si todo esto se metiera dentro. Y parece que no hay solución posible. Las distribuidoras envían lo que les da la gana y los quiosqueros a callar y apechugar. Dalr hacía una propuesta:

Que las distribuidoras paguen un 5% por material enviado (se venda o no) en concepto de almacenaje, y el resto, hasta llegar al porcentaje establecido, sólo se pagaría sobre los ejemplares vendidos. ¿A que cambiaban las cosas y ajustaban las entregas según la necesidad del quiosco?.

Propósitos de año nuevo y carta a los reyes

Para empezar con buen pie, mi primer propósito de año nuevo ya no lo estoy cumpliendo. Quería poner al día el blog, desatascar esos posts que tengo en mente desde hace meses y escribir con más regularidad. Pero aún no he publicado mis buenos propósitos ni mi carta a los reyes magos y ya estamos en las Rebajas. Eso me recuerda que dejé a medias los premios CoMEsA a la Colección Más Estúpida del Año de la pasada cartoná y ya estamos metidos en la cartonaílla, el hermano pobre que llega cada mes de enero.

A los quioscos llegan colecciones todo el año, pero la mayoría se concentran en los meses de septiembre y enero. Las dos cuestas. Las dos etapas en las que regresamos deprimidos de las vacacions al día a día con los bolsillos vacíos y no tenemos otra alegría que la que nos prometen por cuatro eurillos los enormes cartones del quiosco. Así que, sin que sirva de precedente, ampliaré los premios con las colecciones que me faltan por destacar y les añadiré las dos o tres que más me han llamado la atención de este enero (y que sin duda merecen ser destacadas). Para acabar de completar la lista de posts pendientes, no faltará la segunda y definitiva parte de Mobiliario urbano ni la prometida crónica sobre el encuentro con el amigo Txetxu, así como un autoimpuesto post de autocrítica que quiero titular "con los pies en el suelo".

Lo que sí he hecho ha sido "evolucionar" a blogger no beta. A partir de ahora podré poner etiquetas en los mensajes. Lo que no esperaba es encontrarme ante el dilema de cambiar la plantilla perdiendo algunos de los cambios que tanto me costaron conseguir, o algún que otro desajuste que me ha descuajeringado los acentos y convertido en anónimos algunos de los comentarios de viejos amigos. Estudiaremos qué pasa.

Otro propósito para el nuevo año es involucrarme más en la asociación. Estamos haciendo alguna cosa de la que hablaremos más adelante pero debo sacar tiempo para hacer más cosas. El objetivo es ser cada día menos "protestante" (dícese del que protesta pero no hace nada) y más "practicante" (dícese del que te arrea inyecciones en el culo para que te cures y luego da una piruleta para que te calles).

Finalmente, me he propuesto no ser tan coñazo en mis mensajes y tomarme el tiempo necesario para ser conciso. Así que dejo el tema de las propuestas para cuando se me ocurran más.


Carta a los Reyes Magos

Al 2007 le pido tiempo y ganas para manteneros al día de todas las novedades que sucedan en el quiosco, buen ánimo para poder hacerlo con más humor y menos mala leche, y un poquito de pericia para lograr que os resulte interesante. 2006 ha sido un pésimo año para muchos quiosqueros y nada hace suponer que el que empezamos vaya a ser mejor. Pero en cambio sí ha sido un año genial para este blog ya que nos ha regalado la oportunidad de conoceros mejor, de ver que no estamos solos y de fortalecer unos lazos que, pese a la distancia y la aparente frialdad de las pantallas, nos recuerdan cada día por qué estamos aquí. Muchas gracias a todos.

Y por todo ello quiero anunciaros nuestro regalo para vosotros en este próximo año. Es una sorpresa y aún no sabemos muy bien cómo vamos a llevarla a buen puerto, pero uno de nuestros propósitos es que para el día del libro tengamos una versión en papel con lo mejorcito de Pies para quiosquero. Estáis advertidos.

sábado, enero 06, 2007

EL MUNDO DEL SIGLO XXI: Publicidad fraudulenta

Juro por mis muertos que me gustaría ser bueno, escribir sobre anécdotas divertidas sin que nadie tuviera motivos para ofenderse y comprobar cada día que el resto del mundo es tan bueno como yo (como a mí me gustaría ser). No es así. El mundo es como es, me cachondeo de los pobres protagonistas de mis anécdotas y ando de una mala leche que no sirve ni para yogur. Y encima llevo bastante tiempo dando el coñazo al personal con los "problemillas que nos aquejan". Y lo malo es que, al final, acabaré estando orgulloso de sacar a la luz las secuelas de mi mala leche.

Acabo de salir de una escaramuza con Distribarna de la que, a buen seguro, sufriré represalias y empiezo a meterme en otro follón cuando lo que yo quería era hablar desenfadadamente sobre la señora que, por error o acierto, quiso soplarme ayer 5€.

El jueves -MARINA PRESS ya ha instituido este día para repartir las promociones de fin de semana- recibí 6 libracos (álbum de lujo de EL FRANQUISMO EN SELLOS Y BILLETES) que debería vender el domingo, junto a EL MUNDO DE CATALUNYA y a los usuarios que así lo solicitaran, al precio de 1€. Esta mañana, Dalr, que no sé como se las arregla pero que es capaz de estar poniendo periódicos y leyéndolos a la vez, me dice que EL MUNDO anuncia en portada que el álbum que se entrega el domingo es gratis.


- Debo estar equivocado -me digo-. Tendré que buscar el albarán y comprobarlo.

Hojita verde de Marina Press: el franquismo en sellos, álbum de Lujo, P.V.P. 1€.
- Ni caso, Dalr. A mí me lo cobran. Debe ser un error de impresión.
Para impresión, la mía cuando veo en televisión idéntica publicidad.
-El domingo, El Mundo del Siglo XXI regala el álbum de lujo, las 2 primeras hojas de sellos de correos, el primer billete y un décimo de lotería de la colección y una lata de judías con chorizo (esto último lo regalo yo).

A través de Quioscos Locos accedo a la web de la promoción y empiezo a quedarme de piedra. En el ángulo inferior derecho lo dice bien claro: "Reserve ya en su quiosco el Album de Lujo GRATIS".
- ¡La madre que parió a Marina! Ya me quieren cobrar hasta por lo que va de regalo.


Pero resulta que, por lo menos esta vez, Marina ha actuado correctamente. Lo compruebo cuando se me ocurre abrir la pestaña "Preguntas y respuestas". Aquí todo se aclara: "Desde el domingo, 7 de enero los lectores podran conseguir GRATIS el álbum de lujo en su punto habitual abonando únicamente 1€ en concepto de manipulación y transporte".



¡Coño! Gratis significa gratis, de balde, de gañote, regalao, sin pagar un duro, de gorra... Mañana tendré que explicar a cada cliente que gratis debe entenderse como casi gratis, y enseñarle la página X del periódico donde, en letra pequeña, se especifica que gratis = de balde + 1.

Un euro no lleva a ninguna parte pero el hecho es que hay fraude publicitario. Y estoy seguro que es legal porque en algún lugar de la mancha acaba por decir la verdad.

jueves, enero 04, 2007

Distribarna y olé

Feliz año a todos.

Después de unos días de relax (¡y una mierda!, que diría Salva) volvemos con ánimos renovados (A la fuerza ahorcan –Sadam Hussein-).

Año nuevo, lo mismo de siempre. Bien, todo no, hay cosas que cambian. Distribarna, por ejemplo. Distribarna es una de las pocas distribuidoras con las que no tenía problemas. Rara vez faltaba algo en una entrega o paquete prefabricado. Y si faltaba, el repartidor lo solucionaba. O enviabas un fax y el abono o reposición no se hacía esperar. Hasta hace unos meses…
A partir del verano empezó a cambiar: género que debería haber llegado no llegó pero sí apareció en factura, peticiones de números atrasados se recibieron al cabo de unos meses, algunos por duplicado, reclamaciones que cayeron en el baúl de los recuerdos…

Y llega 2007. La primera en la frente. Juzguen.




Respuesta.

Para: DISTRIBARNA, S.A.
Fax: 93 574 81 71 Páginas: 3
Fecha: 04 de enero de 2007
Asunto: Reclamación albarán REP0002857

Señores,

El pasado 24 de diciembre reclamé no haber recibido el contenido del albarán REP0002857 que debería llegar el día 20 (de diciembre). El citado albarán llegó a este quiosco durante la semana del 25 al 31 de diciembre por lo que, en fecha 2 de enero, les envié un nuevo fax para avisarles de la nueva circunstancia.

Hoy he recibido su comunicado en el que me indican “PARA HACER LA RECLAMACIÓN NECESITAMOS LA FOTOCOPIA DEL ALBARÁN”.

Permítanme unas cuantas observaciones:

• Estudié en colegio de curas y, aunque uno se crió apedreando perros, algo de educación aprendí. Al menos a no ser mal hablado. Hoy, sin embargo, escribo como pienso.

• Decía en mi fax de reclamación “… el género que figura en el albarán… no se ha recibido…”,
porque en otra ocasión en que escribí “no he recibido el albarán…”, ustedes se limitaron a mandarme copia del mismo.

• Ignorando el grado de subnormalidad/incompetencia del receptor del fax, indicaba que tenía noticias de la falta del envío porque dispongo del programa KIOSNET que me permite bajarme cada mañana los albaranes de Distribarna. Me importa, por tanto, un güevo recibir el papel o no. Lo que necesito es el contenido.

• Por más que me lo expliquen seguiré sin entender que yo tenga que mandar copia de un albarán que tiene ustedes en sus archivos, pero lo que es de psiquiátrico es intentar hacer una fotocopia de un documento que no tengo. Claro que pueden darse algunas razones:
- El receptor del fax es tonto del culo.
- El protocolo de tratamiento de las reclamaciones lo redactó un imbécil.
- El protocolo de tratamiento de las reclamaciones lo redactó una lumbrera financiera y cuenta con que, mientras dura en papeleo, al quiosquero se le olvide el tema y proporcione unos ingresos adicionales. A esto, en mi pueblo se le llamaría choriceo.
- …
- O tal vez el tonto del culo sea yo.

Disponen ustedes de toda la información necesaria para resolver la reclamación, incluso para decirme que el material reclamado ha sido despachado y debo estar a punto de recibirlo. ¿Por qué entonces no dejamos de tocar los cojones al personal y nos dedicamos a trabajar bien?

Saludos,